CAPITULO 06

4. BUCEO

No sé cuánto tiempo resistiré así, ya pasaron 2 meses y sigo empeorando, no se como are lo del buceo, sé que pronto él se dará cuenta y quiero disfrutar cada minuto de mi tiempo con ellos, ya lo estoy sintiendo, ya estoy sintiendo mas cerca, el día de mi muerte probablemente llegue pronto, así que no importa cuanto me tenga que esforzar, lo tengo que hacer.

—Meis, ¿ya estas lista? — le pregunto recargándome en la puerta de su habitación, hoy me están doliendo todo el cuerpo, a duras penas me puedo mover. Creo que tendré que dar mi mayor esfuerzo para no dejarme caer.

Tengo que ir nuevamente al médico, quiero saber cuánto me queda, ya casi tengo su regalo listo, solo me faltan los últimos deseos para terminarlo.

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Ya estamos en la playa, a punto de zarpar, un yate nos llevara a lo mas profundo del mar, para luego sumergirnos y encontrar las infinidades de cosas que hay debajo.

El yate empezó a moverse, la vista es lo que más me gusta de todo esto, pronto no la vere más, quiero disfrutar de estoy lindos paisajes, de la briza chocando con mi cuerpo, de ver la cara de mis dos personas favoritas.

En instructor de buceo nos empezó a dar las indicaciones, prestamos una suma atención a sus palabras. Al terminar nos sumergimos en el agua, he de aceptar que al entrar en el agua el cuerpo me dolió horriblemente, pero me aguanté, empecé a sumergirme mas y mas en el agua, hasta llegar a unos hermosos corales, todo era muy hermoso, jamás había hecho esto, me acerco a Leo y a Meis, ellos me miran y me muestran unos peces que estaban observando, los vi, eran hermosos, nadaban juntos, en familia, sin dejar a nadie atrás. Saber que ellos me tienen que dejar atrás, solo como un recuerdo, para poder seguir sus vidas, es algo que me duele, no poder acompañar los logros de mi novio o estar en la graduación de Meis, las ganas de llorar me invaden, pero estando debajo del agua es casi imposible, solo les deseo lo mejor en sus vidas.

El instructor nos empezó a llamar, para que fuéramos a un lugar, lo seguimos y nos llevo a un barco, era increíble, se veía como en las películas, era simplemente impresionante, nos acercamos, y pudimos detallarlo mejor, estaba, casi completo, le faltaban algunas partes, pero se veía que llevaba años aquí.

El instructor saco una especie de cámara y con señas, nos dijo que posáramos para la foto, los tres nos acercamos, yo me hice en medio, la cámara demoro un poco en tomar la foto, pero se logró, después, de un tempo tonteando y divirtiéndonos, llego la hora de salir, nos acercamos al yate y nos empezamos a subir, cuando ya podíamos respirar el aire salado del mar, fue la mejor sensación que sentí. El yate nos empezó a llevar nuevamente a la orilla del mar.

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Después de eso decidimos ir a comer algo, nos fuimos a un restaurante de mariscos, mientras esperábamos nuestra comida, yo saque la lista de mi maleta, Meis me miro raro, se me olvido que a ella no le dije lo de la lista.

COSAS QUE TENGO QUE HACER ANTES DE MORIR

1. Ir a un concierto de rock

2. Tener una cita romántica, como en las películas

3. Subir en un globo

4. Hacer buceo

5. Tirarme de un paracaídas

6. Caminar por la orilla de la playa con el amor de mi vida

—¿Qué haces? — me pregunta.

—subrayo las actividades que ya hicimos — ella se acerca y lee el título, ella me miro a los ojos y me señalo a Leo, se que quiere que le diga la verdad, pero no va pasar hoy, así que niego con la cabeza, ella me vuelve a señalar a Leo con su ojos, para luego abrirlos, como si me digiera que estoy loca por no decirle.

—¿Qué pasa? — las dos lo miramos al tiempo, veo que Meis iba a hablar, pero la detengo.

—nada, cosas de chicas, tu sabes — el frunce el seño y nos mira a las dos.

—okey, raritas — los tres nos empezamos a reír, extrañare pasar tiempo con mis personas favoritas.