Mi gran sorpresa

Capítulo # 42

Capítulo # 42

En el auto.

—¿Falta mucho? —le preguntó impaciente.

Hans estaba sonriendo.

—Falta un poco, amor.

—Ok.

Hans deteniendo el auto.

—¡Ya llegamos! —exclamó sonriendo.

—Qué bien, amor.

—Es hora de vendarte los ojos —anunció contento.

—Pero...

—Es una sorpresa.

—Ok.

Hans llevó a Taisha a una playa, que estaba adornada con flores rojas y globos, y le quitó la venda que cubría sus ojos.

—Espero que te guste, mi amor.

Taisha mirando a todos lados.

—Me encanta —le dijo emocionada—. Está muy lindo, te amo, Hans.

—Yo también te amo —dijo dándole un beso muy apasionado.

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Actualidad.

—Sí, pero —le dijo apenada—. Ese día también fue la primera vez que hacíamos el amor.

—Sí, es verdad.

—Mmm, cómo que mejor ya me voy a dormir —dijo ella bostezando.

—¡Por qué tan rápido! ¡Eh! —él quejándose.

—Está bien —dijo ella sonriendo. Le gustaba hacerlo rabiar algunas veces.

—¿Te acuerdas cuándo hablábamos de los hijos? —le preguntó sonriendo.

—Sí, cómo olvidarlo.

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Años atrás.

Taisha estaba recostada en el pecho de Hans.

—Oye, amor, ¿cuándo nos casemos y cuántos hijos vamos a tener?

—Me gustaría tener dos hijos, primero un niño y luego una nena —le dijo abrazándola.

—Pero si tenemos una nena, primero —le comentó ella mirándolo.

—Me pondría feliz.

—No te creo —le dijo, sintiéndose un poco decepcionada.

—Es la verdad, aunque me gustaría que nuestra hija se llamara Taisha como su madre —le dijo dándole un beso en la frente.

—Ok, pero si es que tenemos una nena de primero —dijo no muy convencida.

—Cuando decidamos ser padres, seré el hombre más feliz del mundo, ya que en estos momentos no podemos —le recordó.

—Sí, es verdad —dijo sonriendo—. ¿Sabes? Chloe está muy feliz con Ellis; ojalá que se casen.

—Me alegro mucho por ella; Olivia no tiene novio y eso es raro. Ella no es fea —comentó extrañeza.

—Olivia es muy hogareña; ojalá que se consiga un hombre que la sepa valorar —le dijo suspirando.

—Vas a ver que sí.

—Creo que es hora de irme a mi casa —dijo ella levantándose.

Hans agarrándola del brazo y abrazándola con fuerza.

—No quiero.

—Hans, déjame. Mis hermanas pueden sospechar que tú y yo… —le dijo mirándolo.

Hans dándole un beso y mirándola con ternura.

—Y que nos amamos y si quedas embarazada, yo respondo —le dijo muy seguro.

—Hans —dijo sonriendo.

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Actualidad.

—No respondiste —dijo ella mirándolo.

—Eh —murmuró atónito.

—Ja, ja, ja, pusiste una cara —dijo respirando profundo—. Pasado es pasado.

—Pero me gustó saber que mi princesita mayor tiene el nombre parecido al de su madre —le dijo sonriendo.

—La verdad, sí lo pensé. No la iba a poner Aisha, lo que pasó —dijo ella contando.

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Siete años atrás.

—Olivia, me duele, ya quiere nacer la bebé —le dijo Taisha quejándose.

—¡Dios mío! —dijo alterada.

—Ya tengo todo —habló Chloe apareciendo.

—Vámonos rápido —pidió la futura madre.

—Ojalá que sea una falsa alarma —comentó Olivia.

—Vámonos —dijo Chloe desesperada.

Las chicas se llevaron a Taisha rápidamente a la clínica y fue atendida por Chad; como a la media hora nació la pequeña.

Chloe estaba emocionada.

—¿Cómo están?

—Bien las dos, la bebé la pasaremos a una incubadora porque nació prematura y queremos evitar cualquier complicación. Se la llevaremos a la madre para que la vea por un rato —le dijo él.

—Ok —dijo Olivia.

Como a la hora, todas estaban en la habitación con Taisha.

—Taisha, ¿cómo te sientes? —le preguntó Olivia.

—Más o menos, ya la vieron lo hermosa que es —les dijo ella encantada.

—Todavía no —habló Chloe.

Chad entró con la incubadora a la habitación.

—Aquí está.

—Mi Aurora —le dijo ella.

—¿Así se va a llamar? —le preguntó Chad asombrado.

—No, ponle Taisha, acuérdate de que naciste en la misma fecha que mamá —le dijo Chloe, seria.

—Sí, mi madre me colocó Taisha por la abuela, no rompas esa tradición —le pidió Olivia.

—Pero me gusta Aurora, mi mamá se llamaba así y me gusta mucho —les dijo ella seria.

—Bueno, es tu decisión —habló Olivia.

Taisha recordó las palabras de Hans.

—Está bien, se llamará Aisha Collins; es mi nombre prácticamente, con la diferencia de que llevará A de primero en honor a nuestra madre y no habrá casi diferencia.

—Perfecto —dijo Chloe feliz.

—La pequeña Aisha está muy linda —comentó Chad mirándola.

—Se parece a nuestra madre —dijo Chloe encantada.

—Sí, es toda una Collins —afirmó Taisha, orgullosa.

—Cariño, ¿por qué no lo llamas? —le dijo serio.

—¿Para qué, ya con mi pequeña estoy más que feliz? —dijo mirándolo. No quería llamar a Hans; si en tantos meses no se molestó en saber de ella, era porque no la amaba de verdad.

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Días después.

Taisha acostando a la bebé en la cuna.

—Parece que ya se tranquilizó.

—No me canso de verla, se parece tanto a Hans, también a ti —comentó Jasmín feliz.

—No lo puedo negar, mi pequeña fue hecha con mucho amor.

—¿Cómo está mi niña? —preguntó Chloe entrando.

—Se acaba de quedar dormida —respondió su hermana.

—Hola, está divina mi sobrina —habló Jasmín a Chloe.

—Hola, Taisha —dijo Olivia entrando.

—Hola.

—No es a ti, es a la nena —le dijo ella.

—Ah… no, pero. Ella es Aisha, no Taisha —dijo mirándola con seriedad.

—Mmm, Aishita —propuso Jasmín.

—Es que son tan parecidos los nombres —dijo Olivia confundida.

—Shita —habló Ellis llegando.

—Qué feo —le dijo su novia dándole un golpe a Ellis.

—Aisha —dijo Taisha seria—. Tienen que aprenderse bien el nombre; no quiero ponerle apodos a mi hija. Aisha es muy diferente a Taisha.




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