Katherine
Recojo todas mis cosas de forma rápida y con una sonrisa en mi rostro, me siento como una adolescente enamorada, ni siquiera en el pasado sentía todo lo que ahora siento de solo pensar en Luke, cuando acabo tomo mis cosas y salgo, camino por el hospital sin saber cuando será que Luke haga la compra de este, deseo hacer un montón de cambios, cambios buenos para todas las personas que vienen aquí. Voy directo al estacionamiento recordando que tengo auto nuevo, pero a medida que me acerco a este mi sonrisa disminuye un poco y mis pasos se vuelven más lentos hasta que me detengo por completo, el auto está completamente lleno de barro y tiene golpes por todos lados.
—Nunca pensé que fueras una maldita zorra —me giro cuando lo escucho, Jon está frente a mí con la ropa sucia y algo demacrado
—Jon
—Vas caminando feliz por todo el maldito hospital —masculla caminando hacia mí y retrocedo —con una enorme sonrisa, mi tío está en un hospital luchando por su vida y mi padre fue amenazado de muerte
—No sé de que hablas
—No te hagas la tonta —él ríe mientras continúa acercándose —sé que mandaste al maldito mafioso con el que follas —termino pegada al auto mirando sus ojos y él se detiene bastante cerca de mí —¿ahora que harás Katherine? ¿Irás corriendo a decirle lo que hice al auto nuevo para que me mate? —él sonríe con rabia
—Lo haré si me tocas —digo llenándome de valor mientras miro sus ojos —me echaron de este hospital a pesar de todo mi trabajo, solo tuve que pedirlo y él lo compró para mí —miento sonriendo —me haces algo y te puedo asegurar de que él te matara a ti y a toda su familia con solo mover sus dedos —veo como el odio se apodera de sus ojos —tócame y ni siquiera tendré que abrir la boca Jon para que te maten —termino diciendo sin saber de donde sale toda mi valentía, veo duda en sus ojos y entonces con lentitud se aleja un poco de mí.
—Vas a pagar Katherine, todo esto —él señala el hospital —me gustabas, pero no sabía que tú eras una zorra
—Ni yo que eras un cobarde por eso acepté la cita —veo como tensa su mandíbula —agradece que no diré lo del auto Jon y no vuelvas a acercarte a mí —él suelta una maldición para luego irse lejos, yo suelto el aire que retenía y termino agachada en el suelo cuando mis piernas se debilitan.
Bajo del taxi deseando que Luke no sepa lo que ha pasado, aún sigo sintiendo miedo y tengo la mirada de Jon clavada en mi cabeza, camino hacia la casa, pero dos hombres salen de esta y me detengo en seco.
—Debemos irnos —uno de ellos toma mi brazo
—¡Suélteme! —forcejeo —¿de qué habla? Mis hijas
—Katherine —dejo de luchar cuando veo a Saulo que sale de la casa como loco —Luke está esperando cerca de aquí con las gemelas
—¿Qué sucede? —el hombre que me sujetaba me suelta
—Ocurrió algo, están en peligro —siento como el color desaparece de mi rostro —mandaron hombres al hospital, pero no la encontraron, debemos irnos —él se acerca a mí
—Pero…
—Las gemelas y Luke la esperan en un jet —él toma mi brazo con delicadeza —pero debemos irnos ya antes de que ataquen la casa —camino rápido con Saulo hacia el auto, las palabras peligro y ataquen dan vueltas en mi cabeza, siento mareo y hasta náuseas de solo pensar que mis pequeñas están en peligro, mi corazón martillea con fuerza mi pecho queriendo salir de este y ni siquiera me doy cuenta del camino que tomamos, cuando vuelvo a la realidad el auto se ha detenido y rápido bajo de este, Saulo vuelve a tomar mi brazo y corre junto a mí hacia un jet, entramos y busco con la mirada a mis hijas.
—¡Elizabeth, Karla! —grito sus nombres hasta que las veo aparecer y sonrío con amplitud, me pongo a la altura de ambas y las abrazo con fuerza sintiendo las lágrimas llenar mis ojos.
—Deben sentarse ya —escucho la voz de Luke, las niñas se separan de mí sonriendo y están felices, ellas van hacia unos asientos
—Mamá aún no sabemos a qué playa papá nos va a llevar —me siento frente a Luke sin dejar de mirar a mis hijas
—¿Playa? —miro a Luke que se coloca el cinturón, las niñas ya tienen puesto el suyo y me sujeto del asiento cuando el jet se mueve
—Sí, dice que es sorpresa —expresa Karla y busco la mirada de Luke
—Me dijeron que estábamos en peligro —murmuro mirando sus ojos —por eso vine hasta acá y subí a este jet —Luke sonríe
—Te mentí, iremos a una playa, de vacaciones —entrecierro mis ojos —necesitan vacaciones, dicen eso las niñas
—Me mentiste —musito con rabia, casi infarto del miedo y lo dice así como si nada sonriendo —¡no puedes mentirme Luke! —acabo gritándole sin importar que las gemelas me escuchen
—Kath
—Estoy cansada ¿vale? —hablo ahora un poco más bajo sentándome a su lado —llegas al colegio de mis hijas, las buscas en una limusina, les haces regalos que yo no puedo darles y las subes a un jet privado para ir a una playa de vacaciones, ¿acaso quieres que te quieran más que a mí? —él solo sonríe
—¿celosa?
—No puedes ganártelas con lujos Luke y menos mintiendo así, casi infarto
—No intento ganármelas Kath
—¿Y qué demonios haces? —mascullo enfadada por su mentira y ahora solo deseo atacarlo
—Intento hacerlas feliz Kath y estar con ellas, solo eso, no estés celosa —su sonrisa disminuye un poco —celoso estoy yo, lo estoy porque no vi sus primeros pasos, no estuve cuando nacieron, no las vi crecer, tú si —él me señala y un nudo se forma en mi garganta, dejo de mirarlo
—Bien, eso es culpa mía Luke pero
—Ellas te quieren —dice con calma —no me quieren más a mí
—Eso es porque no las escuchas cuando hablan conmigo sobre ti —miro hacia las gemelas que hablan riendo con ilusión —te adoran, además, las he escuchado hablar contigo por teléfono —lo miro —joder, te dicen hasta cuantas veces las regaño —Luke ríe
—Son niñas y soy el papá guapo —bufo
—No tienes remedio
—Katherine disfruta el viaje, estaremos fuera de casa hasta el día de mi boda o bueno —él toma mi mentón y hace que le mire —de mi no boda, tu decidirás eso