Epígrafe

Me enamoré de un ángel, amé sus grietas, sus caricias y sus partes grises, me enamoré de un ángel. Pero, cuando él y yo compartimos más que una amistad, él mostró sus alas negras, la suavidad de sus plumas cortaron mi piel, los besos condicionados de sus labios perforaron mi alma, sus melifluas palabras destruyeron mis tímpanos. Me enamoré de un ángel, pero este ángel era en realidad un demonio, al que amé y amaré. Cuando trataba de huir, él me atrapaba entre sus alas, encarcelándome en una celda de amor y penurias, al que llamó "hogar". Este demonio nunca admitió haberme herido. Este demonio dejó marcas en mí que ni yo misma puedo borrar, y, aun así, lo amo con fervor. 

Este demonio se llama Thomas Lembore.

Y esta es nuestra historia.