Notas de Añoranza

Las melodías flotan en el aire, como ecos de una canción olvidada. Cada nota es un suspiro, una plegaria silenciosa que se eleva hacia ti.

Cierro los ojos y me dejo envolver por la música. En ella escucho el latido de tu corazón, el suave compás de nuestros pasos danzando al unísono. Las cuerdas vibran con la intensidad de nuestros recuerdos compartidos, cada acorde una caricia que acaricia mi alma.

Mientras las notas se desvanecen, me invade una profunda añoranza. Quisiera que la música fuera un puente que me llevara de vuelta a tus brazos, a esos momentos en los que nuestras miradas se encontraban y el mundo a nuestro alrededor desaparecía.

Desearía poder plasmar en estos versos la melodía que resuena en mi corazón, una canción que hablara de nuestro amor eterno. Pero las palabras parecen insuficientes para expresar la profundidad de mis sentimientos.

Quizás, si cierro los ojos una vez más, podré escuchar tu voz susurrando mi nombre, sintiendo tu presencia a mi lado. Tal vez entonces, estas notas de añoranza se conviertan en un himno que celebre nuestra unión, una sinfonía que perdure más allá del tiempo y la distancia.