Mi gran sorpresa

Capítulo Final

Capítulo final

En la casa Johnson Collins.

En eso sonó el timbre.

Taisha abrió la puerta principal.

—Hola, Mark.

—Hola —le dijo abrazándola y tocándole el vientre—. ¿Y cómo se porta mi nieto?

—Eh —Taisha, sin entender.

—¿Por qué esa cara? ¿No estás embarazada? —le preguntó mirándolo.

Taisha estaba nerviosa.

—No.

—Pensaba con esa ropa —le dijo sonriendo.

—Mark —dijo algo seria.

—Papá, tú, con tus cosas —dijo Hans soltando una carcajada.

—¡Traje regalos para todos! —gritó el abuelo.

Los niños estaban sonriendo.

—¡Sí!

Mark les dio regalos a todos; después se quedó un rato. La fiesta duró hasta las tres de la mañana; todos se fueron para sus casas. La mañana pasó rápido. Taisha se levantó con ganas de vomitar, se fue para el baño de la cocina para que no la escucharan y luego se tomó un jugo.

Taisha tocándose el vientre.

—Pronto, papá, sabrás que vienes en camino, solo espera un poco, sí, pórtate bien —dijo. Se fue a acostar; como a la hora, todos despertaron para los regalos en el árbol.

—Wow, están hermosos mis regalos —le dijo Aisha emocionada.

—También los míos —le dijo Hanna feliz.

Taisha y Hans bajaron las escaleras juntos.

—Voy a ver qué me regalaste —habló su esposo.

Taisha estaba sonriendo.

—Espero que te guste.

Hans lo abrió y miró la carta.

—¿Qué es esto?

—Mmm, no sé, ábrelo —le dijo haciéndose la inocente.

Hans lo abrió: prueba de embarazo POSITIVO.

—¡No!

—Sí, en 8 meses tendremos un bebé en casa —le dijo ella radiante.

—Mi amor —dijo dándole vueltas y dándole un beso.

—Feliz Navidad, mi amor —le dijo risueña.

—Es el mejor regalo, Taisha, te amo —le dijo feliz.

—¿Qué pasa? —preguntó Aisha sin entender.

—Van a tener un hermanito —respondió su padre.

—¿Qué? —exclamó Hanna emocionada.

—Dios, qué alegría —dijo Aisha alegre.

Las niñas abrazaron a Taisha fuertemente; estaban muy contentas con la noticia. Taisha lloró al verlas tan felices.

—Te amo tanto —dijo él.

—Yo también —habló ella, saliendo las lágrimas de nuevo.

—Tenemos que pensar en el nombre y eso —comentó Hanna.

—Todavía falta —dijo su madre.

—Lo que sea, no importa —le dijo su padre.

—Sí, es verdad, hemos esperado tanto, el bebé —dijo Aisha radiante.

—Sí —le dijo su hermana.

—Tenemos que dar la noticia a todos —habló él.

—Sí, es muy temprano —dijo ella.

—No me importa.

Hans llamó a todos para dar la noticia del bebé; Taisha estaba realmente feliz.

Los días pasaron muy rápido, las semanas también. Mark estaba realmente feliz con la llegada del bebé, más que toda la familia Johnson Collins. En los meses que habían pasado, Chloe y Ellis tuvieron una nena hermosa, igualita a Chloe, con los ojos de Ellis; le colocaron el nombre Eliana Taisha por su tía. A las pocas semanas, Jasmín también dio a luz a Andrea Jasmín, una nena hermosa, igualita a Alfred. No perdió pinta, solo estaba en la dulce espera de los gemelos de Taisha. Sí, gemelos; cuando se enteraron, se pusieron más que felices. Todos estaban reunidos en la casa Johnson Collins porque era el cumpleaños de Hans Johnson.

Todos gritando.

—¡Que la muerda, que la muerda!

Hans la mordió; entre Chad y Adam lo hundieron en la torta, haciendo que se llenara toda la cara. Todos no aguantaban la risa.

—Mi amor, te ves hermoso —le dijo Taisha riéndose.

Hans la agarró y la llenó de melado.

—Te ves hermosa.

Taisha estaba riéndose.

—Odioso.

—Vaya, qué cómicos —dijo Jasmín divertida.

Alfred con Andrea en sus brazos.

—Vamos, mordida de nuevo.

—Sí —dijo Chloe.

—Eliana, tienen los ojitos bien abiertos —habló Ellis sonriendo.

Taisha agarrándola.

—¿Qué pasó? Hermosa.

Aisha quitándosela a Taisha.

—Verdad, que tú solo quieres a tía Aisha.

Eliana sonrió con ella.

—Ven con Hanna —dijo emocionada.

Eliana se fue con ella.

—Ven, Andrea —dijo Andrés.

Andrea agarraba a Alfred fuerte de la camisa.

—No quiere —le dijo alegre.

—Gracias por venir a mi fiesta —dijo Hans agradecido.

Todos alegres.

—¡De nada!

En eso Taisha comenzó a sentirse algo mal.

—Taisha, ¿estás bien? —le preguntó Maddie.

—No lo sé, me siento algo mal. Debe ser porque andaba haciendo unas cosas —le explicó ella.

—Respira profundo, vamos para la sala —le propuso.

Taisha se sentó en el sofá; al sentarse, comenzaron las contracciones.

—Ay, Maddie, parece que los gemelos quieren nacer —le dijo asustándose.

—¿Qué! Respira —dijo Maddie; se fue para el jardín en donde estaban todos—. Hans, ven, Taisha tiene dolores.

Todos sobresaltados.

—¿Qué?

Hans salió corriendo a donde estaba Taisha.

—Mi amor, ¿estás bien? —le preguntó preocupándose.

—No —dijo ella con dolor.

—Niñas, busquen la ropa de los gemelos —le ordenó su padre.

Hanna y Aisha fueron corriendo.

—Cariño, tranquila —dijo Chad.

—Acabo de llamar a una ambulancia —dijo Débora.

—Gracias —habló Hans.

—Vamos a movernos, tenemos que estar en calma —le dijo Maddie.

—Esto es horrible —comentó Taisha suspirando.

—Tranquila, Alfred busca un paño frío —dijo Jasmín asustándose.

—Ok —dijo Alfred alejándose.

—Chad, revísale el pulso —ordenó Jasmín.

—Está en contracciones fuertes —anunció.

En eso escuchamos las sirenas de la ambulancia.

—Vamos, mi amor —dijo Hans ayudándola a levantarse con cuidado.

—Nos vamos. Débora te encargo de las niñas —le dijo Taisha.

—Sí, ve —le habló ella.

—Alfred, vámonos —lo llamó su esposa.

—¿Y las cosas de los bebés? —le preguntó Chloe.

—Vámonos, en la camioneta —dijo su esposo.

Todos se fueron para la clínica. Al entrar, metieron a Taisha en la sala de partos; Taisha no estaba para aguantar mucho, comenzó a pujar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.