Otro Chance al Amor (un milagro en navidad)

Capítulo 3 Un alma solitaria

Celeste llega a la empresa en su horario habitual y cuando se acerca a su oficina ya Vincent estaba en su escritorio sacando información de su computadora.

—Buenos días señor Farrel— menciona ella de buenas maneras. El hombre no le contesta. Se hace una pausa y luego él  dice sin mirarle el rostro:

—Necesito unas copias de este archivo y dos de este otro.

—Se responde buenos días señora Celeste y por favor me saca una copia— remedaba ella. Como si le estuviera enseñando a un niño de 8 años. Ladeaba la cabeza, era inútil seguir discutiendo con un cabeza dura.

Tomó el informe y se fue a fotocopiar y a la vez imprimió las normas de convivencia que le había escrito el día anterior.

Vincent la miraba por el rabillo del ojo, Celeste estaba colocando la copia de las normas de convivencia en una cartelera frente a su escritorio. Se notaba que esa mujer le estaba declarando la guerra y como tenía el respaldo de su padre, se tomaba atribuciones que no le correspondían.

En esa misma cartelera, uno de los subdirectores se acerca con una notificación y la coloca en cada departamento. Celeste se levanta de su puesto para leer la nota:

A todo el personal de cada departamento se le prohíbe decorar la empresa con motivos navideños, nada de luces, faroles, arbolitos, ni cualquier objeto de navidad, tanto en la fachada principal de la empresa como en los puestos de trabajo.

Celeste volteó su mirada a su escritorio había un aire navideño en su sitio de trabajo, tenía una bota de papá noel y una pequeña guirnalda luminosa.
Ofuscada por la restricción comienza a quitar sus adornos.

—¿De quien crees que fue la idea de no decorar en navidad?— le preguntaba Gladys durante el almuerzo.

—Del hombrecillo cascarrabias de color verde  llamado el Grinch que no desea ver a los demás felices— contesta Celeste recordando las veces que ha visto esa película en compañía de sus hijos.

Comparaba al Grinch con su jefe, lo único diferente era su color de piel y que Vincent no era feo,  pero su actitud fría y severa lo hacían ver como un hombre malvado. Ella nunca lo ha visto sonreír. 

—¿Como es posible que un hombre tan joven tenga un corazón tan duro como él?

—¿Qué no lo sabes? Celeste, el señor Vincent perdió a su familia en un accidente aéreo.— responde Gladys en voz baja. —dicen que estaba perdiendo la cordura, estuvo preso por golpear a un hombre en un bar y luego lo internaron en un hospital de salud mental para ayudarlo en sus adiciones de alcohol.

Por la tarde Celeste meditaba en lo que había escuchado de parte de su compañera.

Fue muy trágico lo que le pasó a la familia de Vincent, tanto así que sus ojos se humedecieron trayendo recuerdos de su esposo fallecido. 

¿Como el dolor de perder a un ser querido puede cambiar tanto a una persona? No todos asimilan el duelo de la misma manera.

Después que detestaba al señor Farrel ahora siente lástima por él, su esposa y su hija fallecieron el mismo día, seguro lo debió pasar muy mal, tanto así que quizás la muerte pasó por su mente.

Miraba hacia su escritorio, era un hombre muy callado y solitario, casi no hablaba con nadie y solo se dedicaba a realizar su trabajo. No se divierte, no lo ha visto con amigos y en la tarde ella se va dejándolo a él metido entre papeles y archivos.

(...)

—Mamá si papá estuviera vivo esos hombres no se hubieran llevado la tele—. Le dice Jacobo abrazándo a su madre en la cama. Celeste había llamado a los acreedores para entregar la cuota y llegar a un acuerdo de pago. Estos le dijeron que el televisor lo tomarían como garantía hasta que ella se pusiera al día.

—Jacobo, hijo hay cosas en la vida que nos pasan y no lo entendemos, solo Dios lo sabe, pero no todo es malo, aunque tú padre no esté, estoy yo para cuidarlos y te prometo que la tele va a regresar— le da un beso en la frente y lo aprieta en su pecho sintiendo su calor humano. 

A su mente llega Vincent. Seguro no tiene a nadie que lo espere en su casa. Es un alma solitaria que no tiene a quien abrazar y con quien dormir, quizás por eso no gusta de la Navidad.

 

En la mañana siguiente hay un gran alboroto en la empresa. 

El departamento de calidad había desechado una caja de productos defectuosos y por un error del equipo de producción, la caja fue puesta en una entrega internacional para exportación. 

Vincent estaba enojado echaba chispas por todos lados. No aceptaba que se equivocaran y tomó represalias en contra de los trabajadores.

Cuando Celeste llega a la empresa antes de subir a su oficina ya se estaba enterando de lo que había sucedido.

—¿A que horas salió el camión de cargas?— pregunta ella al jefe de logística.

—Hace como media hora— responde él.

Ella mira su reloj y calcula el tiempo. 

—Quedan 15 minutos para que llegue al aeropuerto. Todavía podemos alcanzarlo— refiere, dando orden de que le dejen la caja correcta que se va  a reemplazar en la recepción. Sube rápidamente a su oficina saludando a todos y luego se dirige a su jefe:




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