#12

JK

TN pronunció aquellas palabras, la mire a los ojos retrocediendo, respire hondo tratando de pensar que deseaba exactamente de ella, de convencerme que no me había afectado aquel ligero atisbo de miedo en su voz.

No se trataba de un miedo físico, TN no temía que yo le hiciera daño, pero seguía siendo un temor inegable, ¿A sentir algo por mi?, ¿A sufrir un daño emocional?, ¿O acaso temía sucumbir a una necesidad que yo sabía que podría ser poderosa y salvaje como la mía?. 

Renuente deje que mis dedos se deslizan por su sedoso cabello, pensando que resultaba más electrizante de lo que había imaginado. 

¿Qué quieres de mí?, me había preguntado. Diablos creí haberlo dejado bien claro, la deseaba y sinceramente deseaba llevarla a mi cama, no había deseado a ninguna otra mujer desde aquella noche. De echo no había vuelto a estar con ninguna y no por falta de oportunidades. 

Hasta que TN reapareció, yo había disfrutado de una vida realmente buena, intensa y saludable, me consideraba cuidadoso,incluso era amable, no me involucraba con ninguna mujer que no conociera de antemano y mi norma principal : nada de compromisos. 

Y nunca jamás me enredaba en una aventura amorosa seria.

No era el amor de TN lo que perseguía ahora, era su cuerpo,me asegure a mi mismo. Lo malo era que aquel cuerpo pertenecía a alguien a quien había llegado a apreciar y respetar, aquel cuerpo alojaba el corazón de una mujer que creía en el amor duradero... Y saberlo me asustaba. 

Sacudi la cabeza, jamás he necesitado ese tipo de amor, jamás, salvo una sonrisa femenina, las dulces curvas y las tiernas manos de una mujer. Si llegaba a sentir la necesidad de dar placer y recibirlo lo hacía con la que quisiera aceptar mis condiciones porque también era una necesidad de recordar que al menos de vez en cuando no tenía porque estar solo. 

Cerré los ojos, resistiendome a analizar porque aquel triste pensamiento me había conmocionado de pronto y de esa manera. No deseaba pensar que tal vez ella sintiera esa misma sensación de soledad. Pero esa era una puerta que no deseaba abrir ni esta noche ni nunca. Más sin en cambio aquí estoy, deseándola, y sabiendo que ella necesitaba algo que yo jamás podre brindarle. 

-Tenemos que dejar algunas cosas claras Jeon - me saco de mis pensamientos, creando un cierto aire de tristeza por haberme llamado nuevamente por mi apeido.

 - Yo creo que ya todo está lo suficientemente claro, me atraes y si eres sincera, reconocerás que yo también te atraigo -, pensé que ella lo negaría pero sin embargo me sorprendió cuando asintió. 

-De acuerdo, si eso te hace feliz, lo reconozco. Me atraes... Pero según veo se trata de una atracción meramente física y no por el echo de que exista, voy a sucumbir a ella. No soy de esas conejitas alocadas que se estremecen ante la simple idea de pasar una noche con el idol del momento. Ni soportaría dormir contigo para que a la mañana siguiente me dijeras que no te llame, mientras te vistes de camino a la puerta -. 

La mire desconcertado y disgustado por la imagen tan cruel y certera que ella tenía de mi, ese comentario me dio como puñetazo en la mandíbula. 

-De modo que acabemos de una vez con esto Jungkook - prosiguió con una voz firme, - ambos nos ahorraremos tiempo y complicaciones. Hay... - titubeo antes de continuar, - hay otras presas por ahí que se ajustan más a tus necesidades-. 

Era sin duda una mujer valiente, - Tienes que aprender a expresarte Jun, no temas llamar a las cosas por su nombre-. 

-No te estoy juzgando Jungkook, como escojas vivir tu vida es asunto tuyo y de nadie más, solo digo que aunque estuviera dispuesta a seguir tu juego, no podría, tengo un negocio del que ocuparme, tengo planes, tengo.... Compromisos y no puedo darme el lujo de entregarme a aventuras pasajeras -. 

Medite lo que acababa de decir, había dejado bien clara su posición, pero también había omitido muchos detalles...