Katherine
Camino por el restaurante con los nervios a mil sin aún poder quitar de mi cabeza la mirada de Luke, parecía enfadado, respiro hondo cuando veo a Jon y trato de sonreír, luego de lo sucedido con Luke decidí llamarle y tener la cita que pidió, aún puedo sentir los labios de Luke rozando los míos y no puedo pensar en eso, pero es lo único que hay en mi cabeza, ni siquiera la amenaza de su prometida me provoca tanto miedo, no puedo volver a enamorarme de él, es peligroso, todo en él grita peligro y más las personas con las que se rodea, ahora pensando en eso me siento fatal, prácticamente estoy usando a Jon para olvidar a Luke y eso está mal.
—Me sorprendió tu llamada —dice Jon que se pone de pie para recibirme —estás hermosa Kath
—Gracias —le sonrío con sinceridad tomando asiento frente a él, es mi restaurante favorito, hace mucho que no vengo a él, pero ahora solo me siento algo incómoda. —¿cómo conseguiste entrar acá? —lo miro confundida —para reservar hay que llamar con antelación, una vez llamé tres meses antes —Jon ríe
—Tengo un amigo y mi hermana trabaja aquí —mi boca se abre sin decir nada —ellos lo resolvieron
—Es perfecto
—Sabía que te gustaría —sonrío mirando sus ojos, Jon no es Luke, pero es guapo y carismático, además, tiene lo mejor, salva vidas, no las quita.
—¡Katherine! —la voz a mi espalda me tensa por completo y aprieto mis dientes —por Dios estás aquí —él ríe y lo miro con ganas de matarlo, Luke está justo frente a nosotros sonriendo
—¿Luke qué haces aquí? —logro preguntar y él ríe
—Vine a buscarte, deberías estar cenando con nuestras hijas —mira a Jon que rápido me mira —no aquí con este
—¿Es el papá de tus hijas? —la pregunta de Jon me hace moverme incómoda en la silla
—¿Ya pidieron? —Luke arrastra una silla llamando la atención de todos en el restaurante y luego toma asiento, como si nada saca su arma y la deja sobre la mesa, Jon se encoge en su silla.
—¿Qué coño haces Luke? —mascullo con rabia mirando sus ojos y él solo sonríe
—Voy a cenar —suspira y mira a Jon —al amigo aquí no le importa ¿verdad? —Jon niega rápido con la cabeza —¿ves?
—Tienes una arma sobre la mesa Luke —susurro molesta sin poder dejar de mirarlo
—Lo siento —él se inclina más a mí —me molestaba en el pantalón
—Debo irme Kath —miro rápido a Jon que se pone de pie —tengo, tengo, yo —sale a andar rápido —nos vemos —cierro con fuerza mis ojos más que enojada
—Es un marica —abro los ojos para ver a Luke
—Lo amenazaste con un arma
—No he tocado el arma Kath —sonríe y odio que sea tan guapo
—Y la gente se está yendo por Dios —murmuro viendo como todos salen en silencio y rápido —guarda el arma, todos nos miran
—Déjalos
—Van a llamar a la policía
—Tener un arma no es ilegal Kath —menciona como si nada —además, ¿qué dirán? ¿qué el dueño del restaurante cena con su arma sobre la mesa? —mi boca se abre en una O
—dueño de
—Es tu favorito, me dijeron las gemelas —sonríe con amplitud
—Por Dios
—Ya hablé con el dueño por teléfono, me lo venderá —ríe, ¿lo habrá amenazado? —Lo compraré, para ti —él mira mis ojos —podrás cenar cuando se te dé la gana aquí, ya no tendrás que hacer citas con meses de antelación, es más, si quieres los chefs pueden cocinar para ti y llevarte todo a casa —aprieto mis puños sin quitar la mirada
—¿Qué intentas hacer Luke?
—Solo quiero pasar tiempo contigo —niego con la cabeza
—Pierdes el tiempo —me pongo de pie, pero él sujeta mi mano con fuerza impidiendo mi huida
—Kath
—Suéltame —mascullo con rabia sin poder apartar la mirada
—También quiero que me hables sobre ellas —sus palabras me hacen reír con rabia y me suelto de su agarre, para este punto, ya estamos solos en el restaurante
—No —lo señalo —no uses a las gemelas —él se pone de pie —no estás aquí por ellas —Luke se queda en silencio y le doy la espalda, camino hacia la puerta apretando mis puños con fuerza
—Supe de tu cita —escucho su voz y detengo mis pasos —te vi vestida así y morí de celos —me giro despacio hacia él que camina hacia mí —por eso estoy aquí, por celos Kath —su confesión me deja sin palabras —¿sabes por qué no te besé hoy en ese edificio? —él se detiene a escasos centímetros de mí —Porque te odio por alejarme de mis hijas —sus palabras me hacen daño, rompen algo dentro de mí
—¿Si me odias qué haces aquí?
—También eres la única mujer que he amado y aún no te olvido —Luke lleva sus manos a mi rostro —lo he intentado, pero no he podido, ni siquiera el odio ha sido suficiente Katherine
—Luke
—¿Tú me dejaste de amar acaso? —me es imposible hablar mirando sus ojos mientras acaricia mis mejillas —Creo que no, ibas a dejar que te besara hoy, estoy loco, lo sé —sonríe —quiero odiarte, me encantaría hacerlo, es más, no confío en ti, creo que nunca lo volveré a hacer, pero me vuelves loco, lo que siento es imposible de controlarlo, ¿dime cómo podemos vivir así?
—Es mejor estar lejos —murmuro de verdad pensando eso
—No pasará, tenemos dos hijas, estaremos cerca siempre aunque ninguno quiera
—Luke
—¿Dime cómo lo hacemos? ¿Cómo nos resistimos a esto?
—Vas a casarte
—Dime Katherine —su boca se acerca a la mía —solo dime algo para evitar que te bese —añade casi rozando mis labios
—Te abandoné —menciono sintiendo su respiración contra la mía —me fui —cierro mis ojos —me arrepiento, Luke yo —suspiro —Lo siento —mis palabras hacen que él pegue su boca a la mía y entonces me besa causando una explosión de sensaciones en mí, su boca se mueve con intensidad sobre la mía, su lengua juega buscando controlar el beso y es como si ambos olvidáramos todo, mi cuerpo se estremece cuando sus manos bajan hasta mi cintura y me pega más a su cuerpo dejándome claro que no soy la única que desea esto, hasta que mi cerebro parece al fin funcionar y llevo mis manos a su pecho, empujo a Luke rompiendo el beso y me alejo de él rápido sin darle tiempo a reaccionar, salgo del restaurante necesitando respirar porque siento que el aire me falta y toco mis labios hinchados por el beso.