Más Allá de la Amistad

Capítulo 6 Batido de Melocotón

Zeynep Keller

Cuando salí del gimnasio, el cielo ya estaba teñido de tonos naranjas y rosados. Saqué mi teléfono y vi un mensaje de Rayan: “Holis ¿Estás libre para tomar un batido?”. Mi corazón dio un pequeño salto, y me odié un poco por eso. Tecleé una respuesta rápida: “Claro, ¿a las 6?”. Su respuesta llegó casi de inmediato: “Hecho. ¿Te paso a buscar al campus?”.

Cuando vi su intención de venirme a buscar no pude evitar sonreír, sin embargo le respondí: “¿Está bien, me encuentro afuera de la universidad?” .La respuesta demoró un poco, sin embargo después me respondió: “Bueno voy en camino”

Un tiempo después tenía a Rayan frente a mi o mejor dicho a su auto. No pensé que tuviera uno casi siempre viene caminando o acompañado de Marcus.

—Holis Zeynep—dice Rayan cuando me subí al asiento del copiloto.

—Hola, es muy extraño escucharte saludando así, sin embargo es lindo lo usare ahora contigo—dije sonriendo, él por su parte sonrió de lado por mi comentario.

Cuando puso el auto en marcha fue a un lugar cercano donde venden batidos muy deliciosos. El trayecto fue corto, pero la energía en el auto me ponía un poco nerviosa.

La música sonaba bajita, un ritmo que no reconocí, pero que encajaba con el atardecer. Rayan tamborileaba los dedos en el volante, lanzándome miradas rápidas como si quisiera decir algo.

—¿Cómo estuvo el entrenamiento de voleibol? —preguntó, rompiendo el silencio.

—Intenso. Creo que hoy por fin logré un saque decente sin que el balón terminara en la red —dije, riendo. Él soltó una carcajada.

—Impresionante, Zeynep. La próxima vez iré a animarte y gritaré “Vamos Zeynep domina la cancha” —bromeó, y yo le di un empujón suave en el hombro.

Llegamos a “Batidos y Frutas”, una pequeña tienda con luces cálidas y un letrero de neón parpadeante en la entrada. El lugar olía a frutas frescas y azúcar, con el zumbido de las licuadoras de fondo. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, con el cielo aún pintado de tonos cálidos.

La camarera, con una sonrisa enorme, nos entregó las cartas. Mientras hojeaba las opciones, Rayan me miró con una ceja levantada.

—¿Ya sabes qué vas a pedir? —preguntó, apoyando la barbilla en su mano.

—Fácil —dije, sin dudar—. Un batido de melocotón. Es mi sabor favorito, no hay competencia. —Sonreí, sintiéndome un poco tonta por lo convencida que soné.

—¿Melocotón? —Rayan arqueó las cejas, como evaluando mi elección—¿Te gusta mucho? ¿Es tu sabor favorito?

—Sí me encanta mucho, obviamente he probado otros sabores, pero siempre preferiré el melocotón —repliqué, con algo de timidez.

—Está bien, es bueno saberlo para cuando te compre uno después del entrenamiento. Vamos a pedir entonces—escuchar eso me hizo sonreír, porque parece que cualquier día de entrenamiento me puedo encontrar con Rayan afuera con un batido en sus manos, que lindo es conmigo.

La camarera volvió y tomamos nuestros pedidos: un batido de melocotón para mí y uno de guineo para Rayan. Mientras esperábamos, la conversación fluyó fácil, como siempre con él.

Hablamos de la clase de calidad de sistema que ambos odiábamos, de la nueva serie que Marcus no paraba de recomendar, y de cómo Rayan iba a intentar desarmar una computadora de escritorio para sacar buena nota en la asignatura.

A ambos nos gusta mucho lo que estudiamos, es una gran ventaja estudiar una ingeniería informática, porque así teníamos muchos temas de conversación relacionados con la tecnología.

Cuando llegaron los batidos, el mío era de un color naranja suave, con una rodaja de melocotón en el borde del vaso. Di un sorbo y cerré los ojos, saboreando la dulzura perfecta. Rayan me miró, divertido.

—Es lindo verte feliz con algo tan simple como un batido—dijo, dando un sorbo a su batido.

—Que te puedo decir, soy muy fácil de complacer—respondí, sonriendo. Él solo me observó con una sonrisa. Sin embargo las palabras de Madison volvieron a mi cabeza mandando mi ánimo al piso de golpe. Rayan por su parte pareció notarlo de inmediato.

—Sucede algo Zeynep—dijo Rayan preocupado por mi cambio de ánimo. Yo en cambio me debatí en decirle o no, porque me arriesgaría demasiado.

—Yoo quisiera saber si tu—dije levantando la mirada, sin embargo cuando vi sus ojos de preocupación reformule una mejor pregunta donde no me expondría.

—Dime no me molestare—dijo con su mirada fija en mí.

—Bueno, ¿somos amigos verdad?—dije recuperando mi valentía.

—Sí, de hecho siempre debimos serlo porque desde que te vi quería hablarte, pero no sabía como—esa información me sorprendió demasiado, sin embargo me dejó pensando que solo me vio y verá como amiga—Pero si te soy sincero nuestra amistad será más fuerte que cualquiera otra.

Ya con esas palabras lo iba a preguntar, sin rodeos quiero saber si le interesa una relación con alguien o está intentando, para así poder entender que soy su amiga solamente y nada más.

—¿Has pensado en tener novia?—le dije ya no había vuelta atrás.

—¿Novia? bueno la verdad si quisiera, pero no he encontrado a la mujer que me interese tanto, claro son bonitas; sin embargo yo quiero a una que tenga buenos sentimientos, metas y me apoye—dijo mirando para la ventana a lado de nosotros, la verdad su respuesta no me decepciono porque es casi lo que yo buscaría en un hombre para ser mi novio, así que entiendo bien el sentimiento.

—Te entiendo, pero ya has tenido o sigues buscando una mujer digna de ser tu novia—dije mientras movía la pajilla del vaso donde está el batido.

—No, porque quiero conocer bien a la persona antes de arriesgarme. Pero ahora quisiera saber si tu has tenido algún novio.

Por si quieren escuchar la playlist que uso para poder escribir

https://youtube.com/playlist?list=PLbx1IQd2Yqv8xiHj9b_Zyh7dDUg8sy3XK&si=ElkblvbG-IhKKQgZ

si no les funciona el link pueden ir a mi instagram y encontrarla :)




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.