Mi gran sorpresa

Capítulo # 35

Capítulo # 35

En el hogar Johnson Collins.

Hans había bañado y colocado el pijama a su hija Hanna, que estaba profundamente dormida en la cuna. A veces se quedaba hora mirándola y a escondidas podía ver cómo crecía lentamente.

Pero no pudo disfrutar de su hija Aisha y con Hanna quería hacerlo.

—Aquí estabas —dijo su esposa acercándose a él y sonriendo de cómo su esposo estaba embelesado mirando a su hija pequeña—. ¿Por qué la detallas tanto?

—Siempre estoy mirándola y disfrutándola. No sabes cómo me arrepiento de no haber regresado y saber de la existencia de Aisha —dijo con un tono de arrepentimiento.

—Hans, ¿por qué te torturas? —preguntó ella asombrada de que su esposo siguiera preocupándose por eso—. Nuestra hija está tranquila y feliz. Ella entiende lo que pasó y te adora.

—Lo sé, pero la culpa no deja de atormentarme —confesó con cierta tristeza en su corazón.

Taisha lo agarró de la mano y lo sacó de la habitación de su hija. Lo abrazó con todo su amor.

—Te prohíbo que pienses así, te recuerdo que yo tampoco te busqué.

—Taisha…. Te recuerdo que fue Sophia quien mintió.

—Nunca pensé que ella fuera tan mala.

—Lo importante es que no está molestando y estamos tranquilos —dijo sonriendo.

Hans le dio un beso en los labios.

—Te amo tanto, Taisha.

—Y yo a ti, eres mi todo —le aseguró aferrándose a sus brazos.

—¿Y Aisha? —preguntó.

—Está durmiendo. Estaba agotada.

Hans cargándola.

—Tenemos que aprovechar la noche.

—Me parece perfecto —dijo sonriendo y mirándolo con amor.

Hans llevó a Taisha a la habitación y disfrutaría un poco.

A veces quedaban horas hablando de todo lo que no pudieron decirse o recordaban el pasado con tanto cariño. Pero para ellos nunca tuvieron momentos malos.

.

.

Meses después.

En el hogar Johnson Collins.

—Es hora de irnos —anunció Taisha.

—Sí, vamos, Aisha —le dijo Hans.

—Espérenme —pidió su hija.

Taisha cargando a Hanna.

—Es hora de irnos para la casa de la tía Chloe.

—Estoy asombrado, que ya Hanna tiene seis meses —le dijo su esposo, fascinado con su miniclón.

—Sí, nació el nueve de abril —dijo orgullosa Aisha.

—Sí, estamos en el mes de octubre —habló Taisha.

Hans estaba fascinado con sus hijas, en especial con Hanna, que cada día se parecía más a él.

—Vamos, Hans —le dijo Aisha.

Hans sonrió porque a veces lo llamaba por su nombre.

Taisha, al llegar a la camioneta, se aseguró de colocarle el seguro a Hanna en el portabebés, mientras que su esposo se encargaba de su hija mayor.

—Quiero ver al tío —comentó con emoción ella.

Hans sonreía porque su hija era apegada con sus tíos políticos y eso le gustaba en cierto modo porque su hija confiaba en ellos.

—Listo —anunció su esposa al subirse en la camioneta.

Él terminó de acomodar a su hija y subirse en la camioneta. Había una fiesta a la que tenían que llegar y no podían faltar.

En el camino, Taisha estaba acomodando todo para que no faltara nada y que su hija pequeña estuviera cómoda.

Al llegar, los recibió con emoción Chloe porque su marido estaba de cumpleaños y no podían faltar.

—Pensé que no llegarían —comentó ella con una sonrisa en los labios.

—Perdón, hermana. Tener dos hijas no es nada fácil —se excusó ella sonriendo un poco y se emocionó al ver a Cameron caminaba hacia ellos.

—¡Tía!

—Mi hermoso —dijo Taisha cargándolo y llenándolo de amor—. ¿En dónde está el cumpleañero? —preguntó.

—Está con su sobrino —respondió ella.

—¿Sobrino? —le preguntó su hermana.

—Sí, el pequeño Darien es hijo de un hermano de Ellis —le comentó sonriendo.

—No, sabía que tuviera un hermano —dijo ella asombrada.

—No lo tiene, es como lo fuera. Son hermanos de crianza —aclaró su hermana.

—Ok —habló Hans.

Ellis hizo acto de presencia en compañía de un niño.

—Felicidades —habló su cuñada abrazándolo.

—Gracias —dijo sonriendo—. Les presento a Darien Miller.

—Mucho gusto —le dijo el pequeño.

—El gusto es de nosotros —habló Taisha sonriendo.

Aisha se había ido con su tía Olivia y se acercó emocionada.

—¡Mami!

—¿Qué pasa? —le preguntó su madre.

—Tía Olivia, ya llego —le dijo feliz.

—Qué bien —habló ella.

—Darien, ella es mi sobrina —dijo Ellis.

—Hola, mucho gusto, soy Aisha Johnson —dijo extendiéndole la mano.

—Mucho gusto, soy Darien Miller —le dijo mirándola.

—Ah…

—Aisha, ¿por qué no vas a jugar con Darien? —le propuso su madre.

—Sí, Darien, ¿quieres jugar conmigo? —le preguntó contenta.

—Sí, vamos —contestó emocionado.

—En donde los vea —dijo Hans celoso.

—Sí, papi.

Los niños se fueron a jugar tranquilamente.

—Hola —le dijo Olivia sonriendo.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Taisha.

—Mejor.

—Olivia. No puedo creer que otra vez estés embarazada —dijo Chloe feliz.

—Déjala, Andrés pronto tendrá tres años —le recordó Taisha.

—Sí, el embarazo es demasiado diferente —le comentó Olivia.

—¿Y Débora? —preguntó Chloe.

—Debe de estar en casa de sus padres. Chad está de viaje —dijo ella.

—¿Cuántos meses ya tiene? —preguntó Taisha.

—Creo que cinco meses.

—¡Cinco meses! —soltó atónita su hermana.

—No se le nota nada —dijo ella con cierta envidia, porque se veía tan hermosa.

—Así me pasó con Aisha —comentó ella sonriendo.

—Yo no puedo decir lo mismo —dijo Chloe.

Adam llegando a donde estaban las demás.

—Hola.

—Hola —dijo Hans sonriendo.

Adam quitándole a Hanna.

—Está hermosa esta sobrina.

—Está igualita que la madre —le dijo Taisha, risueña.

—Sí, como no —habló Chloe riéndose.

Hanna comenzó a jugar con la corbata de Adam.

—Hanna, no hagas eso —la regaño su madre.




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