V. Lo amo

Las cosas estaban muy tensas entre Hyunjin y Jeongin, durante toda una semana no se hablaron ni contactaron.

Era muy complicado que uno de ellos diera su brazo a torcer. Jeongin sabía que tenía una parte de la culpa pero Hyunjin no debió reaccionar así. Incluso parecía que le estaba echando la culpa de que no hiciera planes esos días durante muchos años.

La última hora de clase terminó, Jeongin debía salir de su salón e ir al campo de fútbol para animar a la universidad.

―Jeongin ―se estremeció al escuchar esa voz, hace tres semanas Hyunjin le prometió buscarlo para estar juntos ya que Felix tenía que hacer prácticas.

La garganta se le cerró, no podía pronunciar una palabra.

―Hyunjin...

Cuando se vieron a los ojos no aguantaron más y se entregaron a las lágrimas, nunca habían tenido una pelea así de fuerte.

Sin decir una palabra se acercaron para darse un abrazo, uno que era tan reconfortante que solo se escucharon suspiros.

―Lo siento ―habló primero Hyunjin, necesitaba sacar ese nudo que estaba en su corazón desde ese domingo, sabía que cometió un error al enojarse y que Jeongin no era responsable por cancelar sus citas, porque él tenía razón, nunca le pidió o exigió pasar un día completo a su lado.

―También lo siento, debí avisarte ese día ―el corazón de Jeongin estaba como loco, estás dos semanas sufrió mucho, se sentía solo y es por esa razón que Jeongin sepultaba sus sentimientos, pero ahora no podía controlar sus emociones ―es solo que estaba muy entusiasmado con la cita y...

Hyunjin acarició tiernamente la cabeza de Jeongin, le daba tranquilidad saber que el contrario no estaba resentido con él.

―No debes disculparte, debí entender la situación ―se quedó pensando por un momento ―después de todo en la escuela te metía en problemas por querer pasar un poquito de tiempo con Felix.

Jeongin solo se aferró más al abrazo, no quería pensar en esas noches de insomnio porque no paraba de soñar en un destino diferente, dónde ellos tenían una relación.

―Lo hice porque eres mi amigo ―las palabras se sintieron muy amargas en esos momentos.

Estuvieron unos minutos más en esa posición, la calidez del cuerpo contrario les traía paz, eran el uno para el otro, como mejores amigos.

Ya calmados y cada uno en un asiento diferente se dispusieron a hablar, más que todo Jeongin debía contar lo que sucedía con Chris, como un excelente mejor amigo Hyunjin debía aprobar esa relación y saber que sentía Jeongin.

―Ahora cuenta todo ―dijo seriamente, causando un escalofrío en Jeongin ―¿Cómo empezaron a salir? ¿Qué carrera estudia? ¿Es mayor o menor? ¿Te trata bien? Y lo más importante ¿Lo amas?

Jeongin se quedó sin palabras, claro, podía responder todas las preguntas, menos una.

¿Realmente amaba a Chris?

Era una pregunta sin respuesta, todavía, esperaba algún día tener la respuesta a esa pregunta. Poder decir orgullosamente que Chris es el dueño de su corazón.

―Comenzamos a salir porque Chris me invitó a una cita, la carrera que estudia es administración de empresas, es mayor que yo por dos años, sí, me trata excelente y...

Las palabras se quedaron estancadas en su garganta, su propio corazón le impedía decir mentiras.

Hasta que una idea cruzó su mente.

―Es un buen chico ―recordó todo lo que sentía con Hyunjin ―simplemente verlo me pone feliz, desde hace tiempo que mi corazón late desenfrenado por él, al estar frente a él todo el mundo desaparece, los ligeros roces de nuestras manos hace que mi mente se quede en blanco.

Suspiro enamorado, buscando por algún rincón de su mente la declaración que le tenía a Hyunjin.

―No es perfecto pero sus imperfecciones lo hacen increíble ante mis ojos, las horas que pasó con él se sienten como unos segundos, incluso si pasáramos mil años sentiría que fueron unas horas, me encanta pasar tiempo con él, está sensación es nueva para mí y quisiera decir en voz alta...

"Que te amo Hwang Hyunjin"

―Lo amo, amo a Bang Christopher.

Aquí era el inicio de una nueva página para la vida de Jeongin, la etapa de un amor no correspondido se acabaría, Hyunjin ya tiene un camino que seguir.

Ahora le tocaba a Jeongin crearse su propio camino.