Capítulo V

 
 

Los nuevos aprendices caminaron hacia el centro de la montaña para encontrarse con los dioses que los elegirían para ser sus aprendices. Los hombres y las mujeres estaban separados en dos grupos distintos, tal y como indicaban las tradiciones del reino de los humanos.

Curarse las heridas había sido todo un desafío para Ling Yue, quien se sintió preocupada acerca de lo que debería hacer para se una aprendiz digna de los dioses que los acompañaban en la montaña. Toco suavemente su brazo herido, esperaba que la herida no se abriera y dejara en evidencia el incidente con el Nian.

Intentando no pensar en ello, se centró en mantener sus pensamientos a raya, a medida que las charlas de sus compañeros, especulando sobre las pruebas, la hacían sentir un tanto inquieta e insegura de sus capacidades. Fue entonces que la aparición del Emperador Celestial delante del grupo, la trajo de regreso.

—Saludos a su Majestad — dijo uno de los maestros de la montaña haciendo una reverencia que todos los presentes imitaron.

—Me alegra que todos los elegidos estén aquí, espero que la montaña haya sido de su agrado — menciono con una sonrisa, que no llegaba a reflejar ninguna emoción en sus fríos ojos azules.

—Gracias a la generosidad de su majestad — contestaron los jóvenes al unísono, y el hombre continuo.

—Ha llegado el momento de que cada uno de ustedes pase la prueba que los guiara al dios que será su maestro — anuncio refiriéndose a los dioses que estaban detrás de él, los cuales Yue no había notado que estaban ahí. —Para ello todos deberán buscar un lugar y caminar al interior de la plataforma que nos separa. La cual se encuentra bajo mi hechizo. Ahí encontrarán su prueba y su destino, así que todo lo que me queda es desearles éxito. — explico indicándoles la plataforma con la mano.

Los jóvenes caminaron y se posicionaron en un lugar determinado en el borde de la plataforma, incluida Ling Yue quien se sintió inquieta de lo que pudiera haber del otro lado. A simple vista no parecía haber nada justo delante de ellos, por lo que tomando una respiración profunda dio un paso a delante, entrando en una especie de salón amplio en el que se encontró completamente sola.

De repente distintas puertas se revelaron ante sus curiosos ojos. No parecían haber diferencias entre ellas, lo cual la desconcertó aún más, preguntándose donde estarían los demás y si este sitio lucía igual ante la mirada de todos o era solo una ilusión creada para ella.

La muchacha caminó con cautela admirando las ocho puertas, intentando encontrar la más adecuada para abrir ¿Qué habría al otro lado?

Sin perder más tiempo, Yue cerro sus ojos y camino hacia adelante siguiendo su instinto. Puede que lo que estuviera haciendo fuera algo tonto, sin embargo, ninguna de las puertas le transmitía algo diferente, por lo que si tenía que escoger una mirándolas a todas terminaría en un bucle de indecisión que no le permitiría avanzar.

A veces simplemente no había que pensar demasiado en lo que se veía a simple vista, ahora solo se dejaría guiar por su instinto y abriría la puerta que debía afrontar.

Es así como llego a una puerta y la abrió manteniendo los ojos cerrados. Pronto un frío gélido la golpeo, haciéndola temblar, mientras sintió que el frío le calaba hasta los huesos. Sin perder el tiempo, miro a su alrededor encontrándose en un inmenso e imponente bosque silencioso cubierto de nieve.

Nieve y frío, eran dos elementos que nunca habían sido sus favoritos. El invierno siempre era la época en la que más vulnerable estaba y que su prueba fuera en un lugar como este, solo le parecía demasiado irónico. Se sentía como si se estuvieran burlando de ella.

Entonces una voz profunda y resonante llego a sus oídos.

— Bienvenida, Ling Yue, al bosque de hielo —  dijo la voz, que parecía provenir de todas partes. — Has elegido la puerta más difícil de todas, la que te enfrenta a tu mayor debilidad. El frío es tu enemigo, y solo con tu voluntad y tu fuego interior podrás superarlo.

La chica  sintió un escalofrío recorrer su espalda, y se abrazó a sí misma para conservar el calor. La voz había dicho que se encontraba en el bosque de hielo 

«¿Por qué el bosque de hielo? ¿Estará relacionado con la diosa de la nieve? ¿Cómo sabía que el frío era algo que la hacía sentir débil?», pensó intentando aclarar sus dudas.

— No temas, no estoy aquí para hacerte daño, sino para ponerte a prueba — continuó la voz. — Si quieres encontrar a tu maestro, tendrás que demostrar que eres digna de aprender de su sabiduría. Por ahora debes buscar una forma de atravesar este bosque helado, y llegar hasta el lago congelado, donde encontrarás el acertijo que podrá sacarte de aquí. Pero ten cuidado, el camino está lleno de peligros y obstáculos, y el tiempo es limitado. Si tardas demasiado, el frío te consumirá, y morirás aquí.

Ella se quedó sin aliento, y sintió el pánico invadir su pecho; sin embargo, se forzó a mantener una expresión serena y la mente en blanco. ¿Cómo podría atravesar el bosque sin su espada? ¿Y si no lo conseguía? ¿Y si moría?

—No lo entiendo, no estás aquí para hacerme daño, pero ¿estás sugiriendo que mi propia incapacidad de tomar las mejores decisiones podría atraparme aquí?

—No te desesperes, Ling Yue, aún hay esperanza —  dijo la voz, con un tono más suave. —Hay una forma de que puedas sobrevivir al frío, y es usando tu propia energía vital. Tu sangre es cálida, y tu corazón es fuerte. Si logras concentrar tu energía en tu centro, podrás crear una llama interna que te protegerá del frío. Pero debo advertirte que usar esto tiene un precio: cada vez que uses tu energía vital, estarás acortando tu propia vida. Así que úsala con sabiduría, y solo cuando sea necesario.

Aunque había leído hace mucho tiempo acerca de energía vital y los métodos para usarla, nunca lo había intentado, porque es casi como una sentencia de muerte, por lo que escuchar esa alternativa de la voz, la sorprendió.