Capítulo # 19
En la casa Jonhson.
Hans se dio un baño y preparó a su hija para salir a la casa de Taisha. Necesitaba saber qué estaba pasando y por qué había pedido un reposo.
Cuando llegaron a la casa, él tocó el timbre, pero nadie salió y eso comenzó a preocuparlo, hasta que observó cómo su hija estaba buscando algo y sacó una llave escondida en una maceta.
—Siempre la esconde aquí para las emergencias —dijo ella dándosela.
—Qué buena idea de tu madre —le dijo con tranquilidad.
Hans abrió la puerta y subió las escaleras. Cuando abrió la puerta de la habitación de Taisha, ella estaba durmiendo muy tranquila.
Hans acercándose a Taisha.
—Taisha, despierta —dijo llamándola con suavidad.
Ella se movió un poco y abrió los ojos adormilados.
—¿Qué haces aquí? —preguntó mirándolo.
—Vine porque estaba preocupado por ti —le dijo sonriéndole.
—Mami —dijo acercándose a ella su hija—. ¿Cómo te sientes?
—Hola, nena, ¿qué pasó?
—Mami, ¿por qué no estás trabajando? —le preguntó Aisha, sentándose en la cama.
—Es que me empecé a sentirme un poco mal, eso es todo —le respondió con suavidad.
—Vamos para la clínica —dijo él.
—No, tranquilo, ya estoy mejor —habló con firmeza.
—Segura —dijo mirándola.
—Mami. Le estaba diciendo a papi que cuando estabas embarazada de mí sufrías de malestares —le comentó ella.
—Aja, es verdad —afirmó nerviosa.
—Mami, me voy para mi habitación —le comunicó, dándole un beso en la mejilla y se bajó de la cama.
—Ok, ve.
Hans esperó que su hija saliera y miró a Taisha que estaba un poco nerviosa.
—Felicidades, Hans —habló alegre ella.
—Gracias —dijo acariciándole el pelo—. ¿Cuándo me vas a decir que estás embarazada?
Taisha se puso pálida.
—Pensabas que no me iba a dar de cuenta. Estás muy rara desde ayer y eso no es normal en ti —le dijo sonriendo.
—Sí, estoy embarazada de nuevo —afirmó mirándolo.
Hans estaba emocionado.
—¡Voy a ser papá otra vez! —dijo dándole un beso.
Taisha se separó de él. Estaba confundiendo las cosas y tenía que aclarárselo.
—Hans espera, no sé qué piensas, pero no quiero estar contigo.
—¿De qué hablas? —preguntó sin entender.
—Tú tienes novia, y no voy a ser la segunda de nadie —le aclaró seria.
—Sophia y yo terminamos ayer, y yo te amo. Yo se lo dije y se lo aclaré a ella. Que todavía te seguía amando solo a ti —le confesó mirándola y agarrando su mano. No quería que se enterara de que ella los había separado hace unos años y menos en su estado.
—Hans no quiero volver contigo por un embarazo, quiero que volvamos a empezar. Como cuando nos conocimos, ¿te parece? —le prepuso ella.
—Claro que sí. Hola soy Hans Johnson tengo veintinueve años y tú —le dijo sonriendo.
Taisha estaba sonriendo.
—Hola soy Taisha Collins tengo veintitrés años y también tengo una hija de cinco y un bebé en camino.
—Wow, dos bebes —dijo haciéndose el sorprendido.
—Sí, comencé joven —habló sonriendo.
Aisha entró a la habitación de nuevo.
—Ven acá hermosa, te tenemos una noticia —habló su padre.
—¿Cuál? —preguntó intrigada.
—Vas a tener un hermanito o hermanita —comunicó su madre.
—Estás embarazada, mami —expresó asombrada.
—Sí bebé, vas a tener un hermanito o una hermana —dijo alegremente.
—Súper, mami, no se te nota como a tía Chloe —le dijo mirándole el vientre.
—Es que, apenas tengo dos meses —respondió alegre.
—Yupi, que emoción —dijo contenta.
—Parece que le encanto la idea —dijo él.
—Sí, le gustó mucho la idea —comentó Taisha feliz.
—Es hora de salir, les recuerdo que es mi cumpleaños y quiero pasarla con mis chicas.
—Sí, lo sé —habló ella.
En eso comenzó a sonar el timbre.
Taisha levantándose de la cama.
—¿Quién será?
—Vamos, mami —le dijo Aisha.
—Vamos —dijo él sonriendo.
Taisha, Aisha y Hans bajaron las escaleras y Taisha abrió la puerta principal, al hacerlo se sorprendió.
—Chloe…
Chloe con Cameron en sus brazos.
—Taisha —dijo llorando.
Taisha estaba preocupada.
—¿Qué pasa?
—El tonto de Ellis —confesó sollozando.
—Siéntate —habló con suavidad.
—Ven muñeca, vamos para la tienda a comparar golosinas —dijo Hans risueño.
—Sí, vamos papi —dijo contenta.
Hans y Aisha se fueron.
—Cuéntame, ¿qué pasó? —le preguntó Taisha.
—Nada, que el tonto de Ellis está molesto porque le dije que comenzaría a trabajar y que te iba a dejar el bebé a ti, se molestó diciéndome que no tenía necesidad de trabajar; que para eso lo tenía a él, pero que quieres que haga, me gusta trabajar —dijo llorado de nuevo.
—Chloe no sé qué decirte, en una parte tiene razón y la otra la tienes tú, que problema Chloe —le habló con suavidad.
—Lo sé, hermana.
—Porque no le dices, que vas a trabajar los días festivos o cuando él los tenga libre —le consejo.
—No sé —expresó dudosa.
—Sabes, Chad me suspendió —le comentó a su hermana.
—¿Por qué? —le preguntó sorprendida y preocupada.
—Por mi embarazo. Ya sabes cómo es de dramático —respondió con una leve sonrisa.
—No es dramático. Él sabe porque lo dice Taisha, tienes que descansar —dijo Chloe mirándola con seriedad.
—Voy hablar con Olivia y Jasmín para trabajar con ellas —le comentó ella.
—Buena idea, pero todo con cuidado. Estas embarazada y necesitas cuidarte más.
—Sí, luego cuando tenga al bebé. Trabajo de nuevo en la clínica.
—No creo que recreces a trabajar —dijo dudando.
—¿Por qué? —le preguntó extrañada.
—Taisha, serán dos responsabilidades.
—Si es verdad, no lo había pensado —golpeándola la realidad.
—Porque no me asombro, Taisha —dijo con tosquedad.
—Ja, ja, ja, ja.
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En la florería "Las amigas"