Capítulo 4

4.

Julie nunca había dudado tanto en hacer algo, tenía su celular en sus manos apretándolo como si este tuviera la culpa de algo. Sentada en la barra de su cocina y con café recién hecho a su lado, estaba mirando tan intensamente a su celular que si este tuviera vida ya hubiera salido corriendo. 

—¿Lo hago? —se preguntaba a si misma— No, no, no, no, él lo hará yo lo sé, ¿lo sé? 

Dejó su celular encima de la barra y tomó un trago de su café, quedó estática por un segundo y luego volvió a tomar su celular entre sus manos para repetir el mismo proceso. Julie había estado haciendo eso por lo menos durante veinte minutos. 

Teniendo nuevamente el aparato en sus manos, cerró los ojos y armándose de valor lo desbloqueo y buscó entre sus contactos, James Holand. 

Como si sus dedos dolieran abrió la opción para mandarle un mensaje, sabía que por el modelo de celular que él tenía seguramente no tendría ninguna aplicación de chat. Escribió letra por letra conteniendo su respiración por ninguna razón aparente y presionó el botón de enviar. 

De: Julie

Para: James

¡Hola! Soy Julie, sólo quería decir buenos días. 

Mensaje enviado. 

Releyó lo que había escrito unas diez veces para asegurarse que lo había escrito bien, nunca le había costado mandar mensajes pero estaba ansiosa por la reacción que tendría James al ver un mensaje de ella. La mantenía pensando el que él no tuviera tantos contactos, esperaba que tuviera miles de personas agendadas. Naomi había dicho que él era bastante popular entre las chicas de la universidad e incluso fuera de ella, al menos creía que guardaba sus números para llamarlas y tener otra ronda de sexo con ellas, o tal vez era hombre de una sola vez. 

Bloqueó su celular y terminó de beber su café, era viernes y no tenía nada que hacer, había arreglado su horario para que tuviera ese día libre sin razón alguna, simplemente no quería hacer nada un viernes. 

Normalmente se quedaba en casa, ponía alguna película o serie en Netflix y se la pasaba en su sofá comiendo algún aperitivo que hacía. Hubiera seguido su rutina si no fuera que ese día se sentía demasiado ansiosa, no quería quedarse en casa, quería salir a respirar aire fresco o hablar con alguien, lo que fuera para no estar encerrada en su departamento haciendo nada. 

Se vistió y cogió sus llaves para salir del departamento y dirigirse a la universidad solo para entretenerse. Llegó a la parada del autobús, iba vacío así que se sentó sin problemas. Julie tenía un auto último modelo en la cochera de su departamento y estaba en perfectas condiciones, era uno de los tantos regalos que sus padres le habían dado, pero ella nunca lo utilizaba, prefería viajar en autobús. 

El recorrido no era largo no le tomaba ni diez minutos llegar a la Universidad, bajó del vehículo y atravesó el gran jardín que tenía su escuela. 

Los caminos que atravesaban el lugar estaban rodeados de árboles y césped haciendo que siempre se mantuviera fresco aún en verano, había varias bancas alrededor del lugar y una fuente en medio del jardín, los edificios no estaban tan separados pero aún así pasar de uno a otro era cansado, el lugar no era el más grande de todos pero sí lo suficiente como para terminar agotado al dar un recorrido completo por toda la universidad. 

Julie subió al edificio M, lo único que se le ocurrió fue malgastar su día en el salón de arte y arruinar varios lienzos en blanco, podía reponerlos al fin y al cabo no eran tan caros. Cuando llegó al piso donde el salón se encontraba, lo encontró cerrado, trató de abrirlo pero estaba cerrado con llave, la única que cargaba una llave gemela era Naomi. 

Estaba decepcionada, había hecho todo el camino hasta ahí para encontrar una puerta cerrada. Resignada volvió por donde vino bajando las escaleras una por una deliberadamente con lentitud. 

Estaba con la cabeza gacha, al final se resignó a ver alguna serie en su departamento tal vez prepararía palomitas. 

Salió del edificio y volvió sobre sus propios pasos, el lugar estaba bastante solitario muchos como ella arreglaban su horario para tener libre ese día de la semana, había algunos estudiantes esparcidos por el lugar estudiando bajo los árboles. 

Antes de dar su siguiente paso, vio sentado en la fuente a quien podría ser su solución al amargo aburrimiento que tenía. Se acercó hasta quedar justo a su lado, el chico todavía no se percataba de su presencia él seguía muy ocupado acomodando sus cosas dentro de su mochila. Julie se quedó parada sin hacer ruido alguno esperando a que él terminará y volteara a verla. 

James cerró su mochila y se enderezó para quedar frente a frente a Julie, como estatua ella estaba inmóvil con la misma sonrisa de siempre. James tan solo la vio, colgó su mochila al hombro y se giró para salir disparado de ahí. 

—¡Espera! ¿por qué huyes? — gritó Julie corriendo tras él. 

—No estoy huyendo, solo me alejo de ti. 

—Es lo mismo —Julie corrió hasta quedar repentinamente frente a él obligándolo a parar en seco. James apenas alcanzó a frenar antes de terminar aplastandola.

—Niña, tu no tienes mucho aprecio por tu vida ¿o si? —tomó a Julie por los hombros y la alejó de él. 

—la tengo, claro que la tengo. 

—No lo parece —A James le estaba molestando tener que encontrarse constantemente con Julie, ¿Acaso lo estaba siguiendo? ¿Acosando?— ¿Por qué no me dices ya lo que quieres? 

—¿Tienes alguna clase? 

—Si

—¿A qué hora? 

—No te impor... 

—Solo responde —Julie lo interrumpió. 

—En dos horas —la sonrisa que Julie llevaba sobre su rostro se volvió más grande, a los ojos de James se veía cada vez más tonta. 

—¿Ya comiste? 

—No te impor.... 

—Solo responde —Julie lo volvió a interrumpir.

—Deja de hacer eso —gruñó molesto. 

—Entonces responde, también es molesto que cuando alguien te pregunte algo tan sencillo te pongas a la defensiva, no es como si decirme si ya has comido te vaya a matar —por un momento James pudo ver como la cara de Julie se volvía seria— solo... Solo responde —la expresión seria de Julie poco a poco fue desapareciendo para ser reemplazada por su típica sonrisa.