Mi gran sorpresa

Capítulo # 1

Capítulo # 1

Taisha era rubia, de ojos azules, se levantó de la cama y se estiró un poco. No le gustaba madrugar, pero tenía que hacerlo. Caminó hasta el espejo y habló.

—Soy Taisha Collins, tengo dieciocho años y vivo con mis hermanas que son Chloe y Olivia. Lamentablemente, mis padres murieron en un terrible accidente y mis hermanas y yo trabajamos para poder sobrevivir. Mis padres solo nos dejaron una casa y un auto para poder movilizarnos —dijo colocándose la blusa y después el pantalón—. Les quiero presentar a mis hermanas —saliendo de la habitación y bajo las escaleras y señalando a Chloe—. Ella es Chloe, es mi hermana mayor, tiene diecinueve años, es la que tiene el carácter más fuerte, tiene un novio llamado Ellis con quien se quiere casar. Ellis es un buen chico, es muy amable y su familia es rica. Mi hermana tiene el cabello negro y los ojos azules. Ella se parece más físicamente a la familia de mi madre, mientras que yo me parezco a la familia de mi padre.

—Buenos días —habló una chica de cabello castaño.

Taisha estaba sonriendo y la presentó.

—Ella es Olivia, mi hermana, es la mayor, es tierna y muy amable, tiene veinte años. Es la mejor hermana del mundo, es la que físicamente se parece a mi madre. Al verla a ella me recuerda a mi madre. Aunque a veces sueña con ella, no me acuerdo muy bien ciertas cosas; cuando tuvimos el accidente, yo solo tenía ocho años y me golpeé la cabeza, no la recuerdo muy bien. Olivia tiene una florería que hizo con ayuda de Jasmín, una de nuestras amigas que es prima de mi novio Hans. Sí, tengo novio que es el mejor novio del mundo, lo adoro. Tenemos dos años de novios. Nos conocimos en un parque de diversiones y desde allí comenzamos a conocernos un poco más, hasta que formalizamos nuestra relación.

—Taisha, ¿estás allí? —le preguntó Chloe, sabía que vivía en su mundo.

—Sí, ya, Chloe. No grites —dijo ella seria.

—No pelean —dijo Olivia con suavidad y colocando la comida en la mesa.

—Te ayudo —se ofreció Taisha.

—Claro.

—Yo tengo que irme —informó Chloe.

—Qué bien, yo también tengo que irme a trabajar —anunció Taisha tomándose un jugo y salió corriendo de la casa.

—Está, no va a cambiar —dijo Chloe cruzando los brazos.

—No —dijo su hermana sonriendo.

Taisha salió corriendo para la cafetería de su jefe Adam Smith. Desde que trabajaba con él joven se llevaba de maravilla con él.

—Buenos días —dijo mirando a su jefe que era rubio de ojos verdes y muy apuesto.

—Hola, ¿cómo estás? —le preguntó Débora

—Bien —respondió ella mirando a la rubia como le sonreía a ella. Era la hermana menor de su jefe y era mayor que ella por un año.

—Llegaste temprano Taisha —dijo él mirándola.

—Sí, es que no me puedo dar el lujo de llegar tarde.

—Sí, ya tienes tres semanas trabajando aquí —le recordó con una sonrisa en los labios.

—Sí, gracias a Dios —dijo ella, a veces le costaba conseguir trabajo.

Adam se había ido a buscar unos materiales mientras que su hermana y empleada seguían trabajando. Como a la media hora apareció y fue a bromear un poco con Taisha.

—Hoy amaneciste con mucha energía —dijo él.

—Sí, viene con las pilas puestas —bromeo ella.

—Parece que Taisha vino con ánimos —dijo Débora alegre.

—Sí —aseguró ella sonriendo.

—Es hora de comenzar a trabajar —ordenó él.

—Sí —dijo Taisha.

Débora y Taisha comenzaron a atender a la clientela y platicando un poco cuando podían, las horas estaban pasando y Taisha se había olvidado en comer y comenzó a sentirse un poco mareada, no era la primera vez que le pasaba, esta vez era poco más fuerte.

—Débora, no me siento bien —comunicó sintiéndose débil.

—De nuevo Taisha —dijo preocupada.

—Sí, tengo días así, no desayune, es que todo me da asco —le explicó.

—Es extraño Taisha.

—Lo sé, me voy a sentar un rato. A lo mejor se me pasa.

—Ven —dijo sentándola.

En eso entró una mujer de cabello rojo con ojos azules profundos, sonriéndoles.

—Hola —saludó animosa.

—Hola —respondió Débora.

Taisha levantó su rostro y era su cuñada Maddie.

Maddie acercándose a Taisha.

—Hola Taisha, ¿cómo estás?

—No muy bien.

—¿Qué te pasa?

—Otra vez estoy mareada —le contestó.

—Qué raro, ¿pero por qué no vas para la clínica?

—No, después tu hermanito se molesta conmigo porque no le digo nada y para mí no es nada malo.

—Ya sabes cómo es Hans —dijo ella mirándola y habló—. Pero, no es normal que te sientas mal. Deberías ir al médico.

—Lo sé, luego iré —insistió ella

—Ok, pero ve al médico.

—Lo haré —dijo sonriendo.

—Débora, me puedes traer un jugo —le pidió Maddie.

—Sí —contestó ella.

.

.

En la florería.

—Listo, Jasmín —habló Olivia.

Jasmín era una preciosa rubia que estaba siempre al pendiente de las hermanas y las quería muchísimo.

—Sí, Olivia.

—Estoy muy preocupada por Taisha, tienes días sin desayunar —le expresó.

—De verdad, que raro si Taisha come por tres —dijo Jasmín extrañada. La novia de su primo era de buen comer y era delgada a pesar de que comía tanto.

—Lo sé, cada día amanece pálida.

—Es mejor llevarla para un doctor —dijo su amiga preocupándose.

—Eso haré.

—Hoy Alfred me invitó al cine —le contó entusiasmada.

—Me alegra que tu noviazgo vaya tan bien.

—Sí, estamos mejor que nunca.

—Te felicitó.

En eso entró Adam a la florería.

—Hola.

—¿Que desea? —le preguntó Olivia atendiéndolo.

Adam asombrado por la belleza de Olivia.

—Ho… la.

Olivia estaba sonriendo.

—¿Qué desea?

—Este... Aquí hacen arreglos florales —habló nervioso.

—Sí.

—Quiero uno con rosas rojas —le pidió apenado.

—Ok, ¿para cuándo? —le preguntó para anotarlo en su agenda.

—Para mañana en la noche.




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