Capítulo 17

¿Sabes qué es lo más importante después de una mala fiesta? Yo te lo diré. Lo más importante es no venir a la universidad como un perro apaleado.

Entonces, ¿qué tenemos? Me emborraché vergonzosamente, probablemente me convertí en el hazmerreír y me arrastraron a casa inconsciente. No es la versión más agradable, ¿verdad? Pero, ¿y si lo fuera? ¿Un hombre guapísimo vino a recogerme y casi se llevó los ojos de todos a mi culo por mi culpa, y luego me llevó al coche en brazos? Personalmente, me gusta mucho más la segunda versión.

No me importa si estoy lista para sisear como un gato salvaje ante la mención de su nombre. No me importa que mi odio, multiplicado por la rabia, sea una reacción a su presencia en mi vida. No me importa que esté dispuesta a estrangularle con mis propias manos. Nadie en la universidad lo sabrá.

- Eh, maldita cabra, ¿te has despertado? - Oigo una voz familiar y estiro los labios en una sonrisa que hace que Nastya haga una mueca.

- ¿Me estás hablando a mí? - le disparo a los ojos y veo cómo su cara se pone roja.

- Has conseguido que me baneen de Instagram. ¿Sabes cuántos seguidores tenía allí? ¿Sabes siquiera lo que te voy a hacer por esto?

- Veo que no te has recuperado de lo de ayer, ¿verdad? ¿Cuál es la conexión entre tu puta cuenta y yo, idiota?

- El hecho de que Chernov ni siquiera oculte que fue obra suya. Por ponerte en mi historia. Por filmarte emborrachándote. ¡Idiota!

¿Es así, Sr. Chernov? ¿Te preocupa mi reputación? ¿Le pateas el culo a los malos?

- ¡Bueno, usa tu cerebro de gallina! Si te ha quitado la cuenta, ¿qué pasa si le digo que me cabreas de verdad? ¿Quieres probarlo? - Doy un paso adelante y veo miedo en sus ojos, - y puedo, porque puedo adornarlo. Puedo decirle algo que no existe. No debe tenerle mucho miedo a tu padre si te advierte así.

- No te tengo miedo, - me echa en cara, pero en sus ojos veo algo completamente distinto.

- Deberías tenerlo, porque yo en tu lugar tendría miedo.

Dios, ¡qué oveja más estúpida es!

- Inténtalo, ¿me oyes? ¡Sólo inténtalo y te mostraré lo que puedo hacer!

- Tengo miedo, tengo miedo, - empiezo a reírme a carcajadas y me alejo de ella todo lo posible.

¿Así que ella filmó mi vergüenza y Chernov lo borró todo? Me pregunto a qué viene esto. ¿Con el hecho de que no quiere que toda la universidad se ría de mí o con el hecho de que no quiere que se me relacione con él de ninguna manera, para que no manche su reputación? Oh, incluso yo estoy en una pérdida en cuanto a qué elegir.

- Hermoso, - la voz de Dima me hace estremecer. Este monstruo todavía tiene una conversación seria por delante.

- Aparta tu rastrillo de mí, - siseo cuando intenta abrazarme por los hombros.

- Eh, ¿qué pasa? ¿Estás enfadado? - No, vamos, una sorpresa tan sincera que casi me pongo a llorar.

- Claro que no, quiero darte las gracias por hacerme esa putada. Por intentar meterte en mis calzoncillos. Te haré una medalla cuando quiera. ¿Dónde la colgamos? ¿Al cuello o en un poste? - Entrecierro los ojos y me preparo para darle una patada entre las piernas si se atreve a volver a abrazarme.

- No exageres. Me está convirtiendo en un infrahumano. - El tipo hace una mueca y retrocede un paso. ¿De verdad sentía que sus campanas estaban en peligro?

- ¿Y tú sólo estás aprendiendo? Aún no has subido de nivel, ¿tengo suerte? - Estoy enfadado, muy enfadado. Y lo más probable es que esto no tenga nada que ver con el tipo o con Nastya. Yo mismo metí la pata ahí. Estoy enfadado con un bastardo. Estoy enfadado con el que me destrozó ayer, me lo restregó por las narices y me demostró quién mandaba.

- Quiero hacer las paces, pero eres como un bastardo. Por cierto, ayer temí por ti. Y este tío, inadecuado... En fin, no me gustaba, - veo que Dima aprieta los puños y entrecierra los ojos. Vale, ¿entonces estaba celoso?

- Pues compénsale ya que estoy, - cruzo los brazos sobre el pecho y miro al chico.

- Quería invitarte a la ópera. Por la noche. Para que no pienses que solo me interesa una cosa. Incluso puedo conseguirte entradas VIP. ¿Qué te parece?

¿Qué digo? El hecho de que un plan muy insidioso ya se está formando en mi cabeza. Y este plan no tiene nada que ver con Dima. Vamos, Sr. Chernov, usted no espera esto de mí, ¡pero puedo sorprenderlo!

- ¿Puede conseguirme tres entradas? - Miro al tipo atónito y sonrío.

Parece que alguien va a pasar una noche divertida.

- No lo entiendo, - Dima levanta las cejas y me mira como si estuviera loca.

- ¿Qué es lo que no entiendes? Dijiste que podías conseguir entradas, necesito tres.

- ¿Por qué necesitamos la tercera? - Al parecer, el tipo no entendía que no estaba en mi plan en absoluto.

- ¿Quién lo necesita? Ni siquiera se supone que esté entre nosotros tres. Sólo necesito entradas, sin su participación en el evento.

- No lo entiendo, - me doy cuenta de que estoy a punto de tener un enfrentamiento, a juzgar por cómo cambia la expresión de Dima.

- Voy a explicárselo una vez, así que sintonicen sus localizadores con la onda correcta. La idiota de Popova publicó todo lo de anoche en su Instagram, que es muy probablemente cómo me encontraron. Y ahora tengo que pedir perdón por lo de ayer. Y quiero invitar a mi padre a la ópera. Naturalmente, sin ti. Recuerdas lo que prometió romper ayer, ¿verdad? Creo que tu nariz es preciosa para ti.

- Pero necesitas tres entradas, - de eso se trata el tipo molesto.

- En fin, no, no, todos vosotros sólo sabéis decir que podéis hacer algo, y cuando llega el momento de la verdad, reventáis, - aprieto los labios y me doy la vuelta lentamente para marcharme, cuando Dima me agarra del codo e inmediatamente recibe una patada en el costado por ello.

- ¡Rastrero! - siseo y el tipo se aparta de mí de un salto.

- Te enviaré los billetes electrónicos. Te llamo en un minuto y todo irá bien.