Capítulo # 3
En la casa Collins.
Taisha había llegado a su hogar y se había dado un baño. Desde que estaba trabajando había días que eran un poco difíciles, pero quería darle lo mejor a su princesa.
—Aisha, es hora de comer —anunció Taisha colocando la comida en la mesa.
—Sí, mami, sabes. Hoy vi a la tía Jasmín y al tío Alfred —contentó con una sonrisa en los labios y sentándose en la silla.
—En serio, qué bueno.
—Pronto será mi cumpleaños —dijo recordándoselo.
—Sí, lo sé.
Chloe entró a la casa.
—Hola —dijo, colocando unas bolsas en la mesa.
—Chloe, ¿cómo te sientes? —le preguntó Taisha.
Chloe acariciándose el vientre.
—Bien, aquí con tu sobrino —dijo recordándoselo.
—Hola, bebé —habló su sobrina tocándole el vientre.
—Nace en tres semanas —anunció Chloe.
—Qué emoción, ¿y Ellis? —le preguntó su hermana.
—En la casa, solo vine de pasada.
—Qué bien, hermanita —dijo sonriendo.
—Tía Chloe, pronto será mi cumpleaños, ¿qué me vas a regalar? —le preguntó sonriendo.
—Es una sorpresa —respondió Chloe, alegre.
—Me asustan tus sorpresas —habló Taisha. Su hermana siempre exageraba con sus regalos.
—Mañana vamos para el parque con Olivia y con el pequeño Andrés —dijo Chloe informándole.
—Ok, mañana lo tengo libre —anunció su hermana.
—Nos vemos mañana —dijo Chloe alejándose.
—Ok —afirmó Taisha observando cómo su hermana se alejaba de ellas.
—Mami, mañana vamos a jugar mucho, ¿verdad? —le preguntó la niña emocionada.
—Claro que sí, preciosa —dijo su madre alegre.
—A comer.
—Sí —dijo ella. Comenzaron a comer en eso, y se quedó mirándola fijamente a Aisha. Estaba sorprendida de lo que se parecía a su padre.
—¿Qué tanto me miras, mamá? —le preguntó con inocencia.
—En lo hermosa que eres —le respondió sonriéndole.
—Gracias, mami. ¿Cuándo conoceré a mi papá? —le preguntó. Siempre le hacía la misma pregunta, quería conocerlo.
Taisha estaba nerviosa.
—No sé, depende de cuándo llegue de su viaje —dijo, levantándose para llevarse el plato de la mesa.
—Mami, ¿pero mi papá es guapo? —le preguntó curiosidad.
—¡Uff, guapísimo! —exclamó ella enamorada.
—Lo quiero conocer, mami.
Taisha en su mente:
—Ojalá que sea pronto hija.
.
.
En la casa Johnson.
—Hans, mañana vamos para el parque para que te distraigas un poco —le comunicó Maddie sonriendo.
—Está bien —dijo sin ánimos.
Hans solo quería saber de Taisha y preguntarle tantas cosas.
La noche pasó rápidamente, Taisha se había despertado un poco tarde, pero no le daba mucha importancia porque era su día libre y podía descansar un poco más. Recordó que hoy iría de paseo y tenía que despertar a su hija.
Cuando fue a la habitación la despertó con muchos besos en la mejilla y haciéndole cosquillas, amaba como se llevaba con ella y como la maternidad la había cambiado para bien.
Antes no pensaba en realizarse como mujer, simplemente quería casarse con Hans y ser la típica ama de casa que estaba dispuesta a quedarse, y criar a sus hijos, pero el destino tenía otros planes y prefirió en realizarse como profesional para que su hija se sintiera orgullosa de ella y que sus hermanas no la vieran como una carga.
Su hermana Olivia que termino casándose con Adam, su ex jefe.
El día de que su hermana comenzó a salir con su ex jefe fue tan extraño, pero nunca había visto a su hermana tan feliz y alegre. Estaba que no cabía de la emoción y cuando logro casarse con él entendió de que su hermana lo amaba con locura y se lo merecía, porque ella había tomado el papel de madre por muchos años y merecía ser feliz al lado de un buen hombre y Adam lo era con ella.
Su hermana Chloe se había casado con Ellis, su novio de siempre y que la amaba con todo su ser. Ella se sentía tan feliz por sus hermanas y que estaban realizadas.
Miró como su hija estaba todavía soñolienta y le dio una palmadita en el trasero.
—Es hora de levantarse amor, tenemos que salir y tienes que levantarte.
Aisha se levantó de mala gana, pero quería salir y disfrutar junto con su mami.
Taisha la llevo para el baño y la baño con aquella paciencia, y enseñándole que disfrutara el baño que no había apuro en irse de una vez. Cuando salieron del baño, Taisha eligió un conjunto rosa con una blusa de color blanco, con unas gomas de color rosado con negro.
Taisha estaba peinándola.
—Ya estás lista.
—¿Cómo me veo?
—Bien, preciosa —respondió sonriéndole.
—Mamá, apúrate —dijo ansiosa
—Si ya voy —dijo ella levantándose de la cama para comenzar a vestirse, mientras que su hija estaba emocionada.
Aisha brincando en la cama.
—¡Yupi! Ya quiero irme.
Taisha colocándose la blusa.
—Oye Aisha, necesito que me pases aquel pantalón —le pidió señalándoselo.
—Está bien —dijo ella bajando de la cama, agarrando el pantalón y entregándoselo.
—Gracias, oye nada de perderte —le habló seriamente.
—Lo sé —contestó Aisha seria.
—Nada de meterte con los niños —le recordó, conociendo que era un poco atravesada.
—Lo sé, mamá —dijo cansada.
—Aisha —habló con autoridad.
—¿Qué? —le preguntó mirándola.
—Nada —dijo Taisha riéndose.
—Mami apúrate —dijo molestándose.
—Ya voy.
Taisha se terminó de arreglar e hizo el desayuno, luego se fueron para el parque, allí se encontraban a sus hermanas con sus esposos.
—Hola —dijo Aisha abrazando a Olivia.
—¿Cómo está la sobrina más hermosa del mundo? —le preguntó Olivia feliz.
—Bien tía, hola tío Adam —dijo ella saludándolo.
—¿Cómo estás linda? —le dijo él.
—De maravilla.
—Aquí está tu primito Andrés —dijo su tía.
—Hola, Andrés —le habló la niña alegre.
—Está hermoso, Olivia. No puedo creer que ya tenga casi dos años —dijo Taisha encantada con su sobrino.