Legado

El Poema

Al salir de la sala de reuniones los miembros llegados del palacio fueron acompañados por Johnson a la torre principal. Navarro había quedado aún más confundido luego de ver aquel video.

Al ingresar en cada habitación Johnson, con un solo movimiento de sus ojos ordenaba que un grupo de escoltas los acompañe, Navarro se percató tras un instante, que un cumulo de hombres armados acompañaban a las tres personas más importantes dentro del castillo, un estado de agitación cada vez mayor se iba apoderando de él.

La voz de Alfred interrumpió los pensamientos de Navarro casi de golpe.

— Muchos de los invitados a la reunión tenían cercanía con su colega profesor Navarro, y del mismo modo muchos eran conocidos de mi hermano.

— Disculpe, no le entiendo.

Alfred suspiró un momento antes de responder.

— Las invitaciones que fueron enviadas para una ceremonia en el palacio fueron falsas. Jacob era una persona que tomaba el palacio como su centro de entretenimiento, organizaba fiestas sin avisar y supuse que esta era una de ellas. Hablamos muy poco durante los últimos años, aún menos cuando la salud de mi madre empeoró. Tras enterarme de la ceremonia algo dentro de mí sabía que debía preguntárselo, no obstante, no quise reprimirle la alegría de encontrarse primero en la línea de sucesión. Le presté más importancia a la salud mi de mi madre quizás aferrándome a la inútil esperanza de volverá a ver dirigir el reino. Pero... —Hizo una larga pausa para no quebrarse.— todos somos humanos, y a todos no llega la hora.

Navarro quedó en silenció durante un segundo, hasta que el director de la MI5 le alcanzó un papel al profesor.

— Señor Navarro, aquí tiene traducido el poema.

«Los cuervos han sido liberados

El león carmesí rugirá hacia la libertad

Y con él, los nombres olvidados por el viento regresaran gritando con más fuerza

Hasta romper los escudos con sus himnos

La noche caerá sobre la tierra de la unión

Cuando la canción vuelva a sonar

La Paz se busca a través de la guerra.»

— «Los cuervos han sido liberados.» — Volvió a repetir — La primera parte es literal. ¡El poema es un anunció de lo que hará!.

— ¿Conoce la historia de los cuervos de la Torre de Londres profesor? — Preguntó Alfred.

— Según lo que cuentan en los paseos turísticos el astrónomo de la familia real John Flamsteed intercedió ante Carlos II para retirar a los cuervos de la Torre, ya que eran un fastidio para el observatorio en la torre blanca. Carlos II se negó a la petición, por lo que el rey ordenó el traslado del telescopio a Greenwich, permitiéndoles a los cuervos quedarse.

— Dentro de la familia existe una historia diferente. Tras las ejecuciones de Ana Bolena y Jane Grey, los cuervos fueron atraídos por la sangre de la monarquía, estas aves, ligadas a la magia y la protección habitan en la torre para proteger a nuestra familia y al reino, es por eso que los cuidamos, porque en cierta parte ellos nos cuidan a nosotros, queremos creer que la sangre de la realeza es un manjar que los cuervos suelen cuidar durante toda su vida. La tradición cuenta que si los cuervos no estuvieran en la torre Inglaterra desaparecerá.

A Navarro no le llamó la atención la fábula, por el contrario intentó pensar en las palabras que había transmitido Amelie, aun pensaba en la inocencia de su amiga, era obvio que el comunicado era una serie de pistas de debían seguir, con un propósito desconocido. Navarro recordó el traje que traía puesto en el video, quizás ello también daría una pista, llevaba una túnica negra, desde los hombros hasta el suelo, una imponente medallas de una cruz, esos atractivos eran lo que más resaltaba del video.

El grupo continuó avanzando, nada más adentrarse en el castillo parecía convertirse en un sueño irreal para Navarro, una serie de colosales columnas blancas y paredes grises albergaban los grandes tesoros de la línea de sucesión de los reyes, desde Ricardo Corazón de León hasta la reina Olivia.

El profesor no había visto conocido todo el castillo durante los viajes al viejo continente. Para él, la única sensación familiar eran los salones principales, los cuales se muestran a los turistas.

Alfred, Danika y Navarro fueron escoltados a través de pasadizos por guardias armados, era importante no llamar la atención de la prensa. Por  ello los vehículos salieron de palacio de Buckingham en el más absoluto de los secretos. Johnson ordenó que una caravana de vehículos fuera en otra dirección con el objetivo de evadir a los periodistas.

Al entrar a la Torre de Londres sentían ser tragados por las fauces de un enorme animal. La Torre se encuentra, situada en la ribera norte del río Támesis en el centro de la ciudad de Londres. Es un complejo de varios edificios situado dentro de dos anillos concéntricos de muros defensivos. El castillo había sido usado en el pasado como fortaleza, prisión, casa de fieras, registros públicos y casa de las joyas de la corona del Reino Unido, actualmente fungía principalmente como el hogar de los cuervos de la familia real. El tono ocre pálido del mármol empleado en su construcción armonizaba con el color miel de la piedra de la fachada que se erigía por encima. Normalmente aquel espacio estaba siempre inundado de luz y de turistas, pero aquella noche se veía oscuro y desierto, envuelto en una atmósfera de frialdad más propia de una prisión.

Antes de ingresar al patio interior, Navarro cruzó una serie de estrictos controles de seguridad sin dejar de advertir la cantidad de guardias armados que había en cada uno de los puntos, quienes observaban a los miembros de la familia real y a el mismo. Tras cruzar la entrada, se encontró al Ravenmaster mientras era interrogado por los mismos guardias quienes lo acompañaban.

—¿Sospechan que el guardia sea cómplice? —Preguntó la joven princesa.

—No, su majestad —Respondió Johnson en tono áspero— Es solo algo de rutina, aunque no se descarta la posibilidad.




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