Tercer Capítulo

La Cita

Isabelle

Con Gaby, cuando llegamos a mi casa, fuimos directo a mi cuarto. Estábamos un poco cansadas por estar casi too el dia en la piscina

–Wow, Isa decoraste tu habitación y te quedo hermoso –opinó Gaby sorprendida.

Miro a mi alrededor, y noto que es cierto, no siempre me doy cuenta de las cosas que hago. Las paredes pintadas de blanco, a la izquierda la cama con 9 almohadas, 4 rosadas grandes, 4 medianas blancas, y 1 pequeña blanca con escarcha, la colcha de rosado sobre la cama. Una mesa de noche blanca, a cada lado de la cama, con una lámpara blanca. El piso de madera, con una alfombra debajo de la cama. Al otro lado, un tocador, con bombillos al borde del marco, como los que están en los camerinos de las celebridades. A cada lado del tocador unos estantes con perfumes, accesorios, floreros, maquillajes, y retratos. Y lo primero que ves al entrar al cuarto, es toda una estantería de zapatos, zapatillas y sandalias.

–Sí, lo sé, hubo mucho cambio –comente melancólica.

Y después de charlar sobre las decoración de mi habitación, terminamos en el tema de mi cita de mañana con Connor.

Buscamos y buscamos hasta que encontramos el atuendo perfecto para mañana. Mis vans negras, un pantimedias negro, una falda tiro alto negro, una blusa gris y mi amada chaqueta de cuero negro.

Mi celular comienza a vibrar, seguro debe de ser un mensaje de Whatsapp.

"Hola, ¿Cómo estás, princesa?"

Me sorprendió demasiado que alguien me estuviera mandando mensajes a estas horas y que lo tenga registrado en mi celular como "Tu niñero". Y por supuesto, ya sabía quién era.

"Hola Connor, estoy bien ¿Y tú?

"Oye, por cierto, ¿Cómo es que tienes mi número?"

"Y ¿Como hiciste para grabar tu número en mi celular?"

Connor me tenía intrigada y para colmo era que no respondía rápido, ya me estaba poniendo ansiosa.

"Estoy bien y me alegro de que estes bien"

"Pues, logre eso cuando se estaban bañando en la piscina aproveche y me agregue como "Tu niñero" XD."

"¿Te molesta?"

No me molesta en absoluto que se haya agregado así, pero que haya usado mi celular sin mi permiso eso sí me molesta. Pero, ya... ¿Que puedo hacer?

"Si, me molesta que hayas usado mi celular sin mi permiso."

Respondí con sinceridad. Si íbamos a empezar a conocernos, pues, ya que vaya sabiendo qué cosas me gustan y que cosas no.

"Wow, pues, creo que me equivoque, solo quería sorprenderte un poco."

"Lo siento"

Connor tiene algo indescriptible que hace que sienta como si lo conociera desde siempre y que es la persona más confiable que hay.

"Bueno, ya no importa, pero lo único que te pido es que no lo vuelvas a hacer o por lo menos que no lo hagas sin mi permiso."

Creo que conocer a Connor va a ser toda una aventura.

"Okay, no lo vuelvo a hacer de esa manera."

"Lo prometo"

"Oye, mañana te voy a llevar al bosque. Por eso no puedes llevar tacones."

Este chico es persistente. Sin embargo ya sabía que tenía que ir con él, o si no, no me iba a dejar en paz.

"Nunca te respondí a esa pregunta."

Esperó y todo salga bien.

"Bueno, mañana nos vemos y no te preocupes ya sé dónde vives, gracias a tu prima. Pd: sueña conmigo."

Él es un caso perdido.

"Hasta mañana. Besos"

Toda la noche Gaby y yo nos la pasamos viendo películas y después comenzamos a hablar y ella me dijo que está interesada en Will, a mí no me sorprende, a ella le gustan los chicos malos.

–Buenos días, dormilona –Gaby se acerca a mi oreja a la muerde.

–Buenos días –digo adormilada.

–Vamos a desayunar –dice y esta vez soy yo la que es arrastrada.

Bajamos las escaleras. Y entramos al comedor.

–Buenos días –decimos las dos viendo que ya todos están reunidos para desayunar.

–Buenos días –dice mi padre.

–Papá, hoy voy a salir. ¿Podré ir? Me van a venir a buscar a la 1:00 de la tarde – comento nerviosa.

–Claro, cariño –responde– Pero, tienes que llevar a las 8:00 de la noche. Y primero me tienes que presentar al individuo que va a salir contigo.

–Se puede saber ¿Quién es? –cuestiona mi madre curiosa.

–Se llama Connor y... es amigo de... Adam –respondí, mas aún nerviosa.

–¿Y es guapo? –pregunta mi mamá con su típica sonrisa traviesa.