Katherine
Sigo sintiendo miedo hasta cuando bajo del auto que me trajo, me abrazo a mí misma mirando mi casa con lágrimas en los ojos, pensé que nunca pasaría esto y soy demasiado tonta por pensar eso, doy un paso hacia la casa ¿pero cómo entro ahí y las veo? Las manos me tiemblan, mi corazón aún late desbocado y la amenaza de Luke se repite en mi cabeza, es claro que quiero huir y él lo sabe, pero había tanta determinación en su boca que sinceramente creo que me hará daño si vuelvo a irme, me armo de valor y camino hacia la casa, esa que compré ahorrando cada centavo porque no quería que a mis hijas les faltara algo, entro a la casa y hay silencio en esta, paso las manos por mi rostro intentando disipar las lágrimas de mis ojos y entonces camino hacia la habitación de las gemelas.
—Mami —al verme Elizabeth y Karla corren hacia mí, me pongo a la altura de ambas y las abrazo fuerte, hoy casi muero, hoy volví a encontrarme con el pasado, hoy mi paz acaba.
—¿Están bien? —mi voz no sale tan normal como quiero y las examino a ambas —pequeñas
—Un amigo tuyo estuvo aquí —dice Elizabeth y asiento sentándome en el suelo frente a ellas
—Dijo que se llamaba Luke —aprieto mis dientes cuando habla Karla
—Y Luke también se llama nuestro papá, nos dijiste eso —miro a Elizabeth y las palabras no quieren salir de mi boca
—¿Ese hombre alto es nuestro papá? Mamá —trago en seco con la pregunta de una de mis hijas y sigo mirando los ojos de ambas, Luke se equivoca al decir que no se parecen a él, son tan inteligentes como este.
—¿Lo encontraste y le hablaste de nosotras? —me levanto sin decir nada —¿es papá o no? —respiro hondo sentándome sobre la cama
—Si —ellas me miran rápido —Luke es papá —al instante sus ojos se iluminan
—¿Y por qué no nos dijo nada?
—Vendrá a verlas en la noche —mis hijas sonríen y odio eso —y si no les dijo es porque quería que habláramos con ustedes juntos
—Es lindo —dice Elizabeth sonriendo y se sienta en su cama frente a mí
—Es alto
—Es viejo —comenta Eli
—Es por la barba —gruñe Karla —no me gusta su barba —sonrío mirando lo ilusionada que están y mis ojos se llenan de lágrimas, años escondiendo la verdad
—¿Por qué lloras mami? —Elizabeth viene hacia mí —no llores —las lágrimas siguen saliendo de mis ojos cuando ella me abraza y su hermana también
—Admito que tengo miedo —musito y ambas me miran —de que le quieran más a él que a mí —ellas ríen
—Nunca —asegura Karla sonriendo
—Nunca pasará —promete Elizabeth y las abrazo fuerte contra mi cuerpo, no deseo compartir el amor de ellas con Luke, ¿soy mala por pensar así?
Las horas pasan, las niñas cenan, la noche cae y ellas quedan dormidas en el sofá esperando a Luke, suspiro mirando el reloj de la pared frente a mí y doy un gran bostezo, él no vendrá y eso me hace feliz, miro a mis pequeñas que estaban ilusionadas y bufo, debo dejar de solo pensar en mí, ellas se durmieron tristes esperando por él, siento los toques en la puerta y rápido me pongo de pie, voy hacia esta rogando que ellas no despierten y abro la puerta, tenso mi mandíbula mirando a Luke, tranquilo, bien vestido y sonriendo, ¿acaso no ve la hora que es? Detrás de él hay una camioneta y como diez hombres vestidos de negro rodean esta, maldigo en mi interior.
—Llegas tarde —él retrocede cuando me acerco y cierro la puerta al salir de la casa
—Quiero verlas
—Son casi las 10, ya están dormidas, vete —bufo
—Se me complicaron algunas cosas Kath, no pude llegar a tiempo y lo siento
—Estaban tristes —su ceño se frunce
—Espera, ¿me esperaban? ¿Les dijiste? —me mira incrédulo
—tú les dijiste —niega con la cabeza —les había hablado de su padre —dejo de mirarlo —sabían tu nombre —sus cejas se alzan y luego sonríe
—Eso es perfecto, necesito verlas, pedirles perdón por hoy —él intenta entrar, pero pongo una mano en su pecho deteniendo su paso, me tenso por completo cuando mira mis ojos y rápido dejo de tocarlo
—Primer día como padre y quedas mal —me alejo un poco quedando contra la puerta —¿no te dice nada eso? —Luke pasa sus manos por su ropa y parece nervioso
—Katherine, solo deseo verlas, no las voy a despertar —niego
—Vete Luke, tienes un auto de mafioso con hombres vestidos de negro que llaman la atención —señalo a estos —¿acaso no te das cuenta del barrio en el que estás? La gente te mira —él mira hacia todos lados ignorando a las personas que pasan por la calle y se quedan mirándonos o a los que están en sus casas y miran por su ventana
—Es un barrio pobre
—Perdón si no todos vendemos armas y drogas —Luke bufa, luego se echa a reír y se aleja más de mí, parece enfadado y aprieta sus puños dándome la espalda
—Vendré temprano mañana, tú ganas —él me mira
—Tienen clase temprano
—Las llevaré al colegio entonces —tenso mi mandíbula
—Soy yo quien siempre las lleva
—Puedes estar también en el auto Katherine, cabemos todos
—No puedes
—¿Qué demonios te pasa? —él se acerca a mí frunciendo el ceño —Katherine —suspira —solo quiero pasar tiempo con ellas, estar con ellas, verlas
—¿Por qué?
—Porque son mis hijas —gruñe mirando mis ojos con rabia —joder
—Vete Luke —señalo su auto —¿no te das cuenta de que somos felices sin ti? —veo el dolor en sus ojos —no te necesitamos
—Creo que si —él se acerca más a mí —de no ser así no les habrías hablado sobre mi Katherine —golpe bajo mientras no puedo dejar de mirar sus ojos —quiero estar con ellas el tiempo que quiera y no vas a impedirlo
—No vas a quitármelas —digo con miedo mirando sus ojos —no vas a llevártelas —le señalo sintiendo las lágrimas en mis ojos —no lo harás Luke, tendrás que matarme, no me las vas a quitar
—No quiero quitarte nada —Luke habla con calma, luego sonríe —jamás haría eso Kath, solo quiero conocerlas, ser padre, estar con ellas —suspira, su mirada baja hasta mi boca haciendo que mi corazón se descontrole y las manos me suden. —Katherine —él mira mis ojos —les hablaste sobre mí, les dijiste que yo