Capítulo # 22
En la casa Johnson.
En la habitación de Maddie.
—Taisha, perdón por todo este tiempo —dijo Maddie avergonzada. Ahora que estaba con su hermano, no quería llevarse mal con ella y así disfrutar de sus sobrinos.
—Maddie, por algo pasan las cosas. Mira a Hans, está feliz con Aisha —dijo contenta.
—Ustedes. ¿Cuándo volvieron, no me explicó? —le preguntó curiosa.
—Este… —dijo apenada—. Es que tuvimos una noche nada más y quedé embarazada —la miró avergonzada.
—Wow una sola noche, qué puntería, ja, ja, ja —dijo divertida.
—Maddie, en verdad estoy feliz con la noticia. Sé que no era lo que había planeado, pero la idea de tener otro bebé con Hans me llena de ilusión —le confesó con cierta vergüenza, pero con una sonrisa en los labios.
—Yo estoy muy feliz por ustedes, sé que Hans siempre te ha amado y que solo estaba con Sophia por compromiso.
Hans entró con Aisha a la habitación.
—Maddie, ya llegó Erick —le aviso.
Maddie estaba algo nerviosa.
—Tan rápido.
Hans estaba riéndose.
—Deja los nervios.
—Hans, déjala —dijo Taisha.
—Ok.
Todos salieron de la habitación.
—Hola, Maddie —dijo él.
—Hola, Erick, siéntate. ¿Quieres algo de tomar? —le preguntó con nerviosismo.
—No, gracias.
—Yo me voy, vamos princesa —dijo Hans
—Sí —dijo Aisha sonriendo.
—Yo también me retiro —dijo Taisha alejándose.
Maddie estaba nerviosa.
—Qué bueno, que pudiste venir.
—Sí, parece que soy el único —observando que no había nadie.
—¿Sabes cómo es Hans?
—Sí, lo sé —dijo mirando a ella y veía lo hermosa que estaba.
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En la cocina.
Taisha tomándose un poco de jugo y mirando a los lados si había comida.
—Tengo hambre. Se me olvidaban los antojos y el hambre que nunca se quita.
Hans entró a la cocina y sonrió.
—¿Tienes hambre? —preguntó acercándose a ella y observando cómo estaba un poco sonrojada.
—Sí, si tengo hambre.
—Déjame prepararte una fruta y que comas un poco. Estás embarazada y tienes que alimentarte bien.
Ella lo miró emocionada y sonrió. Se estaba preocupando por ella y lo agradecía de que fuera tan atento.
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En la casa Harris Johnson.
Jasmín tomándose un jugo.
—Que delicia.
—Jasmín, ya podemos hablar —dijo su esposo acercándose a ella y tener las palabras adecuadas para que no se fuera a enojar con él. Porque tenía un humor, bastante fuerte últimamente.
—No, no quiero hablar contigo de nada —le comunicó cruzando los brazos.
—Está bien, que se quede el gato en casa —dijo con suavidad.
—En serio —dijo feliz.
—Sí.
—Te amo —dijo levantándose del sofá y se acercó a él para darle un beso en los labios.
—Yo también, mi amor —dijo al verla tan cariñosa con él y debía de ser el cambio de humor por el embarazo.
—Tengo hambre.
—¿Qué deseas comer? —le preguntó sonriéndole.
—Sushi.
—Mi amor, no sería bueno. Estas embarazada y no puedes.
—Se me olvido, podría ser algo delicioso —dijo alegre.
Alfred sonrió y le prepararía la comida favorita de ella.
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En la casa Johnson.
—Traje refrescos —comunicó Taisha.
Maddie estaba levantándose.
—Taisha, déjame ayudarte.
—Gracias, pero como que estás exagerando —dijo mirándola con cierta alegría que quería cuidarla.
—Claro que no, tienes que cuidarte. Un embarazo tienes sus riesgos —le recordó Maddie.
—¿Estás embarazada? —le preguntó Erick asombrado.
—Sí.
—Felicidades —dijo él sorprendido.
—Gracias.
Hans acercándose a ellos con Aisha.
—Ja, ja, ja que divertido papá —dijo feliz.
—Ya regresamos —comunicó él.
—¿Para dónde fueron? —le preguntó Taisha mirándolos.
—A comprar unos dulces —le respondió Hans.
—Vamos a comer algo, tengo hambre —dijo Taisha sonriendo.
—Yo hice la cena, espero que les guste —comunicó Maddie.
—Claro que sí —dijo ella.
Todos se sentaron en la silla, comenzaron a comer muy a gusto. Después de eso, le cantaron el cumpleaños a Hans. Como las 10:00pm
Maddie cerró la puerta con cuidado.
—Se quedó dormida —dijo ella mirando a Taisha.
—Ya es hora de irnos —anunció Taisha.
—Sí vamos, las llevo —dijo Hans.
Taisha fue para la habitación de Hans, iba a cargar a Aisha, pero Hans la detuvo a tiempo.
—Estás loca —dijo en voz baja.
—Pero —dijo ella mirándolo.
—Estás embarazada —le recordó.
—Sí, es verdad. Perdón Hans, se me olvido —le dijo con suavidad.
Hans cargándola con cuidado para no despertarla.
—Vamos.
—Adiós, Erick —dijo ella despidiéndose.
—Adiós —dijo él, mirándolo como Hans se iba.
Taisha y Hans se fueron tranquilamente y en el camino estaban platicando de todo un poco, él se había sentido muy dichoso que Taisha estuviera con él en su cumpleaños.
Al llegar a su hogar, Taisha se consiguió con la sorpresa de que Chloe se había ido dejándole una nota "Taisha, me fui con Ellis. Vino y hablamos y aclaramos las cosas, no vemos después. Luego te cuento, besos y cuídate mucho, y le das besos a mi nena"
—Chloe —murmuró ella.
—Voy a acostar a Aisha en su habitación —le habló Hans.
—Ve.
Hans había subido las escaleras y acostó a Aisha con cuidado en la cama, salió de la habitación sin hacer bulla para no despertar a su hija.
—Me voy.
—Ok —dijo ella levantándose del sofá, en eso sintió un mareo.
Hans agarrándola del brazo.
—¿Estás bien?
Taisha aun mareada.
—Creo que sí.
—No te veo muy bien —le comentó preocupado.
—Vete tranquilo —dijo ella mirándolo.
—Mejor me quedo esta noche contigo —anunció él.
—No, como crees Hans —dijo apenada, estaba acostumbrada a estar sola en su embarazo.
—Me importa tú y mis hijos, así que vamos para la cama —le comunicó agarrándola.