7 de Julio de 2017, Base Aérea, Condado de Lincoln, Nevada.
La preocupación por Astra crecía exponencialmente en la Dra. Murphy quien harta de la situación de la nombrada se dirigió a la oficina del Coronel.
Golpeo la puerta de madera, y sin esperar entro sin más.
El uniformado se hallaba fumando una pipa con los pies sobre su escritorio, sus medallas relucian en sus paredes.
se sobresaltó solo un segundo y rápidamente se recompuso, una sonrisa coqueta apareció en su rostro al verla, mientras hacía a un lado su olorosa pipa.
-Doctora. ¿Qué ue la trae por aquí?. Por favor, tome asiento.
La Dra. Se posicionó firme frente a su escritorio, y lo miro con determinación, no estaba para juegos. No hoy.
-cinco días.
Él solo la miró extrañado, esperando algún tipo de contexto.
-Astra a estado en aislamiento cinco días, comienzo a creer que solo se han olvidado de sacarla del pozo.
Él comprendió su propósito en la oficina, no era otro que el que la había estado trayendo los últimos días luego del encierro de Astra.
-Señorita Murphy. Astra no es su única paciente, no debería priorizarla si eso significa restarle importancia a los demás sujetos.
Ella frunció el seño ante lo dicho. No sabría decir que le molestaba más su manera de referirse a ella o que creyera que los demás sujetos eran tan importantes como su Astra.
-Jamás he sido negligente en mi trabajo, le he dado la misma importancia y dedicación a todos los sujetos. Sin embargo Astra requiere más esfuerzo y dedicación de parte de todos, el poco potencial que ha demostrado en estos años es mayor al de cualquiera que yo haya visto.
El Coronel Williams se levantó de su asiento con una sonrisa y gran energía como si le hubiese regresado genuinamente la vida al cuerpo.
-Estamos de acuerdo en eso. Es por esa razón que la transferire a la base 31 en Baton Rouge, Luisiana.
Murphy estaba en completo shock. Nada le había dado indicios de que algo así fuese a ocurrir. Transferirla, eso es una locura.
-No puede transferirla. Arruinaría sus avances psicológicos y biológicos al exponerla a otros ambientes.
-Claro que puedo. Lo he hablado con el Coronel Joseph Cox y el Dr. Issac Wagner y han estado deacuerdo.
-El Dr. Wagner estuvo deacuerdo. Porque no me lo dijo?
Lo último era para si misma, pero el coronel lo oyó extrañado.
-Porque no es su asistente. Él no tiene porqué informarle cada una de sus decisiones a usted. Dra. Murphy.
Rápidamente la Dra. Salió de la oficina dejando perplejo al Coronel.
Ardiendo en ira sus pasos se hicieron oír atravez del blanquecino pasillo de los dormitorios. Todo aquel que se la cruzaba procuraba no estar en su camino ni su campo de visión.
Su cabello pelirrojo igualaba el color de sus mejillas.
Golpeo la puerta del Dr. Wagner con tal fuerza que fácilmente podría haberla tirado.
Cuando esta fue abierta por el hombre este recibió inmediatamne una bofetada, que casi lo hace soltar su toalla, lo único que cubría sus partes privadas.
-Maldito, bastardo, bueno para nada, embustero, perro infernal, escoria traicionera, cerebro de rana, maldito estupido, presumido sin talento, niño de papá.
Cada grosería era acompañada con un golpe que el pobre tonto intentaba evadir sin éxito alguno.
-¡¡Oye!!. ¡Hey, suficiente!.
Sostuvo los brazos de la pelirroja con una de sus manos mientras con la otra sostenía su toalla, la hizo pasar y cerró la puerta justo detrás de ella.
Llevo sus brazos sobre su cabeza.
-Si vas a golpearme por lo menos dime porque, para saber si lo merezco.
Dijo con algo de humor mientras sonreía al ver el rojo en sus mejillas. Su sonrisa se borró en cuanto recibió un fuerte golpe en su entrepierna que lo dejó en el piso, soltó sus manos para cubrir la zona dañada y su toalla cayó.
-Ja. ¿Sí lo mereces?. Claro que lo mereces. Traicionero egoísta.
Rió con sarcasmo, y se sentó en la cama de wagner.
-Malditas seas, Jean, enferma del demonio.
Pronuncio con dificultad mientras cubría sus adoloridas partes.
-Sabias que tranferirian a Astra, y no dijiste nada?.. Y no me digas que no tuviste oportunidad porque esta mañana estuve en tu asquerosa cama, cerdo egoísta.
Lo interrumpió antes de que intentara excusarse.
Ya de pie no se molestó en cubrirse, no había nada que ella no hubiese visto ya.
-No te debo explicaciones. Es un hecho necesario. La base 31 está mejor preparada para controlar al sujeto 27 que nosotros.
-¿Y debo creer que lo haces por simple consideración profesional?. Dejame adivinar en un mes o dos casualmente pediras que te transfieran bajo el mando del coronel Cox, y tendrás a Astra para ti sólo, harás lo que desees con ella para obtener tus resultados. Sin tener que compartir méritos ni pedir permiso alguno.
Con cada palabra cargada de furia se acercaba más y más al Dr. Wagner cosa que a él no le disgustaba en lo absoluto.
-Vaya tienes la bola de cristal.
Dijo con una pícara sonrisa en un claro doble sentido.
-¿Por qué?.
Él solo miraba sus labios y la tensión crecía en el ambiente.
-No..no necesito un "por qué" solo se que ella roba tu atención. Y eso no me gusta.
Justo antes de ser alcanzada por los labios del joven Dr. la Dra Murphy salió de la habitación.
Cruzó por el sector de habitaciones del Personal, la cafetería, los cuartos de los sujetos(alguno que otro abandonado, entre ellos el cuartos de Astra), el sector de experimentación y finalmente llegó al pozo nocturno.