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 Suga

Al día siguiente desperté y mire mi celular,eran las diez  de la mañana, me levanté de golpe y me vesti.

Maldición de nuevo iba a llegar tarde al trabajo... Pensé 

 Tome mi celular y  busque, el número  de mi jefe y algo me resultó extraño,  no lo encontraba. Solo tenía  tres contactos mamá, papá y Lau.

"Seguramente, lo borré de nuevo"... Pensé

Marque el número y lo primero que dijo la contestadora fue:
"usted no tiene el saldo  suficiente para llamar al exterior".

Abri los ojos grandes y marque de nuevo, de nuevo me repitió la misma frase .  No entendía que pasaba con mi celular, si estaba en Seúl.

—Mierda—dije y tire el teléfono a la cama

Enseguida busque  mi billetera negra, seguramente había gastado mi saldo llamando a mi esposa. Todo me resultaba muy confuso, jamás encontré la billetera y me empeze a poner nervioso porque dentro tenía mis tarjetas de débito y crédito.

Deben estar en mi mochila negra...pensé

La busque por toda la habitación y no estaba, solo había un morral negro  con pines de anime tiernos por fuera y dentro un bolsillo chiquito había más pines de anime pornografico, abrí el cierre más grande del morral y  había una carpeta de colegio de alguien llamado  Kim Taehyung. 

Me asusté, tenía miedo que hubiera hecho algo malo, mire a mi al rededor la habitación buscando a ese chico,  temía que me hubiera drogado, pero estaba preparado para todo. 

En donde estaba  tenía las paredes pintadas de  blanco y no tenían humedad, había posters de Toy Story, todo estaba limpio y brillante, parecía una habitación normal de cualquier persona. Abrí y cerré los ojos intentando volver a la normalidad.

 Ya no  tenía mis cosas, en cambio había  una cama de pino con un acolchado azul,  una mesita de luz de color  madera que se al lado de la cama, sobre la mesita de luz había muñecos de Dragón Ball y un velador de Toy Story al lado del ropero había  una silla llena de ropa y sobre ella estaba el morral. 

Se trataba de un niño pequeño.

—Tae, mi amorcito vas a llegar tarde levantate—dijo una señora a lo lejos

A continuación  escuché un ladrido detrás de la puerta de un perro, me acerque a abrirla y  tal como lo pensé era un pequeño peludito de color negro y marrón clarito.

 Entro  y se subió a la cama, me acoste a su lado  para acariciarlo porque me parecía muy tierno   y me mordio.

—Perro de mierda—dije 

Mi dedo estaba con un poco de sangre.
En ese momento busque el baño para ponerme una curita en el dedo, entre al cuarto a hacer mis necesidades y  me cure el dedo. Al mirarme al espejo pegue un gritó, no era yo era un adolescente de nuevo de  dieciete años metido en un cuerpo de otro   .
Tenía el pelo marrón chocolate, ojos café, una nariz pequeña y mis labios eran finitos y de color  rosado y tenía dientes como si fueran de leche.  Ya no tenía los ojos caídos como antes, ahora parecía tierno. Mire mis orejas y tenia dos pendientes en cada una, en la oreja derecha  tenía tres aritos y además eran enormes pero tenía suerte, con el pelo las tapaba .

Me levante el pelo para ver mis cejas y eran muy finitas, como si se las depilara todo el tiempo.

— Que horror, soy horrible—dije y de nuevo grito esa mujer desquiciada, no me quedaba otra que vestirme, quería quitarme el pijama azul, entre la ropa busque algo "normal" su ropa era muy extraña y colorida.

Finalmente me puse una camisa blanca con un jean rotos  y baje las escaleras, supongo que algo tenía que hacer .

—¿Así piensas ir al colegio?—dijo una señora de pelo castaño que estaba vestida con una camisa blanca y un pollera sexy pegada al cuerpo.

La mamá de Tae era una cuarentona muy sexy y era una mujer de clase alta.

—Respondeme Kim Taehyung o piensas quedarte ahí parado—insistio ella

—Me gusta como me vestí ¿No te agrada?—dije desafiando la, m gustaba verla enojada

—¡Esa camisa es para ir a la iglesia, te la quitas!— grito eufórica y empezó a discutir por una simple camisa, me la quite y me puse una remera negra con el logo de Pokémon y nos fuimos no se dónde.