Capítulo 4

Ian

El día de hoy se realizará la búsqueda de Dekeam Stanfield en los alrededores de una cabaña donde se encontró el cuerpo de una mujer y además se hizo el hallazgo de una pulsera, que según familiares le pertenecía, sus padres se pronunciarán hoy por primera vez desde la desaparición de su hija, tendremos en directo la transmisión.

Apago la televisión frustrado, escuchar una y otra vez en las noticias sobre la desaparición de Dekeam me hace sentir, enojado, triste e impotente, no hago más que torturarme pensando una y otra vez sobre lo que pude haber hecho diferente aquella noche.
Me pongo ropa cómoda y bajo a desayunar, tengo que estar temprano en casa de Dekeam para ir con sus padres al lugar donde iniciará la búsqueda, la cabaña; se estima que, aproximadamente mil personas colaborarán en la búsqueda.
Dejo mis platos en el lavatrastos, me cepillo los dientes y salgo hacia la casa de Dekeam, toco la puerta como lo hacía con Dekeam, tocaba de una forma diferente para que ella supiera que estaba allí, olvidé por un instante que ella no está, siento que alguien está apretando mi corazón, eso me sucede todas las mañanas al despertar, por un minuto olvido que ella no está, ese minuto me siento feliz, pienso en llamarla para contarle cualquier tontería, pero luego recuerdo que no está y me siento exactamente igual como ahora, creo que lo mismo le pasa a sus padres, incluso a Jasper, pero ellos deben sentirse peor, no quiero ni imaginarlo.

— ¿Ian? ¿Pasa algo? — Pregunta Jasper agitando su mano frente a mi rostro.

— No ¿Por qué?

— Llevo hablando como un minuto y tu seguías viendo el suelo sin responder.

— Lo siento, estaba pensando.

— Esta bien. — Dice levantando una ceja. — Entra.

Al entrar a la sala noto que hay muchas cajas apiladas.

— ¿Qué hay allí?

— Camisetas, una pareja las donó, también hay afiches y gorras.

— ¿Para qué?

— Para dárselas a los voluntarios de hoy, fueron muy amables en hacerlo.

— Sí, así es. — Digo boquiabierto.

Jamás en mis 22 años de vida había sido testigo de un acto tan bueno y desinteresado. Esta clase de personas es la que me hacen seguir teniendo fe en la humanidad.

— Toma una camiseta y una gorra. — Dice el padre de Dekeam bajando las escaleras. — También dale una botella de agua Jasper, no quiero que nadie se deshidrate, deberías ponerte bloqueador Ian.

Asiento con la cabeza, Jasper lanza hacía mí una camiseta y en seguida una gorra. Los padres de Dekeam han sido durante mucho tiempo como unos segundos padres para mí, incluso algunas veces me regañan como si de verdad lo fueran.

— Hola Ian, gracias por ayudarnos hoy. — Dice la madre de Jasper saliendo de la cocina limpiando algunas lágrimas.

— No hay de qué, siempre los apoyaré en lo que pueda.

— Hablando de eso, nos gustaría que hables en la entrevista, eres su mejor amigo, eres parte de nuestra familia.

— Gracias señora Stanfield, pero no soy muy bueno hablando en público.

— Solo unas cuantas palabras, la policía dijo que es importante que los más cercanos a ella hablen durante la entrevista, así más personas se sumarán en su búsqueda y tal vez sus captores intenten contactarse al saber que tantas personas la necesitan de vuelta, quizás pidan un rescate o algo así, por favor Ian, contamos contigo. — Dice la señora Stanfield posando su mano en mi hombro con los ojos llorosos.

— Se me ocurrirá algo.

— El camión está aquí. — Dice el señor Stanfield abriendo la puerta. — Comiencen a subir las cajas chicos.

Jasper y yo tomamos varias cajas, algunos cuantos vecinos nos ayudan a llenar el camión, durante todo ese tiempo no pude evitar sentirme mal, siento como si me faltara el aire, tengo un gran peso encima desde que ella desapareció, hay un nudo en mi garganta y en la boca de mi estómago, es culpa, eso es, la culpa me carcome por dentro, me temo que no podré vivir con esto, si alguien tiene la culpa de que Dekeam no esté soy yo.

— ¿Ian? ¿Seguro que estás bien? Deberías quedarte.

— Estoy bien, no es nada.

— Entiendo que te sientes mal, sé que piensas que es tu culpa, pero no lo es. Nadie te culpa por lo que paso con Dekeam, eres el único que lo hace, no es bueno para ti hacerlo, tienes que ser fuerte por ella, si queremos encontrarla tenemos que enfocar nuestros esfuerzos en esto, sé muy dentro de mí que vamos a encontrarla, ella es fuerte, es capaz, es inteligente, Deky sigue viva.

— Vamos a encontrarla. — Digo dándome ánimos a mí mismo.

Subimos al auto del padre de Jasper, en caravana con los vecinos, llegamos a aquel bosque donde encontramos la cabaña, hay una pequeña tarima montada junto a la carretera, allí se encuentra un equipo de sonido, y un micrófono al centro, decenas de personas comienzan a llegar al lugar, parquean sus autos en la orilla de la carretera, muchos medios de comunicación se hacen presentes en aquel lugar, todos esperan con ansias a que la familia de Dekeam y la policía suban al escenario.