La Paz de un Villancico

12. DECISIONES

SARAH

Dos, dos fueron los días que estuve en el hospital. Me atendió un ginecólogo y un oncólogo. Me explicaron todo lo que necesitaba saber. Las opciones, las posibilidades, los tratamientos, los pros y los contras de continuar con mi embarazo o sin ningún tipo de tratamiento.

No quería hacerle daño al bebé. Después de que me hicieran una ecografía y escucharan el suave y celestial sonido de su corazón, estaba segura de que quería conocer a ese pequeño. Mis padres, Alena y Simón, apoyaron mis decisiones. Iba a seguir viviendo en Nueva York, donde hay mejores hospitales, mejores médicos y más posibilidades de no ver a Matthew que en Utah.

Al salir del hospital, les dije a mis padres que me dejaran en mi dormitorio. Gabriella me había enviado mensajes de texto sin parar y no me he atrevido a responderle. Ella sabía que mis padres estaban conmigo. Así que, cuando regresé al dormitorio, Gabriella y Candice me estaban esperando. En el momento en que entré, sus rostros se iluminaron con preocupación y alivio. Gabriella dejó caer su violín y Candice se acercó corriendo y me abrazó fuerte.

—¡Sarah! ¿Dónde has estado? ¡Estábamos tan preocupadas! —dijo Candice. Respiré entrecortadamente, sintiendo el peso de los últimos días cayendo sobre mis hombros.

—Tengo... tengo algunas cosas que decirte —dije temblando intentando encontrar una manera de decirles—. ¿Podemos sentarnos?

Nos reunimos en nuestra pequeña sala y les conté todo; Gabriella ya sabía del embarazo, pero lo demás no, la leucemia, la decisión de quedarnos en Nueva York. Cuando terminé, ambas estaban en silencio; era difícil mirar sus rostros. Supongo que así es como todos los que se enteren de mi historia comenzarán a verme.

—Sarah —dijo Gabriella suavemente, sus ojos brillando con lágrimas contenidas—. Eres tan fuerte; eres joven. Ni siquiera sé qué decir.

Candice tomó mis manos y masajeó el dorso de ella con las yemas de su pulgar.

—Estamos aquí para ti. Cualquier cosa que necesites, estaremos allí. Y vas a luchar contra esto, Sarah. Por ti y por tu bebé. Seremos esas hermanas y tías consentidoras. Tu nos has hecho sentir familia y eso somos. Un grupo de locas que el destino juntó. —Asentí con efusividad mientras las lágrimas corrían por mi rostro.

—Gracias. Voy a actuar en la última presentación. Será mi primera y última actuación allí, pero voy a darlo todo. Por mí, por el bebé, por todo lo que he perdido y ganado —Nos abrazamos, dejando salir nuestras emociones.

Unos días después, llegó la noche del espectáculo. Me quedé detrás del escenario, con el corazón latiendo fuerte en mi pecho. Gabriella y Candice me habían ayudado a prepararme, vistiéndome con un sencillo pero elegante vestido negro.

Cuando subí al escenario, el foco me cegó momentáneamente, pero el sonido de los aplausos llenó la sala y me hizo salir de i aturdimiento. Me senté frente al piano, con los dedos temblando mientras flotaban sobre las teclas. Respiré profundamente y comencé a tocar.

La canción que elegí fue una balada de amor que había escrito, muy parecida a la que escribí para mi admisión, sin embargo, le había cambiado la melodía y añadido un poco en sus letras. Cada nota llevaba el peso de mis emociones, cada palabra una confesión del amor y el dolor que había estado conteniendo en mi interior. Mientras cantaba, la sala se quedó en silencio, el público prestaba atención a las letras que cantaba.

Cuando llegué al último verso, las lágrimas corrían por mi rostro. Las emociones que había mantenido reprimidas se derramaron, dejándome en carne viva y expuesta. Cuando la última nota se desvaneció, susurré al micrófono:

"Tal vez el amor pueda suceder para nosotros en otra vida".

El aplauso fue abrazador a mi dolido corazón, pero apenas lo registré. Me puse de pie, hice una reverencia y salí del escenario, sintiéndome más ligera y con un enorme peso encima al mismo tiempo. Mi padre me abrazó cuando los vi detrás del escenario.

El espectáculo era una competencia; sin embargo, participé únicamente para mostrar mi talento. Me sorprendió ganar el premio a la mejor actuación.

Cenamos para celebrar e invitamos a Gabriella y Candice a unirse a nosotros ya que sus padres no pudieron asistir a la actuación. Fue una buena noche, una que recordaré por siempre.

—¿Cómo te sientes hoy? —preguntó Gabriella con voz suave mientras se inclinaba hacia mi habitación a la mañana siguiente. No me sentía bien.

—Un poco mareada, un poco cansada, pero estoy bien —Le sonreí levemente.

Gabriella entró y colocó un recipiente con sopa en la mesilla de noche.

—No te desanimes, eres más fuerte de lo que crees, ¿sabes? Yo siempre he sido fiel creyente de que las cosas malas le pasan a gente buena para darnos el ejemplo y hacernos ver lo fuertes que somos. Que si ustedes pueden, nosotros los débiles podremos también. No sé si más bien estoy haciendo mal en decirte esto, pero es como yo veo las cosas. No hay prueba que no puedas sobrepasar, Sarah, Estoy segura que en un tiempo, veras esto como la peor de las pruebas de tu vida, pero saldrás victoriosa.

Quería creerle, pero a medida que pasaban los días, parecía imposible seguir siendo fuerte.

Me mudé unos días después, ya no iba a ser parte de Juilliard. Mi decisión era definitiva.

Agradecí a los maestros con los que compartí durante el verano y al director quien al exponerle mi situación, me dijo que las puertas estarían siempre abiertas para mí, cuando estuviera completamente recuperada y lista para alcanzar mi sueño.

Entonces, conseguí nuevos compañeros de cuarto, mis padres. ¿o fueron ellos quienes consiguieron una nueva compañera de cuarto? No lo sé.

Ellos se sintieron destrozados cuando les dije que no asistiría a Juilliard. Mi madre lloró durante días, rogándome que lo reconsiderara.

—Este era tu sueño, Sarah —dijo con lágrimas corriendo por su rostro. Me dolía muchísimo verla así, pero no me creía capaz de poder con todo al mismo tiempo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.