CAPÍTULO 8: DESPIERTA

"Despierta..."

Alex despertó en el primer piso del edificio y vio que el suelo había colapsado y tanto él como el erradicador habían caído al primer piso. A pesar del dolor, Alex se levantó y observó cómo el erradicador se recuperaba, pero notó algo inusual en él, además de su sonrisa.

Un trozo de madera atravesaba su pecho. A pesar de su estado, el erradicador seguía sonriendo. Sin saber qué hacer, Alex se quedó inmóvil. El erradicador lanzó un golpe hacia Alex, quien lo esquivó y corrió hacia la salida.

Aunque el erradicador estaba herido, su fuerza y velocidad seguían siendo increíbles. Alex corrió hacia el edificio vecino, mientras el erradicador lo perseguía. Al entrar al edificio, corrió directamente hacia las escaleras. El erradicador lo seguía y Alex sabía que tarde o temprano moriría a manos de él si no hacía algo.

Llegó hasta el piso más alto del edificio y esperó pacientemente al erradicador mientras cortaba un pedazo de tela con su cuchillo. El erradicador llegó y Alex sabía que era ahora o nunca, así que tomó su cuchillo y se abalanzó sobre él.

El erradicador reaccionó rápido y lo tomó del brazo, para luego lanzarlo fuertemente hacia la pared. Parecía ser el fin de Alex, quien no podría sobrevivir a menos que alguien lo salvara. El erradicador se acercaba lentamente, podría usar su fuerza y velocidad para matar a Alex rápidamente, pero prefería hacerlo sufrir. Con una sonrisa en el rostro, el erradicador se iba acercando lentamente a Alex. Cuando estaba a unos pasos de él, Alex empezó a reír.

"¡Muere, criatura del infierno!" -gritó Alex mientras se reía.

El erradicador, confundido, volteó hacia atrás. Sin pensarlo, Alex tomo su cuchillo y se levantó para apuñalar varias veces el cuello del erredicador. El erradicador, herido gravemente, cayó al suelo y su sonrisa se desvaneció. Alex, sin pensarlo, acabó finalmente con su vida. "Muere, maldito demonio", dijo Alex mientras sacaba su cuchillo de la cabeza del erradicador.