La puerta se cerró de golpe y ante mí apareció una dulce niña, la viva imagen de su padre con una actitud serena y una voz dulce que rompía el silencio me dijo
Y así comenzó mi relato:
En el barrio Santa Lucía vivían dos niños en particular Tomás y Antonio, a pesar de ser vecinos no se llevaban bien competían y presumían entre sí, usando las cartas como su único medio de contacto, estas eran diarias y rara vez faltaban.
Un día los padres de Antonio se tuvieron que mudar por cuestiones de trabajo, dejando así el barrio santa lucia por el san José que quedaba a 500 metros de distancia, Antonio a pesar de la distancia decidió que quería invitar a todos sus amigos y vecinos de cuadra a su cumpleaños. Empezó a escribirle cartas a cada uno de sus amigos, pero entre más cartas enviaba ninguna de ellas tenían respuesta, así que un poco entristecido decidió enviarles la última carta. Al llegar al buzón se dio cuenta que había una carta así que de tanta emoción la abrió sin ver el remitente provocando una gran sorpresa en él, al ver que la carta era de tomas.
Hola Antonio. Te quiero decir que no me haces falta, en vez el barrio parece más tranquilo, julio se hizo amigo de iban el chico nuevo que se mudó; decidimos hacerle una fiesta de bienvenida y es súper cool, sin más espero que te valla mal.
ATT: Tomas
Antonio pensó que se estaba burlando de él así que envió las cartas de invitación a todos sus amigos excepto tomas y cómo no, le respondió con una carta donde decía como todo era mejor sin él.
El día de su cumpleaños Antonio estaba feliz, su fiesta tenia globos, piñata, dulces de todos los colores y sabores sin mencionar el pastel de 2 piso que tenía las medallas y trofeos Scott, así que con paciencia se sentó a esperar, esperar, esperar y esperar.
Cuando se dio cuenta ya eran las 6 de la tarde, al notar que nadie había llegado decidió un poco triste irse a dormir, pero antes de subir el primer escalón escucho el timbre y con emoción abrió la puerta… y hay estaba Tomas.
Tomas ese niño con padres ausentes, orgullosos hasta decir ya no más ahorro todo lo que pudo cortando el césped de los vecinos cada día para comprarle aquel carro que estaba envuelto en una bolsa a medio colocar que aun mostraba signos del 50% de descuento. tenía que caminar 500 metros para poder llegar y entregárselo.
Tomas le dio el carro y le dijo entre lágrimas a Antonio
La niña escucha atentamente esperando a que su padrino Antonio siguiera con el relato