Más Allá de la Amistad

Capítulo 10 Desmayo

Zeynep Keller

Al día siguiente me sentía muy mal, mi periodo había llegado y como de costumbre eso me ponía fatal. Por un momento pensé en no ir a la universidad y quedarme en mi habitación, sin embargo no me gusta faltar a clases así que me levante de la cama para arreglarme e irme, me puse un pantalón rojo para disimular cualquier desastre, con un sueter negro, botas negras y mi cabello suelto con una boina francesa.

Cuando llegué al salón no quise hablar con nadie porque me sentía desanimada solo quería estar en mi cama y tomar un poco de chocolate caliente para sentirme mejor, sin embargo cuando llegó Rayan me pregunto si me pasaba algo; pensé en decirle porque estaba callada, pero sería vergonzoso que supiera eso.

—No me dirás ¿por qué estás tan callada?

Negué con la cabeza para que entendiera, no quería hablar.

—Bueno, si no es una mala nota entonces puede ser el periodo—dijo mirándome fijamente, por mi parte abrí los ojos de la sorpresa porque adivino.

—Por tu reacción es eso entonces, tranquila no te debe dar vergüenza recuerda que tengo una hermana, para mi es normal escuchar de ese tema. Pero dime tienes mucho dolor o alguna otra cosa—dijo poniendo su mano sobre la mía.

—Solo tengo mucho sueño y ganas de vomitar—dije bajando la mirada por la vergüenza.

—Entiendo, ¿desayunaste antes de venir?

—Sí no te preocupes, a veces me dan nauseas cuando estoy así.

—Está bien, cualquier cosa dime para acompañarte a tu habitación.

—Bueno

Durante la clase el profesor estaba explicando sobre como funciona la inteligencia artificial, sus ventajas y desventajas; sin embargo sentí una inmensas ganas de vomitar así que pedí permiso para ir al baño, cuando llegue solo me lave la cara y salí porque parece que fue falsa alarma, pero cuando crucé la puerta del baño me dio un mareo que casi me caigo si no fuera por Rayan que llegó corriendo a donde estaba.

—No estás bien debes ir a la enfermería, vamos te acompaño—dijo sosteniendo mi brazo para no caerme, sin embargo me dieron unas arcadas. Él de inmediato busco un bote de basura con la vista para poder vomitar, cuando lo vio me llevó hasta allá y me sostuvo mientras yo vomitaba todo mi desayuno.

—Ya tranquila estoy aquí, estarás bien—me dijo cuando agarraba mi cabello y me quitaba la boina para no dejarla caer en la basura, pero cuando termine y me ayudo a levantarme sentí otro mareo provocando que viera todo oscuro, solo sentí como alguien me levantaba en brazos para llevarme a algún lugar.

╔══《✧》══╗

El trayecto al hospital fue un borrón en mi memoria. Solo recuerdo fragmentos: el sonido del motor del auto de Rayan, su voz baja murmurando palabras de aliento y el roce de su mano ajustando el cinturón de seguridad sobre mí. Cuando desperté, estaba en una camilla, con una luz blanca cegadora sobre mi cabeza y el olor a desinfectante impregnado en el aire. Mi cuerpo aún se sentía pesado, como si estuviera atrapado en un sueño del que no podía salir del todo.

Rayan estaba a mi lado, sentado en una silla incómoda de hospital, con los codos apoyados en las rodillas y el rostro tenso. Me miró al instante cuando abrí los ojos, y su expresión de preocupación se suavizó un poco.

—Zeynep, ¿estás bien? —preguntó, inclinándose hacia mí. Su voz sonaba aliviada, pero aún había un dejo de nerviosismo.

Intenté asentir, pero un pinchazo en la cabeza me hizo detenerme. —Creo que sí… ¿Qué pasó? —Mi voz salió débil, casi como un susurro.

—Te desmayaste después de vomitar —explicó, pasándose una mano por el cabello—. Te traje al hospital porque no estaba seguro de qué tan grave era. La enfermera dijo que estabas estable, pero están esperando al doctor para que te revise.

Antes de que pudiera responder, la cortina que rodeaba mi camilla se abrió, y un doctor de mediana edad entró con una carpeta en la mano. Tenía una expresión neutra, casi aburrida, mientras revisaba unos papeles.

—Señorita Keller, ¿verdad? —dijo sin levantar la vista—. Parece que tuvo un episodio de desmayo. ¿Ha tenido mareos o náuseas antes? ¿Algún historial médico que debamos saber?

Tragué saliva, sintiendo una mezcla de vergüenza y cansancio. —Solo… es mi periodo. Siempre me pongo mal, pero nunca tan así. Creo que fue el mareo.

El doctor alzó una ceja, garabateó algo en su carpeta y dejó escapar un suspiro. —Bueno, estas cosas suelen ser normales en las mujeres. Dolores, náuseas, mareos… Cosas de mujeres, ya sabe. Le daremos algo para aliviar el dolor y podrá irse pronto.

La forma en que dijo “cosas de mujeres” hizo que me encogiera en la camilla. Sonó despectivo, como si mi malestar no fuera más que una molestia insignificante. Miré a Rayan, esperando que no hubiera notado el tono, pero su rostro se endureció al instante. Sus ojos se entrecierran y vi cómo apretaba los puños.

—¿Cosas de mujeres? —repitió Rayan, su voz baja pero cargada de furia contenida. Se puso de pie, acercándose al doctor—. ¿Eso es todo lo que tiene que decir? ¿Cree que desmayarse es algo que pasa porque sí? ¡Haga su trabajo y revísala bien!

El doctor dio un paso atrás, claramente sorprendido por la reacción de Rayan. —Cálmese, joven. Solo digo que estos síntomas son comunes, no hay nada de qué preocuparse.

—¡No me digas que me calme! —Rayan alzó la voz, y antes de que pudiera procesarlo, lo vi agarrar al doctor por la solapa de su bata, acercándolo con una mirada fulminante—. Si vuelve a decir algo tan estúpido, le juro que…

—¡Rayan, basta! —La voz de Marcus resonó en la sala, y en un instante, él y Sander aparecieron corriendo por el pasillo. Marcus se interpuso entre Rayan y el doctor, colocando una mano firme en el pecho de su amigo para empujarlo hacia atrás. Sander, con su calma habitual, tomó a Rayan por el brazo y lo alejó unos pasos.

—Tranquilo, hombre, no vale la pena —dijo Sander, manteniendo un tono sereno pero firme—. Zeynep está bien, y pelearte con el doctor no va a ayudar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.