Queridos lectores que Amaron esta historia muchísimas gracias por la paciencia (involuntaria) que me han tenido, les agradezco sus animadores comentarios. Estuve un par de años buscando editoriales con las que pudiera trabajar, pero no soy una escritora popular así que no tuve éxito, vi que lo podía publicar yo misma en Amazon y que se imprimiera a demanda. Así que trabaje para cumplir los requisitos y lo logre, el libro ahora esta disponible en Amazon.
Sé que a muchos no les va gustar el precio, pero ese es el precio mas bajo al que lo pude llevar, por que es un libro de muchas paginas; muchos me han dicho que debería quitar el libro de estas plataformas gratuitas para que la gente tenga que comprar el libro, pero creo que eso seria ser mal agradecida con todos y todas ustedes...
Lo que sigue a continuación es parte de la historia de John y Sarah y esta como relleno para llegar al la cantidad de palabras que necesito para que a ustedes le llegue la notificación.
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Comenzaba el primer día de escuela, una pesadilla para la mayoría de los hijos y un triunfo para todos los padres.
John era particularmente inteligente pero lo que en realidad le gustaba de la escuela era estar con sus amigos todo los demás era un punto a parte.
Sarah por otro lado era del tipo que podía estar dibujando en medio de la clase, y, sin embargo, era capaz de responder a cualquier pregunta sin problemas, muy inteligente, nada aplicada y muy poco sociable.
A la salida de la primera clase John vislumbro por casualidad la figura de Sarah, instintivamente se acercó sin que ella se diera cuenta a ella como para asustarla, pero las cosas no le salieron como lo planeo, pues Sarah le dio un fuerte golpe directo al estómago.
— ¡Rayos! — le dijo ella — ¡me asustaste!
— Tú me dañaste un par de órganos.
— Tenía que pegarte más fuerte.
— ¿Ustedes se conocen? — preguntó un compañero de John que había visto el encuentro.
— Ella... eso es Sarah. Es una amiga.
— ¿Quieres que te vuelva a golpear? — le dijo ella en tono amenazante.
— No gracias — le dijo John se volteó hacia su amigo — Sarah es hija de un amigo de mis padres; Por cierto, ¿Sarah quieres venir a jugar a mi casa? — le dijo John y su amigo le dio un codazo.
— No hay problema le diré a mi padre y seguro que podré ir.
— Bien, entonces nos vemos después.
Ellos se separaron y el amigo de John comenzó a instigarlo, pues había invitado a una chica de incluso otro salón y grado a jugar con ellos.
— ¿Cómo se te ocurre invitar a una niña a jugar con nosotros?
— Ella es buena (mejor que todos ustedes) y es la única que es competencia para mí.
— No te creas que eres mucho John.
— Casi siempre que jugamos yo gano, así que soy el mejor.
Cada quien volvió a su posición, los profesores hablaban como siempre lo hacen, explicaban un tema como si a alguien le importara realmente y luego ponían las tareas, el día en si paso sin penas ni glorias. Hasta que llegó la tarde.
El grupo de niños estaban reunidos en el cuarto de juegos de John, discutían por la presencia de una niña en el lugar.
— No creo que sea buena idea dejar a una niña jugar con nosotros — intervino Trevor — Además, se ha tardado una eternidad en llegar.
— John, ¿Estás seguro de esto? — le dijo Alex — esa niña no nos va a ayudar a ganar; para eso hubiésemos puesto a mi hermanita.
— Tu hermanita es una niña normal; Sarah es...
— Él anormal eres tú — le dijo Sarah entrando al cuarto.
— ¡Llegas tarde! — le replicó John.
Los demás niños solo miraban a Sarah fijamente.
— ¡No es mi culpa! — dijo ella en tono defensivo — llegue hace un rato, pero tus papás actúan como si jamás hubiesen visto una niña.
— En realidad no hay ninguna en la familia, y mi mamá siempre quiso una niña.
— ¿Qué tal si dejamos de hablar y jugamos? — dijo Trevor y luego miró a Sarah — Sí pierdes tendrás que salir del equipo — le dijo.
— ¿Y si gano? — dijo ella.
— Te quedas — dijo Trevor a regañadientes.
— ¿Cómo comenzamos? — dijo Sarah — ¿a quién le pateó el trasero primero?
— Alex vs Sarah — dijo John.
John en realidad quería demostrarles a sus amigos que ella era buena jugando y su plan era sentarse a ver como ella les paseaba el trasero a sus amigos.
— Eres muy confiada — le dijo Alex — veamos hasta donde aguantas.
Sarah sonrió de manera burlona y comenzó la competencia, Sarah ganó y por muchos puntos.
Llegó el turno de Trevor y este niño no estaba dispuesto a tener a una chica en su grupo así que puso todo su esfuerzo en derrotar a Sarah, jugaron tres veces, estuvo bastante reñido y Sarah perdió la primera, pero la segunda y la tercera las gano.
— ¿Qué dicen ahora? — les preguntó John.
— Sí es buena — admitió Alex — pero no como para unirse a nuestro grupo.
— Aún creo que es mala idea — insistió Trevor.
— Sarah sí estará con nosotros — dijo John ignorando a sus amigos — es buena y les va a agradar.
— ¡Es una niñita! — dijo Trevor algo enojado por no ser tomado en cuenta en ese momento.
— ¿Si saben que estoy aquí? — les dijo Sarah — No han considerado si me importa o no lo que ustedes discuten.