Capítulo # 57
Hans llevó a Hanna a comer helado y luego se fueron para la casa. Al llegar, Hanna comenzó a jugar con la laptop de su padre. Él fue a la habitación para hablar con Taisha; la sorpresa fue que la consiguió durmiendo.
—Taisha, despierta —le dijo con suavidad.
Taisha despertándose.
—¿Qué? —dijo, volteándose.
—Necesitamos hablar —le dijo serio.
—Ok —dijo agarrando de la mesa agua y tomándose una pastilla—. Dime.
—¿Por qué estás tomando pastilla? ¿Te sientes mal? —le preguntó, preocupándose.
Taisha levantándose con cuidado.
—Un poco. Me vino mi periodo y no me siento muy bien, así que habla, que luego me iré a caminar un poco.
—Mejor lo dejamos para otro día, no me gustaría pelear y menos si te sientes mal —le dijo él levantándose.
—Ok, gracias —dijo ella levantándose y dirigiéndose al baño, comenzando a llorar—. Creí que estaba embarazada. No aguanto esto, no sé por qué no salgo embarazada —murmuró desesperada.
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En el campamento.
—Listo —dijo Aisha sonriendo.
—Eres muy buena cocinando —le dijo Darien asombrado.
—Gracias, saqué ese don de mi tía Olivia, porque mi madre es pésima —comentó ella riéndose.
—Mmm, bueno —dijo él probando la comida.
—Taisha, ven —le dijo con una compañera.
—Ya voy —le dijo sonriendo—. Ahora vengo.
—¿Nos puedes ayudar con la comida? —preguntó una compañera tímida.
—Claro que sí, déjame terminar con lo mío y luego las ayudo —dijo ella.
—Gracias, Aisha —le dijo su compañera.
—De nada —dijo dirigiéndose a donde estaba ella.
—¿Ya? —le preguntó Darien mirándola.
—Sí, vamos a terminar.
—Ok, vamos.
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En la casa Johnson Collins.
Taisha estaba preparando la cena, cuando de repente le comenzó a doler el vientre, agarrándoselo.
—¿Qué me pasa, sí, ya me tomé la pastilla? —le preguntó caminando para sentarse en una silla y respirando profundo.
Hans y Hanna venían muy divertidos.
—Mami, vamos a jugar —dijo Hanna, feliz.
—No, mi linda, ve tú —dijo con una leve sonrisa.
—Mami. ¿Estás pálida?, ¿te sientes mal? —le preguntó asustándose.
—No ve.
Hanna se fue a jugar en su habitación.
Han acercándose.
—¿Todavía te duele?
—Sí, un poco.
—Deberías dormir un rato.
—¿Y la cena? —le preguntó mirándolo.
—Yo me encargo —dijo él ayudándola a levantar.
—Gracias —comentó ella caminando lentamente.
—Mejor te acompaño.
—Ok.
Hans la acompaña. Taisha se acostó lentamente; él la arropó y le dio un beso en la mejilla y se fue a terminar de preparar la cena.
Las horas pasaron; Taisha seguía durmiendo, mientras Hanna ayudaba a Hans.
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En el campamento.
—Es hora de dormir —dijo Aisha bostezando.
—Ve —dijo Darien sonriendo.
—Buenas noches.
—Buenas noches.
Aisha se fue y empezó a llamar a Taisha al celular; comenzó a sonar.
Hans agarrando.
—Bueno.
—¡Papi! —exclamó ella emocionada.
—Mi princesa, ¿cómo estás? —le preguntó emocionado de oírla.
—Muy bien, quería saber de mi familia —dijo ella feliz.
—Estamos bien, tu madre está durmiendo porque le dolía el vientre —le informó.
—Qué mal, papi, por favor, dime que no es grave —dijo preocupándose.
—No, mi amor, solo que es un dolor —le dijo sonriendo.
—Ok, ¿y Hanna?
—Está dormida.
—Papi, mañana vuelvo a llamar —dijo ella.
—No, princesa, nosotros te llamamos —le dijo, contento.
—Ok. Papi, besos, cuídate —le dijo feliz.
—Ok, adiós —comentó cortando.
Aisha dejó el celular a un lado y se colocó el pijama, se acostó a dormir y las horas pasaron.
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Había amanecido.
Taisha se levantó un poco adormilada.
—Mmm, tengo que irme a vestirme.
Hans entró.
—Buenos días.
—Buenos días, me voy a hacer unas cosas —le informó.
—Ok, mi amor.
Taisha se bañó y se vistió.
—Ya me voy.
—Me llevo a Hanna —le comunicó.
—Sí, adiós —dijo alejándose.
—Adiós.
Taisha se fue para otra clínica para hacerse unos análisis más profundos sobre la matriz.
—La paciente Taisha Johnson —la nombró la enfermera.
—Soy yo —le dijo levantándose de su puesto.
—Pase.
—Gracias —le dijo entrando.
—Hola —habló el médico sonriendo.
—Alan —dijo ella asombrada.
—¿Cómo estás?
—Preocupada, tengo unos meses sin cuidarme y no quedo embarazada —le comentó triste.
—Aquí están los exámenes que te hiciste ayer —le dijo él enseñándoselos.
—Sí, me bajó mi periodo ayer mismo —le comunicó.
—Ok, por eso no hay problema; además, eso no es impedimento para terminar con el examen que te haré —le comentó.
—Ok.
Comenzaron con los análisis; Taisha estaba muy nerviosa, tenía miedo de que saliera algo malo en su vientre.
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En la clínica.
—Ya terminé —anunció Hans.
—Estás muy ocupado —le dijo su hermana mirándolo.
—No, ¿por? —le preguntó extrañado.
—Es que estaba algo preocupada, por lo de abuelo —le dijo mirándolo.
—No me recuerdes eso, que ayer me peleé con Taisha y seguimos peleando —comentó molesto.
—Pero, Hans —dijo ella asombrada.
—Mejor dejemos de hablar de ese tema —le dijo incomodándose.
—¿Y Aisha?
—La está pasando bien, en el campamento —le dijo con una leve sonrisa.
—Eh, qué bien —dijo sonriendo.
—Sí, está muy feliz allá.
—Vamos a ver a los pacientes —dijo jalándolo.
—Sí, vamos —dijo sonriendo.
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En la clínica.
Taisha estaba asustada.
—Dime, ¿qué tengo?
—Taisha, estás bien, solo que vamos a ponerte vitaminas —le dijo mirándola.
—¿Por qué crees que perdí a mi bebé? —le preguntó ella angustiada.
—Tienes la matriz un poco débil, por eso las vitaminas y el tratamiento. Es mejores que no quedaras embarazada. Porque tendrías abortos y eso dañaría más la matriz y es mejor ahora porque podrás tener un embarazo sano y hermoso —le dijo sonriendo.