Capítulo 18 Corazón roto

Zeynep Keller

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Lo importante de todo es que no me fui en autobus, gracias a que Rayan se ofreció a traerme; estoy un poco nerviosa por la reacción de mis padres cuando vean a Nube. Por lo menos solo llego con mi invitado perruno, porque Rayan no se quiso quedar a cenar; razón debía ir a visitar a sus padres también.

—Bueno quiero que pongas tu mejor carita de ternura, para que te acepten—le dije al cachorrito en mis manos, por su parte solo ladro un poquito «es adorable quién le diría que no a esa carita».

Una vez preparada mentalmente decido tocar la puerta porque a pesar que sea mi casa no entraré así, porque mis padres se asustan aunque me estén esperando es mejor tocar.

—Ya voy—escucho la voz de mi madre, espero no me regañe por mi regalito—Hija llegaste…—se detiene al ver lo que sostengo en mis brazos.

—Sorpresa, me lo regaló Rayan por mi cumpleaños. ¿Te molesta?—dije con los nervios de punta, tanto que hasta Nube se puso inquieto.

—Para nada, tesoro es hermoso, tan lindo Rayan siempre atento contigo—dice mi madre con una sonrisa, tiempo después sostiene al cachorrito en sus manos. Le empieza a decir palabras lindas mientras él solo ladra y mueve su colita de felicidad.

En la cena todo estuvo bien mis padres aceptaron a Nube como parte de la familia, hasta se ofrecieron a cuidarlo para que no deje la residencia, sin embargo igual le preguntare al encargado si acepta mascotas.

A la mañana siguiente fue un caos en la universidad, hubo mucha desorganización con los salones, nos cambiaron como tres veces y mis compañeros estaban molestos porque no dejaban cargar sus laptops.

Tanto que uno dijo «Hey como así acabo de conectar mi laptop y ya nos sacan, que locura con ustedes», por lo menos el profesor es divertido si no le llaman la atención, porque solo se rió de sus palabras.

Veo entrar a mi grupo al cuarto salón en lo que va de la mañana, tiempo desperdiciado para una de mis clases preferidas aunque me saque dolores de cabeza «Desarrollo de videojuegos». Por mi parte, me voy al baño porque se me ocurrió la magnifica idea de tomar mucha agua.

Al regreso una compañera me dijo que el profesor ya se está instalando y no volverá a ocurrir cambios. «Al menos por hoy», entré al salón buscando donde sentarme porque vi a Rayan hablando muy agusto con Sander mientras Marcus observaba el tablero táctil de última generación «O eso juran los administrativos».

Antes de sentarme vi como Rayan me señala su puesto, como la tímida que parezco fui donde él; por su parte se sentó a mi lado. Tanto tiempo sentados juntos aún no me acostumbro a tenerlo cerca, su simple presencia me desconcentra. Vuelvo a la realidad al escuchar las palabras del profesor. La clase sigue con naturalidad, hasta que el pide números aleatorios para el tamaño del personaje del juego.

—14..

Nosotros nos miramos sorprendidos y hasta nos reímos, él extiende su puño para que lo choque; es algo que hacemos entre nosotros desde que me volví amiga de los chicos

—Está bien 14 ¿algún otro número? Mira a otros en el salón.

Seguimos con la clase observando cada paso para poder hacer el taller que nos dejen, ese día no lleve mi laptop para poder prestar más atención porque eso de escribir y mirar al mismo tiempo no es mi fuerte; me quedo perdida.

—Zeynep podemos hablar—me detiene Elif antes de salir del salón, los chicos se adelantaron para ir al baño; así que no tengo opción de quedarme y escucharla.

—Dime—dije dejando mi mochila en un asiento y poner mis brazos cruzados en el pecho—Lo único que te pido es alejarte de Rayan, porque entre mujeres debemos ayudar ¿No?—sus palabras me sorprenden, eso quiere decir que le gusta él, sin embargo no me parece que me aleje de mi mejor amigo por así decirlo.

—Dejame entender ¿quieres que me aleje para que tú tengas oportunidad?

—Claro nos estamos entendiendo—dijo con una mirada desafiante, en lo personal por un momento dude en negarme por la razón que quizás ella es una mujer que está a su nivel. Una que no le tiene miedo a demostrar lo que le interesa—Entonces ¿Me dejaras el camino libre?—su sonrisa me hizo ver, que a pesar de todo Rayan no se merece a una persona así, más si no ha estado con nadie.

Aunque eso es decisión de él y no mía a pesar que sea su amiga. Lo correcto en este caso es hacerle entender que Rayan no es un juguete para ella.

—No te dejaré el camino libre, soy su amiga y como tal no permitiré que lo uses para tus juegos. En serio pensé que eras diferente, sin embargo me equivoque—dije bajando los brazos y agarrando mi mochila para irme.

—Que te quede claro esto es una guerra, porque soy mucho más mujer que tu Zeynep. Es obvio que lo voy a conquistar—Me volteé al escuchar sus palabras, tenía ganas de pegarle por decir esas cosas de él, sin embargo no lo vale.

—¿Estás tan segura de eso?—Escuchar esa voz a mi espalda dejo mis pelos de punta, se me olvido todo y el porque quería pegarle a Elif.

Nota de Autora

¿Los asuste verdad? el título dice mucho que decir, sin embargo mi querido protagonista no hará eso; tanto nuestra Zeynep y él necesitan ser felices 💛🥺