Ha llegado el día de la junta con los accionistas y socios de la compañía, hoy Serenity será quien les explique cómo se maneja el sistema antifraude que diseñó y como descubrió todo el embrollo que terminó con dos personas tras las rejas.
En lo que hablo otro asunto con los demás, a mi móvil llega un mensaje
Serenity: " Ya estoy aquí, pero la recepcionista no me deja entrar"
Yo: "dile quién eres y a qué vienes"
Serenity: "no me cree, dice que no puedo pasar sin carnet"
Yo: "ok, mandaré a Antonio"
Salí de la sala de juntas y mandé a Antonio a buscar a Serenity.
Por fin llego ella y se presentó ante todos, una mirada filosa tuvo lugar entre ella y Kristine, aunque es evidente (para mi) que está nerviosa, ella respira hondo, se presenta y comienza a explicar tanto el proceso como uso del programa que ha implementado, la forma del fraude y otras cosas del sistema.
— El sistema es fácil de verificar y seguro, protege la empresa de cualquier tipo de fraude y además el sistema regulariza los datos de ganancia y gastos realizados normalmente para aportar mayor control sobre las finanzas — les dijo.
— Eso no es nada nuevo, ¿qué tiene de especial tu sistema? — le pregunto Kristine
— La mayoría de los fraudes se ocultan asimilando gastos comunes, incluso los hay casi indetectables, regularmente nadie se fija en los robos demasiado pequeños, por eso alguno se aprovechan y crean miles de robos pequeños que en conjunto son un gran desfalco y como ya dije antes, el sistema mantiene un control estricto sobre el sistema financiero (es decir, regulariza las ganancias y gastos) por eso, es capaz de detectar cualquier cambio, por lo tanto prevé fraudes; Necesitas que te lo vuelva a explicar — dijo esto en un tono altivo que yo no le había oído jamás.
— ¿Y qué pasa con las transacciones grandes? — pregunto un ejecutivo.
— Para eso existe el sistema de registro, las transacciones grandes deben ser registrada, pero descuide los fraudes grandes son mucho más fáciles de localizar y la persona que lo intente quedará expuesta.
Ella respondió con seguridad y franqueza a las dudas y preguntas de todos, al final al terminar con la exposición todos estaban más que satisfechos.
— ¿George, podemos hablar un momento? — me dijo Hans, por lo que tuvimos que salir de la sala de juntas.
— ¡La muchacha es una Genio! — me dijo asombrado — ahora más que nunca quiero que ella le haga una revisión a mi empresa.
— Bueno, es posible que ella lo haga, pero es con ella que debe de hablar, no puedo controlar sus decisiones.
— No lo tomes de ese modo George, aunque me siento tentado a darle un contrato permanente para que trabaje en mi empresa como consultora.
No le respondí nada, y di un vistazo a la sala, solo para ver que Serenity le mostraba su anillo de bodas a uno de los caballeros, este retrocedió un poco y a ella se le dibujó una pequeña sonrisa en los labios.
Todos querían seguir hablando con ella, había demostrado su valía frente a un grupo de ejecutivos codiciosos que darían cualquier cosa por defender sus intereses.
— Disculpen — les dije — necesito hablar con la consultora.
Lleve a Serenity a mi oficina.
— ¡George, tu empresa es increíble! — me dijo cuando estuvimos solos — y tu oficina es gigantesca.
— Lo hiciste muy bien niña, como toda una profesional.
— Gracias; aunque para ser sincera me estaba nerviosa, hasta tengo un nudo en el estómago...
— Bueno, no es algo que se notara demasiado; por cierto, por un momento pensé que te habían cambiado, nunca te vi actuar de ese modo.
— ¿Cual?
— Defensiva, altiva tanto que rozaba con la arrogancia; Esa parte de ti no la había visto, es muy interesante.
Ella solo sonrió y bajó un poco la cabeza, volviendo a su actitud modesta.
— Eso es porque tu jamás has tratado de humillarme. Yo no dejo que nadie me humille solo porque quiera.
— ¡Vaya sorpresa!; pero, cambiando el tema, hay alguien que quiere hablar contigo.
— ¿Conmigo? ¿quien?
— Es el presidente de otra compañía, SminParadise. Pero, tendrás que esperar un rato pues tenemos una reunión.
— Claro — me dijo sin mirarme directamente.
— Puedes esperar aquí, usa la computadora si quieres.
— O me como los dulces que tienes escondidos en el cajón — me interrumpió de modo burlón.
No le pregunté cómo lo sabía, pues es probable que lo haya deducido por mi oficina en la casa.
— Bueno, esta es tú oficina por ahora — le dije.
Con eso salí y la deje usando la computadora para escuchar música (tuvo que ajustar mi sillón para alcanzar el escritorio)
Al parecer Kristine le informo a su padre de mi relación con Serenity.
— Cuando Kris me dijo que te habías vuelto a casar no me imagine que ella fuera tan joven, aunque es muy hermosa e inteligente.
— ¿Vamos a hablar de ella o de trabajo? — le pregunté de manera estricta.
— Claro — me dijo y seguimos hablando sobre el negocio que teníamos pendiente.
Luego de la reunión él quiso hablar con Serenity, yo los deje a solas en mi oficina y me quede hablando con Antonino.
— Al parecer la señora Harrison ha estado muy bien — me dijo — lo digo a juzgar por la reacción de alguno de los ejecutivos
— Sí, yo sabía que tenía potencial para ello.
— Es bueno que haya conocido esa faceta de ella.
— No, es una lástima que no la estuviera usando porque no le dieron oportunidad.
— Sí, es una situación que lamentablemente es común, el taxista que me trajo hace unos días es doctor y no ejerce, así hay muchos, es lamentable.
— Supongo que la vida puede ser injusta.
Después de que la reunión de los de Sminparadise Hans salió encantado por la verdadera personalidad de Serenity.