Esa noche Madeline no pudo dormir pensando en Charles, le había marcado a su celular varias veces, pero sus llamadas fueron desviadas a la contestadora. Se hizo muy tarde, entonces se acostó en su cama, aunque no podía dormir, era imposible conciliar el sueño en esa situación.
Casi a la medianoche oyó el ruido de un auto, se levantó y se asomó por la ventana y sí, era él; suspiró hasta lo más hondo algo aliviada, decidió ir a recibirlo en la sala, necesitaba urgente hablar con él y ver si había cambiado su estado de ánimo, pues temprano él había estado enojado con ella, pero no le dijo por qué, solo demostró su descontento.
Madeline bajó las escaleras, cuando llegó abajo al rellano Charles ya había entrado a la casa, se quedaron viendo a los ojos, luego ella le dijo:
—Creí que no vendrías. —él respondió de mala manera:
—¿Me estás reclamando?
—No —caminó hacia él—. Es que esta incertidumbre me mata.
—¿Incertidumbre? ¿Por qué tienes incertidumbre?
—¿Por qué estás enojado conmigo? ¿Qué hice mal? —Charles la miró con reproche.
—No deseo hablar contigo.
—Si te hice algo que te molestó o si… te dijeron algo de mí, necesito que me lo aclares ahora mismo. —Charles se rió con sarcasmo.
—¡Pero si estás preocupada! —Ella habló con desespero.
—¡Por supuesto que lo estoy, hasta esta mañana estabas feliz conmigo, pero regresaste siendo otro en la tarde, no sé qué te pasa y necesito que me lo digas! —Charles suspiró y meneó la cabeza, mirándola con dureza respondió:
—Creo que no hace falta decir nada, tu propia consciencia te lo indica, si es que tienes. —Madeline tensó la mandíbula.
—Dímelo ya, si te hice algo quiero saberlo.
—Está bien querida esposa, ya sé que te acostaste con Igor.
—¡¿Qué?! ¡Eso no es cierto!
—¿Lo vas a negar? ¡¿De verdad me crees tan estúpido?! —En sus ojos había irá, Madeline sintió rabia a la vez que un profundo sentimiento de decepción y tristeza.
—¡Pues no, eso no es cierto, jamás me acosté con él, el que te lo dijo inventó todo! —él le gritó:
—¡Tengo las malditas pruebas!
—Estoy segura de que esas pruebas no existen. —Charles se rió amargamente.
—¿Ah no? Pues las tengo en mis manos, tengo fotos tuyas con mi primo Igor. —Madeline se indignó y alzó la voz:
—¡Pues no es verdad! —Las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas—. Quiero que me muestres esas supuestas fotos que dices que tienes —bajó el tono—. Luego me iré, es obvio que no podemos continuar juntos. —Charles estalló en irá y le gritó:
—¡Por supuesto que no vamos a seguir juntos! ¡Eres una traidora, creí en ti, pero me traicionaste! —Madeline se pasó un trago de saliva, luego con una voz entrecortada respondió:
—¿Sabes qué? no hace falta que me muestres esas fotos, iré a cambiarme y me voy. —Charles enardecido le gritó:
—¡Si te las voy a mostrar! ¡Haré que te las tragues!
—¡No hace falta! —Madeline se dio vuelta para ir hacia las escaleras, pero Charles caminó hacia ella y la agarró del cabello y la jaló con brusquedad, Madeline gritó.
—¡Me estás lastimando!
—¡Quisiera matarte por zorra! —La jaló nuevamente del cabello y la condujo hacia el estudio, Madeline no podía creer en lo agresivo que Charles se había vuelto.
En el estudio la soltó, no sin antes empujarla hacia el escritorio, ella casi se cae, pero logró agarrarse de una silla y miró a Charles con sus ojos llenos de lágrimas.
—No pensé que fueras así. —Charles con una voz cargada de ira respondió:
—Y yo pensé que eras buena, pero no, eres una mentirosa, te has estado burlando de mí todo este tiempo haciéndome creer que eras buena e inocente, me hiciste creer que bailabas en ese club por necesidad.
—Es la verdad.
—¡No mientas! No necesito que lo hagas, ya sé quién eres, sé que te acostabas con tus clientes por dinero.
—Por unas fotos falsas lo das por sentado.
—No me creas tan idiota, mandé a probar esas malditas fotos para ver si eran falsas, y sabes qué, son genuinas, no cabe duda. —Madeline entre sollozos respondió:
—Pues muéstramelas ya para luego largarme de una vez por todas, no seguiré escuchando tus insultos.
—Eso es lo que te mereces. —Charles abrió una gaveta del escritorio y sacó las fotos, luego se las aventó a Madeline por la cara, estas cayeron al suelo.
—¡Míralas y niégalo!
Madeline se agachó para recogerlas, vio algunas y de inmediato las reconoció y pensó en sus adentros:
"Son las fotos que me tomé con Artur cuando éramos novios."
"No entiendo por qué dice que estuve con Igor si es Artur el de esas fotos."
Cuando las recogió y las vio todas, se percató de que el rostro de Artur había sido borrado, se quedó estupefacta, entonces se imaginó que el mismo Artur tenía algo que ver en ese asunto, no sabía cómo ni por qué, pero era evidente que él le había puesto una trampa. Alzó sus ojos y miró a Charles, él la estaba observando con una mirada aplastante y en tono de reproche le dijo:
—¿Por qué te quedas muda?
—¿Quién te las dio?
—Igor se las entregó a mi abuelo, ¡todos en mi maldita familia saben que eres una prostituta! —Madeline se quedó callada, en sus adentros sabía que Artur estaba detrás de todo eso, pero decirle a Charles que no se trataba de Igor, sería lo mismo o tal vez peor, el panorama no era favorable por donde lo mirara.
—Contéstame Madeline, quiero oír de tu propia boca la verdad.
—La verdad ya es evidente ante tus ojos, no hace falta que confiese nada ya Igor lo hizo. —Charles se rió y aplaudió con sarcasmo.
—¡Entonces ya no lo niegas!
—Mejor me voy de una vez, supongo que anularás este matrimonio mañana mismo.
—Por supuesto que lo haré, no continuaré ligado a una cualquiera como tú.
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amistades falsas, mentiras intrigas y traición, esposa embarazada a la fuga
Editado: 20.12.2023