La trampa

Ósver hojeó sus cuadernos y recordó que los exámenes trimestrales empezaban al día siguiente. No había estudiado y tampoco tenía intención de hacerlo. Con desgano, tomó el cuaderno y su Walkman, que podía grabar, y repasó en voz baja lo que entraría en el examen de historia. Luego, cortó el auricular defectuoso de sus audífonos, dejando solo uno funcional con un cable largo.

Se puso la casaca de educación física sobre el uniforme escolar y escondió el cable de audífonos por la manga izquierda, dejando que el auricular asomara apenas en la palma de la mano. El Walkman lo sujetó discretamente a la correa. Todo listo para enfrentar el examen al día siguiente.

Durante el examen, Ósver se sentía tranquilo porque consideraba que su nueva forma de hacer trampa era innovadora, porque escribir plagios en pedacitos de papel era arriesgado; una vez estuvo a punto de ser descubierto y tuvo que desechar uno, que parecía un acordeón, en la papelera. La directora había encontrado su papelito en el bote de la basura y lo mostró en la formación delante de toda la secundaria

—¿Cómo pueden rebajarse a esto? —había dicho la directora, mientras sacudía la larga tira de papel—. ¿Sabían que esto es un acto de robo, un latrocinio? Vamos a averiguar de quién es esta letra.

Nunca lo descubrieron, pero Ósver no quería arriesgarse de nuevo. Se sentó en su pupitre, mientras el profesor ya repartía los exámenes. Apoyó la cabeza en su mano, con el codo sobre el escritorio, en una posición que le permitía ocultar el auricular en su oreja. Con la otra mano respondía el examen y controlaba el Walkman, escondido en la cintura.

La desventaja de este método era que Ósver tenía que avanzar y retroceder la cinta de casete para buscar respuestas específicas como fechas y lugares. Lo peor era cuando tenía que cambiar el casete al lado «B», lo que producía un sonido espantoso, pero lograba hacerlo. De esta manera, pudo resolver casi todos los exámenes del año, excepto el de matemáticas, en el que una compañera, la más estudiosa del aula, le ayudaba pasándole los papelitos con los ejercicios resueltos.