Capítulo 8

Ya era tiempo de que saliera a buscar lo que tanto estaba anhelando, vengar a mi familia, pero también tenía que buscar el apoyo de alguien importante, no sabía qué pasaba en esos momentos, la guerra seguía pero tal vez los papeles habían cambiado y pues tenía que buscar al mejor postor para poder hacer lo que tenía en mente, caminé por la brecha ya entrada la noche, la lluvia hacía acto de presencia y eso me gustaba

Llegué a la ciudad, todo estaba muy tranquilo; creo que la lluvia espantó a toda la gente o tal vez porque ya era de madrugada y muchos dormían, las calles lucían solas, era como si fuese una ciudad fantasma donde sólo habitaba la soledad, caminé varias cuadras y se podía escuchar el ruido de mucha gente en un lugar en específico, el bar; mi vestimenta sabía que llamaría la atención a quienes estuvieran ahí dentro pero tenía que conseguir información a como diera lugar

Me acerqué y en la puerta principal un guardia me detuvo para pedirme el pago y poder acceder, traía un poco de dinero y eso me valió mucho porque no puso “peros” y de inmediato me dejó entrar, no sin antes revisarme según él muy bien; entré a ese bar y noté que estaba lleno; se podría decir que media ciudad estaba ahí reunida, no había nadie en la calle pero en el bar estaban muchos; me acerqué a la barra y pedí algo de tomar para ir viendo bien bien todo el ambiente que había

Minutos después se me acercó alguien, sabía que mi vestimenta llamaría la atención y pues ese era el precio

××Qué pasa amigo? Se perdió? Veo que no es de por éstos rumbos

Diablo.- Que tal amigo; nada de eso me gusta el ambiente de éste lugar y pues tenía algo de tiempo que no venía; algún problema?

××Hasta el momento ninguno y espero que así siga, sólo ando checando a las personas que son desconocidas, con eso de la guerra y la supuesta victoria de Horth sobre Cuaso por el poder, pues no sabemos qué pueda pasar; Cuaso ha enviado un sin fin de gente a querer recuperar su plaza pero hasta el momento no ha podido

Diablo.- Sí, está cabrón todo eso amigo, ya no se puede confiar ni en la sombra de uno mismo, pero no se preocupe no estoy ni a favor ni en contra de su jefe, de hecho hasta quisiera hablar con él para ofrecerle mi ayuda sobre ese mentado Cuaso

××Cuaso es nadie, pero no deja de ser esa piedra en el zapato para mí jefe, desde que el Diablo desapareció de éstos rumbos Cuaso perdió autoridad y fue perdiendo terreno, pero queda su gato que a pesar de que están abajo no deja de hacer su desmadre en la ciudad, mata gente a lo loco y no han podido darle baje

Cuando mencionó a ese cabrón no pude evitar recordar aquella noche y su mirada, sus burlas

Diablo.- Si quieren deshacerse de ese cabrón y de Cuaso, dile a tu jefe que quiero hablar con él

××Jajajajaja no amigo, no hay nadie que pueda meterse en las entrañas del cuartel de Cuaso jajaja creo que ni el Diablo podría hacerlo, muchos dicen que murió en una emboscada junto a su familia, otros dicen que se fugó porque le dio miedo, pero acá entre nos; yo creo que ese cabrón lo mataron a traición y tal vez igual a su familia, imagínate se dice que primero mataron a su esposa y después a su hijo en brazos de él, para después darle muerte también

Diablo.- Es buena historia esa del mentado Diablo, de seguro ha de ser muy mencionado

××Uuy amigo, ese wey es leyenda por todos lados, creo que la mayoría de las personas se quedaron con esa historia sobre su cruel muerte y eso fue el debacle de Cuaso, porque él era su mejor hombre; otros más dicen que lo han visto deambulando por las calles buscando venganza; que se le mira en su rostro el odio y que siempre está fumando, su más grande vicio, pobre cabrón; pero pues así es la vida y entre todo lo malo, lo bueno que está con sus padres y con su familia descansando

Me quedé sin palabras al escuchar la historia que me estaba contando aquel hombre que no sabía ni como se llamaba, pero creo que le inspiré confianza porque me contó toda la historia que había pasado en esos meses que estuve “muerto” para todos, seguimos charlando varias horas más y seguimos echándole unas cuántas cervezas más, la verdad que ese hombre igual me inspiró confianza, para ser hombre de Horth y a lo que me platicó es uno de sus hombres de confianza, así que lo tenía que convencer de que me llevara con él, yo buscaba mi venganza y él buscaba todo el poder de las plazas en disputa por la droga

Diablo.- Bueno amigo, creo que ya es hora de retirarme, me dio gusto saludarte y gracias por esa confianza que me brindaste, vuelvo a decir dile a tu jefe que necesito hablar con él, él me puede ayudar y yo lo puedo ayudar será un trato justo, dile que Diablo busca venganza lo espero aquí mismo el día de mañana a ésta hora

Al decirle eso, me quité la parte superior de mi chaqueta con la que me cubría el rostro, al verme su cara de espanto fue tan grande que no pudo hablar se quedó viendo como si fuese un sueño lo que estaba pasando en esos momentos, me levanté y me dispuse a retirarme del lugar para ir en búsqueda de un lugar donde pasar la noche que ya estaba algo fresca la madrugada

Llegué a una casa abandonada, bueno ni tan abandonada había muchos vagabundos allí, me dispuse a buscar un rincón donde nadie me molestara y no molestar a nadie, sólo buscaba descansar un poco, traía un poco de dinero pero no el suficiente para algo mejor; así que tuve que conformarme con eso, había dormido algunas dos horas cuando escuché una voz que me estaba hablando

**Diablo, diablo, diablo, eres tú? Diablo? Estás vivo? Eres un fantasma? Diablo!!

Diablo.- Deje dormir oiga, no sé de qué me está hablando, no conozco a ningún Diablo, disculpe pero se equivoca

**Entiendo Diablo, no quieres que nadie sepa que estás aquí, entiendo tu miedo, pero a quienes una vez te seguimos no debes dejarnos abandonados, lloramos tu muerte cabrón, nos quisimos levantar en armas en contra de la gente de Cuaso pero fue imposible, muchos murieron buscando vengarte; espero y ese hombre por el que casi morimos, aún esté ahí en ti