Debo ser sincero cuando digo que no quería hacerle nada al comandante, él fue para mí un gran ejemplo, fue como mi mentor; ese padre que había perdido hace años, le cumplió la promesa a mi madre de que no me pasaría nada en el tiempo que estuviera preso
(Recuerda)
<<Hijo, no te preocupes que todo estará bien, tu madre podrá venir a verte las veces que quiera dentro del horario que se le asigne, no estarás solo; puedes confiar en mí para cualquier cosa que quieras, bueno menos darte a la fuga jajajaja un chiste hijo, ánimo que el tiempo pasa volando y pronto estarás con tu madre
La verdad que él me daba mucha confianza, estuvo día tras día yendo a verme, platicaba conmigo me hacía sentir especial y en la prisión a todos les dijo que yo era su protegido y que si alguien se quería pasar de listo conmigo con él se las vería, mi tiempo en prisión me hizo creo que de carácter más solitario aún, no salía de mi celda sólo cuando iba mi madre a visitarme, en la hora de comida, algún evento que hicieran, sólo eso pero de amigos se puede decir que con una mano los conté, porque ahí en prisión no debes confiar ni en tu sombra
Los años pasaron, mi vida dentro fue un total martirio, mi pobre madre no faltaba un solo domingo, estuviera como estuviera el clima ella siempre estaba ahí para verme, ya podía notar que su sonrisa se iba perdiendo más, su pelo ya reflejaba la nieve que caía en el, su mirada ya no tenía ese brillo que antes tuvo, me daba cuenta más y más de que fui un maldito, de que por mi culpa mi viejita sufrió algo que no debía; ya no podía soportar que ella a como podía me llevaba comida, me dejaba algunos pesos que mis tíos le apoyaban, ella me decía triste que no sabía cuando sería la última visita que me daría, que nunca dejaba de pensar en mí, que pedía en sus oraciones por su hijo
Tomaba sus manos y me sentía el hombre más afortunado del mundo al saber que aún tenía el tesoro más grande de la vida, mi madre; ella me decía que trataría de aguantar todo lo que pudiera para esperar a que saliera y que pudiera yo estar una vez más con ella, esas palabras me sonaron como si se estuviera despidiendo, sentí algo feo en mi corazón que al verla partir no me dejaba dormir; en ese entonces el Comandante Gruther la apoyaba, la llevaba a verme y la llevaba de nuevo a casa, a él también se le miraban ese pasar de los años, pero firme como un roble de esos que son duros de doblar
Un domingo me levanté como de costumbre, me bañé, me arreglé lo mejor que pude porque ese día mi madre iría de visita y para mí era la cita más importante del mundo, y también porque tenía una sorpresa para ella, le quería presentar a ml bella dama que conocí en una de tantas visitas que le hacía a uno de sus hermanos y pues nos fuimos tratando; llegó el momento en que le pedí que fuera mi pareja y aceptó, esa noticia se la quería dar a mi madre querida, de que viera que a su hijo el de la cicatriz en el rostro podía tener novia, era tanta la emoción… Me quedé esperando
Los guardias ya me conocían porque no había domingo que mi madre no fuera, me veían y no sabían lo que pasaba, también estaban sorprendidos por la situación, les pregunté si no sabían algo de lo que pasaba y me daban respuestas negativas, hasta que miré que venía el comandante y al verme no pudo ocultar su rostro lleno de tristeza, mi cara cambió por completo porque al verlo sospeché lo peor, mi bella dama miró mi actitud y me abrazó fuerte; sabía que en ese momento la necesitaba más que nunca a mi lado
<<Hola hijo, tengo que decirte algunas cosas, debes tomar asiento
--Mi mamá, cómo está mi mamá? Quiero verla, por qué no vino? Todo bien comandante?
<<Tu madre desgraciadamente cayó al hospital, su estado de salud de puso muy delicado y fue llevada de urgencia, en éstos momentos está un poco delicada de salud; no sé cuánto tiempo más pueda resistir hijo
--No comandante, mi mamá se pondrá bien; ella es fuerte, no le pasará nada a mi madre; quiero verla, ayuda comandante! Que me dejen salir a verla!! Necesito ver a mi madre! Ella me necesita en éstos momentos, por favor no me dejen solo
<<Mañana hablaré con el juez Kourt para ver si puede apoyarme en darte un permiso especial, sé lo valiosa que es tu madre para ti y sé que deseas estar con ella, pero por el momento no se puede; mientras tanto yo estaré con ella y te mantendré al tanto de todo lo que pase con su salud, ánimo hijo mañana podrás ir a verla
No podía dejar de pensar en lo que el comandante me había dicho, mi madre estaba a punto de irse y yo no podía estar con ella por ser un estúpido y estar tras cuatro paredes, mi bella dama estuvo conmigo todo el día hasta que llegó la hora de que terminara la visita, ella me dio esa fuerza para soportar una noche más ahí dentro, porque al siguiente día confiaba tanto en el comandante que sabía sí podría conseguir el permiso especial para ir a verla
La noche se le hizo larga, no pude dormir; apenas salió el sol y ya tenía la noticia del comandante donde habían dado ese permiso especial, pero lo hicieron rápido para no levantar sospechas, me dieron ropa de civil para salir, años tenía sin ver al sol desde fuera, me subieron a una camioneta y me llevaron al hospital donde estaba mi madre, pero la visita aún no era la hora así que tuve que esperar, el comandante me dio dinero para que le comprara algunas cosas a mi madre y le compré un enorme ramo de flores rojas que eran sus preferidas, le compré unos globos, y le compré su comida favorita porque yo quería comer con ella
La mayoría de los que estaban ahí presentes me miraban raro, mi cicatriz no era bueno no es tan fácil de cubrir pero a mi no me importaba nada de lo que dijeran, estaba contento porque visitaría a mi madre y ella no lo sabía, era una sorpresa del comandante y mía, bueno más del comandante porque él hizo todo eso posible, se llegó la hora de visita y el comandante entró primero al cuarto