CAPITULO 7

Íbamos saliendo del aeropuerto y el Sr.Gerard con Jhon el novio de Estella llevaban mis maletas, yo iba muy anima hablando con Estella, le iba comentando que tengo un par de amigas muy locas acá en Los Ángeles que llevaba tiempo sin ver, para ser más específicas dos años, desde que fui obligada a irme a vivir a Chile junto a mi tía Alice, dos años de sufrir constantes maltratos de parte de ella y mi hermano, no sé de dónde saque el coraje para irme del lado de mi tío.

La voz del sr. Gerard me saco me mis pensamientos:

— Querida hoy te quedarás en nuestra casa, ya que el apartamento aún no está listo y lo estará el día de mañana.

—Ok sr. Gerard no se preocupé y gracias por todo —le dije sonriendo.

Cuando llegamos a la casa del sr. Gerard, que más que casa parecía una mansión, Estella me la enseñó por completa, habitación por habitación, luego de pasar una agradable tarde, nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, me levanté temprano y desayune con el sr. Gerard, que me dijo que mi apartamento estaría listo a medio día, también le pregunté por cuanto tiempo debería estar en Los Ángeles, me dijo que, como unos dos años, aunque bueno yo no me pensaba ir de acá pero igual sentí curiosidad.

A medio día junto al sr. Gerard y Estella nos fuimos al que sería mi apartamento desde ahora, al llegar el departamento era enorme tenía una amplia sala de estar, una cocina hermosa y cuatro habitaciones, la habitación principal era la más hermosa de todas y más grande claro, con una cama matrimonial y un balcón con una vista hermosa, cuando me quedé sola en el departamento, ordene un poco y luego decidí dar una vuelta por una plaza que estaba por aquí cerca. Me haría bien algo de aire fresco y además ver el paisaje de la plaza.

Cuando llego, veo los niños jugar, tan alegres y contentos al lado de sus padres. Suelto un suspiro, quisiera estar así con mis padres. Mis ojos se cristalizan ante el recuerdo de mis padres y de estar con mi hermano feliz y sonriente.

Me senté en una banca que había cerca con las rodillas en mi pecho y estaba a punto de llorar, pero escucho una voz familiar.

—¡SRA.GREY! —Volteo para ver de donde proviene esa voz. Pero no puedo ver nada, ya que unos brazos me abrazan tan fuerte que por poco me caigo— ¡De verdad eres tú! Ya sabía yo que no podrías vivir sin esta morenaza.

—Ya Angie la vas a ahogar—Escucho otra voz conocida y ahora me pongo a llorar— y sigues tan llorona como siempre.

Siento otro par de brazos abrazarme y lloro como niña pequeña en estos brazos. Las había extrañado tanto, no pensé que las volvería a ver y menos que me reconocerían.

—Ha pasado bastante tiempo, las extrañe mucho—Susurro.

—Nosotras también te extrañamos —Dicen a la vez.

Cuando nos separamos nos sonreímos y nos sentamos en la banca que estaba anteriormente. Menos Angie, que tiene su vista en un punto en particular. Le voy a preguntar hasta que dice:

—Chico guapo a la vista, actúen normal —su "actúa normal" es pararse provocativa-mente mientras se muerde los labios mirando al chico. Río.

—Nunca va a cambiar—Murmura Clara a mi lado sonriente.

—Si cambiara no fuera ella.

—¡Hey chico! ¿No quieres probar una morenaza? —Grita—¡Hey! ¡No corras! Joder ningún chico puede con tanta sensualidad en una mujer.

Ya no aguanto y río con ganas. Déjenme presentarlas... Angie, llego aquí a penas a los 10 años ahora tiene 18 años. Somos amigas desde hace tiempo y es una loca, es morena, alta, ojos oscuros y cabello negro, toda una latina. Como ella dice ningún chico ha podido con ella. Entonces esta Clara, ella llegó aquí a los 11 años y ahora tiene 21 años, es como nuestra madre, siempre preocupándose por nosotras, es un poco más baja que Angie, su pelo lo tiene largo y un cuerpo envidiable, es algo sería, pero tiene su música por dentro. Luego de las presentaciones pertinentes.

— Ya Al cuéntanos ¿qué haces acá y porque te vemos tan triste?, y no nos digas que es porque te encontraste con nosotras —me dijo Clara algo seria.

—Bueno que va, solo estoy feliz de verlas.

—Anda Al, no nos mientas, dinos ¿qué haces aquí? —esta vez hablo Angie. A estas chicas no les puedo ocultar nada, ni siquiera me creen que estoy bien.

— Bueno como no puedo ocultarles nada les contare, aunque yo no quería que fuera así…

— ¿Y cómo querías que fuera? —me pregunto Clara.

— Mmm no se en un bar o que se yo, puede que en mi nuevo departamento bebiendo hasta no dar más, bueno lo último olvídenlo no me gusta beber.

—Tengo una idea —dijo de pronto Angie, que grita en vez de hablar, ambas le prestamos atención a su muy serio rostro. — ¡Dinos ya! —le gritamos, ya deseosas de saber qué es lo que estaba pensando nuestra loca amiga. — Vamos a un Strip Club, el más cercano que encontremos y nos cuentas todo.

Lo siguiente que vi fue que Clara le daba un golpe en la nuca a Angie con una mirada des-aprobatoria.

— Primero a esta hora los Strip Club están cerrados, y segundo no menos importante, no es lugar para que nuestra amiga nos cuente que sucede.

— ¡Aush! Clara eso duele —dijo Angie sobándose la nuca— pero está bien tienes razón, entonces vámonos a tu departamento Al… ¿Y tú como sabes a qué hora abren los Strip Club?

— Cállate —le dijo Clara a Angie con un leve sonrojo en las mejillas ¿Lo vieron? Clara tiene su música por dentro Ya luego nos fuimos a mi departamento.

Supongo que me hará bien hablar con ellas y sentirme en familia nuevamente. Llegamos a mi departamento y se los enseñe a las chicas, estaban fascinadas con lo que veían.

— Bueno Al, ya estamos aquí es hora de la verdad no crees.

— Si bueno aquí vamos, pues verán…—así es como mis amigas se enteraron de todo lo que sufrí estos dos años sin vernos, lo cambiado que esta mi hermano, y los maltratos de mi tía, como me decían "Rara" en la escuela, también les conté de Jesse, de cómo me defendía de mi hermano, que está enamorado de mí y por ultimo de Flyn, ese chico no salía de mi cabeza, es raro, ya que la primera impresión no fue muy buena que digamos, ósea me trato de Zorra y a los días me andaba pidiendo que regresara a casa, mis amigas se quedaron en silencio y luego hablaron ambas.