Mi gran sorpresa

Epílogo

Epílogo

En casa Johnson Collins.

En la habitación de Hans y Taisha.

—Creo que es mejor hablar de qué ha pasado en estos tres años —le dijo Taisha abrazando a su esposo; se encontraban en la cama.

—Sí, hablemos de estos tres años —dijo él sonriendo.

—Luego de tener a mis gemelos hermosos y traviesos —le dijo Taisha feliz—. Chad se animó a tener un bebé. Al principio le costó, pero no tanto como a mí —le comentó.

—Sí, es verdad —dijo apretándola a su cuerpo.

—Luego de eso —dijo mirando a su esposo—. Marco y tú hablaron y se arreglaron las cosas, aunque para Marco es una alegría tener a mis gemelos. Decidió darles a todos sus bisnietos por partes iguales de su fortuna. Los nietos quedaron de acuerdo con su decisión —le recordó sonriendo.

—Si quedamos en buenos términos, no puedo negar que adora a nuestros hijos —dijo él apenado; por fin limó las asperezas con su abuelo.

—Eso sí, Chloe y Ellis se quedaron con sus dos bebés; uno nunca sabe cuál será el futuro, ¿verdad, mi amor? —le preguntó alegre.

—Sí, es verdad, aunque creo que Maddie y Erick no tendrán más bebés, aunque digan lo contrario —le comentó; su hermana era muy terca y los veía felices con su princesita.

—Vamos a tener fe —dijo ella sonriendo.

—Ok.

—Olivia y Adam están con la idea de tener otro bebé; espero que lo tengan —dijo abrazándolo con fuerza y colocándole las piernas en las de él.

—Sí, se lo merecen, aunque Jasmín y Alfred ya decidieron cerrar la fábrica —le recordó sonriendo y acordándose—. Sabes, Sophia se casó de nuevo, con Alan.

—Sí, lo sé, son muy felices, ya era hora —dijo Taisha sonriendo; era el chisme en toda la clínica, del matrimonio de su amiga. Apenas su esposo se lo estaba diciendo; ella lo sabía hacía días—. ¿Sabes? Yo también he pensado que con cuatro hijos es más que suficiente, ¿no crees? —le preguntó mirándolo.

—Totalmente de acuerdo, pienso que así. Somos más que felices —dijo dándole un beso en los labios.

—Yo también, pienso lo mismo —le dijo dándole un gran beso.

Aisha entrando a la habitación.

—Ya llegaron todos —anunció ella mirándolos y se sonrojó al verlos así de acaramelados.

—¿Y los gemelos? —le preguntó Taisha separándose de su esposo.

—Los tienen el tío Erick y la tía Maddie —informó ella.

—Vamos —dijo mirando a su esposo; estaba al lado de ella y dándole un golpecito en las nalgas.

—Lo que usted diga, señora Johnson —le dijo sonriendo.

Hans y Taisha salieron a recibir a su familia. Que estaban todos esperándolos para conversar y planear lo que vendría en el futuro, porque todos esperaban un futuro lleno de esperanza y muy próspero.

Fin




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