Cap 1

La luz del sol entraba con rapidez por la ventana llenando la habitación de una claridad que no podía calmar el vacío que sentía en el pecho, ese sentimiento me embargaba y no sabía cómo sacarlo, me limitaba a verla allí, en un rincón de su cama, encorvada y distante, me resultaba difícil reconocer a la chica que solía iluminar cualquier espacio con su risa, la luz que antes brillaba en sus ojos parecía haberse desvanecido, dejándola con una mirada ausente, perdida en un horizonte que solo ella podía ver dejando un vacío desahuciado en sus ojos marrón.
A pesar de quererme acercar cada vez que trataba de dar un paso, sentía una barrera invisible que se interponía entre nosotras, una separación que no podía romper con palabras ni gestos, aunque gritara y la moviera de un lado a otro no había diferencia, Las respuestas que solía darme eran apenas un susurro, su cuerpo, antes tan expresivo, estaba tenso y retraído. Ya no sabía que hacer la impotencia que sentía me ahogaba; cada intento de hacerle saber que estaba aquí para ella parecía desvanecerse en el aire, incapaz de alcanzar la profundidad de su dolor y en cierto modo creo que lo había olvidado.
La veía temblar al tocar cualquier cosa, una taza, un libro, como si el simple hecho de hacerlo le recordara un sufrimiento que no podía nombrar, sus movimientos eran cautelosos y su voz la que antes me brindaba consuelo se convirtió en una tan frágil como el cristal, cada gesto suyo parecía un grito silencioso que me atravesaba, una súplica que no podía entender del todo pero que sentía profundamente, supongo que así se siente encontrarte con tu niño interior.