Oscura Obsesión

Capítulo 5

Dekeam

Arriba. Abajo. Arriba. Abajo.
Este yoyo es lo único que me mantiene cuerda por ahora, es un regalo que el sujeto me dio esta mañana, estoy intentando hacer algunos trucos con esto, pero no he podido hacer bien ninguno.

Escucho a los candados abrirse, me siento en el borde de la cama en la espera de que el hombre entre en la habitación, una de las reglas que me ha impuesto es que cada vez que el este abriendo yo debo alejarme de la puerta, como recompensa él me va a quitar las cadenas si en una semana me he "portado correctamente." No es muy difícil hacer eso, además ya me cansé de tener ese grillete en mi tobillo, me lastima mucho.

— Te traje ropa limpia, una pijama, un pantalón y una blusa.

— Gracias. — Digo con una voz débil.

— ¿Que tal te pareció el yoyo? ¿Lo has usado?

— Sí, intentaba hacer un truco, pero no puedo, quizás con más práctica logre hacerlo.

— Te enseñaré un truco, dámelo.

Quito el aro de plástico de mi dedo para dárselo al sujeto, él lo toma y enrolla el lazo, deja caer el yoyo y este vuelve a subir, repite eso algunas veces hasta que lo jala hacia arriba muy fuerte, toma el lazo con la otra mano y lo hace rodar sobre este hasta detenerse.

— Practica eso, es más fácil de lo que parece.

— Intentaré. — Finjo una sonrisa.

Este par de días que he estado cautiva he aprendido que es mejor seguirle la corriente, ser amable y sumisa, si quiero seguir con vida tengo que hacerlo, aunque me parezca repugnante actuar de esta forma, sin embargo, ser orgullosa, agresiva y desafiante solo me llevaran a una muerte lenta y dolorosa.

— Vendré más tarde a darte de almorzar ¿Necesitas algo?

— Ya no tengo agua en la jarra ¿Crees que podrías darme un poco más?

— Sí, claro. Dame la jarra y tu vaso, regreso en un minuto.

Le paso las cosas con cuidado de no tirar nada, él las toma y se dirige hacia fuera, cierra la puerta, sin embargo no escucho los candados cerrarse, camino solamente con la punta de los pies, muy despacio hacia la puerta, pego mi oreja a ella para escuchar lo que hay del otro lado, escucho otra puerta abrirse, unos segundos después tengo la mano sobre la perilla de la puerta, estoy demasiado tentada a abrirla ¿Que ganaré con saber qué hay del otro lado? Quizás solo haya un pasillo y al final otra puerta. ¿Debería abrirla? Voy a meterme en problemas si lo hago. Quizás sea una prueba, quiere saber si abro la puerta.

— No. — Me reprendo a mí misma. — Está a punto de quitarme este grillete, no voy a arruinarlo.

Me aparto de la puerta otra vez muy despacio para no hacer ruido, me siento en mi cama a esperar impacientemente a que él vuelva.

— Buena chica. — Dice en un tono complaciente.

— Gracias por el agua. — Digo sumisa.

Él coloca la jarra y el vaso en el mismo lugar de siempre, al voltearse me mira fijamente a los ojos, puedo notar que sus ojos son azules, un azul muy profundo, yo también lo veo fijamente, nunca he sido el tipo de persona que desvía la mirada si alguien la está mirando, incluso para hablar con las personas, siempre tengo mi mirada fija en sus ojos, mi padre siempre me ha dicho que tengo unos ojos muy expresivos, puede que no haga ningún gesto con mi rostro, pero mis ojos siempre me delatan, si estoy molesta, si estoy triste, si estoy feliz, incluso cuando algo me intriga, puedes ver todo eso con solo ver mis ojos.

— Ven aquí. — Dice dándole palmadas al pie de la cama. — Sube tu pie, voy a quitarte esa cosa.

— ¿En serio? — El nuevamente le da palmadas al pie de la cama para que me acerque. — Gracias.

Me acerco caminando muy rápido, no puedo esperar a que me quite esta cosa del tobillo. Él saca una pequeña llave de su bolsillo, se sienta en el borde de mi cama, levanto el pie para colocarlo junto a él, sobre la cama.

— Esto es una muestra de mi generosidad, si haces algo estúpido como intentar escapar voy a matarte ¿Entiendes?

Me quedo atónita durante una fracción de segundo, luego asiento con la cabeza tan rápido como puedo para que sepa que comprendí.

— Bien, espero que así sea, odiaría tener que matarte, eres tan hermosa. — Suspira mientras toma mi pie.

— No habrá necesidad de ello, no voy a causarte ningún problema.

— Por tu bien, eso espero Dekeam.

— ¿Como puedo llamarte? Digo, tú sabes mi nombre, yo no sé el tuyo.

— No voy a decirte. — Dice con recelo. — Tendría que matarte si te lo dijera.

— Bueno, entonces tendré que ponerte uno.

— ¿Para qué quieres ponerme un nombre?

— Para poder llamarte, ya me cansé de decir "oye tu" cada vez que necesito algo y tal vez eso podría ayudar a llevarnos un poco mejor.

— Como quieras. — Dice aún no muy convencido.

— Acepto sugerencias.

Me quedo en la espera de alguna respuesta, el sujeto simplemente se queda sentado mirándome a través de esa máscara, solo puedo ver sus ojos, es blanca y tiene algunos agujeros, es como la que utiliza el asesino de la película viernes 13 ¿Cuál era su nombre? Medito algunos segundos antes de que el nombre venga a mi mente.



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En el texto hay: misterio, secuestro, acosador

Editado: 09.04.2023

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