Operación Astra

Capítulo 2 : Tortura Radiactiva

2 de Julio de 2017, Base Aérea, Condado de Lincoln, Nevada.

Astra. Astra. Astra.

Era lo único en lo que la Dra. Murphy podía pensar durante su almuerzo. Esa niña era fascinante. La ayudaba a ignorar sus tediosos alrrededores. 

En el comedor cada hombre, y más de una mujer tenía la mirada puesta en la diabólica Dra. Murphy. ¿Porque diabólica?, esa hermosa pelirroja de labios carnosos y atractivos ojos verdes podía llegar a ser muy inhumana a la hora de realizar sus sádicos experimentos, quizá no con Astra, ella era "Especial". Casi sentía culpa cuando debía asistir en su tortura para extraer información biológica, como esta mañana. 

La Dra. Murphy había tenido su sesión psicológica con Astra, avanzaron muy poco con su lingüística, a diferencia de otras veces Astra se negaba rotundamente a cooperar. Eso agotó la paciencia de la Dra. quien bastante molesta decidió enviar a Astra a el pozo nocturno. 

Cuando los hombres a su carga llegaron por Astra esta generó una "peculiar"  onda expansiva, algo nunca antes visto en ella. 

Dicha onda mandó a volar a los hombres contra las paredes y todos los objetos en esa habitación(mesa, sillas, el pequeño estante con libros didácticos). La Dra. Murphy salió ilesa por su lejanía y sus rápidos reflejos. 

Al ver el daño que había causado, Astra sintió un gran remordimiento, la Dra. Murphy notó esto y con astucia decidió aprovecharlo.

-Astra que es lo que haz hecho?.

Su voz sonaba preocupada y asustada de la pequeña niña, pero no podría ser más falso.

Astra no lograba formular palabra alguna. No solo por que su vocabulario era limitado porque incluso si ella fuese un diccionario, y no un extraterrestre el nudo en su garganta no le hubiese permitido hablar. Solo pudo mirar a la Dra. quien salió rápidamente de la habitación dejando a una angustiada y dócil Astra.

Pronto el Dr. Wagner y el Coronel se hicieron presentes al ser informados de los sucedido. 

Una docena de hombres se posiciona alrrededor de Astra, ella no puso resistencia cuando comenzaron a prepararla para ser transferida a la sala de operaciones. No quería repetir el incidente previo.

La sentaron en una silla de ruedas metálica, fría muy fría, sus brazos fueron colocados en los reposabrazos, ajustados con grilletes como los de la prisión cuando iban a seguir sus blanquecinas piernas la Dra. los detuvo hizo un ademán para que le dieran lugar.

Se agachó a su altura y la miró a los ojos con una mirada casi maternal.

-Astra, querida. Estarás bien deacuerdo?. Lo prometo, no dolerá. 

Ella jamás había sido diseccionada y expuesta como un sapo, jamás había sido el experimento, el conejillo de indias. Cada una de sus palabras eran falsas, sus promesas.

Dolería, Astra sabía eso.

Astra fue llevada a la sala de operaciones y colocada sobre una gran mesa de hierro, sus manos, piernas y cuello fueron atados contra aquella mesa.

Era observada como un elefante entreteniendo a la multitud. Atraves del cristal los Doctores la observaban con curiosidad, morbosidad y un poco de pena(por parte de la Dra. Murphy).

Asco era lo único que sentía el Coronel Williams al verla, esa cosa tomaba la forma de una indefensa niña, pero era peligrosa, peligrosa y útil para el ejercito de no serlo ya estaría muerta.

-De acuerdo, 27. Realizaremos una prueba simple. Una radiación ionizante. Los rayos x y la radiación gamma llegarán a ti por esa pequeña estructura de metal, interactuando con tus átomos de silicio causando daño en tu estructura molecular. Para evitar eso deberás hacer lo que hiciste en la habitación hace un momento.

Explico atraves del altavoz.

El sujeto 27 forcejeó hasta el cansancio, cuando con temor cerró sus puños y junto los dedos de sus pequeños pies intentando protegerse lo más posible.

-Bien.. Inicien. 

Dió la orden a los hombres tras los controles de la maligna máquina de tortura radiactiva. 

La bestia mecánica hizo un gran ruido. 

Un golpe de calor llegó a Astra. Su estomago ardia de una manera infernal. Un grito poco humano se escapó de lo más profundo de su garganta. 

-Aaaaah!!!!

Sus gritos podrían averse oído en todo el estado de no ser por las gruesas paredes de hormigón. 

La Dra. Murphy llevó una mano a su boca por la impresión. La  piel de la niña se derritió como un plástico en el microondas.

-Detanganlo!.

El Dr. Wagner interrumpió el proceso. Tuvo que gritar para ser oído, a diferencia de Astra a él si lo oyeron.

Los gritos de 27 cesaron, su respiración sonaba agotada. Su piel aquella que hace un instante era similar a un plástico se regenero rápidamente en cuanto dejó de ser dañada.

Entre susurros la niña pronunciaba algo inaudible para los espectadores de su miseria. 

Incluso si lo hubiesen logrado oír no les abria importado.

-27, debes generar la misma onda expansiva que en la habitación. Si?. De otra manera te dañaras. 

Explico queriendo conseguir el objetivo de su actual experimento. 

Inclino su cabeza para que los hombres de los controles continuaran. Sin una pisca de humanidad.

El calor, el dolor, rápidamente volvieron. Su garganta dolía. Pero aún así un grito salió de ella.

-Aaah!!

Miro a su alrrededor buscando ayuda, vió a la Dra. Murphy ella la observaba con algo culpa y una insana curiosidad. Eso la decepcionó. Desesperada se encontró con el Coronel, indiferencia. Nada en el mundo menos que humano que el no sentir. Estaba perdida.

-Ahh!

-Alto!!

La Dra. Detuvo el proceso en busca de la cooperación de Astra.

Cansada y de mala manera encendió el altavoz para así hablar con la torturada niña sobre la mesa.

-Astra. Debes hacer lo que te indicó el Dr. Wagner.

-No..no puedo.

El susurro de Astra salió adolorido, era casi inexistente, pero audible.

-Claro que puedes. Esto no se detendrá. No hasta que progreses. Continúen.




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