Keran
El peculiar aroma de esa humana me volvía loco, me seducía, y su mirada y su sonrisa... Ahora, al verla tan cerca de Lucas, se despertaron todos mis instintos posesivos; en otra época le hubiera arrancado el corazón a ese desgraciado que intentaba apropiarse de lo que es mío. ¿Mío? Ella no era mía de ningún modo. Aunque quizás me gustaría que lo fuera.
Me dirigí a la oficina.
— Arami, ¿por qué has puesto en la zona VIP a la chica nueva? — cuestioné, apenas entré.
— Ella no es nueva, ya está aquí hace siete meses, además es muy buena y su conducta intachable.
— Me vuelve loco su olor — dije caminando delante de Arami como león enjaulado, mientras él se balanceaba en el sillón, detrás del escritorio.
— Quizá es tu destinada.
— Los vampiros no tenemos destinada, además... solo huele muy bien, no significa nada realmente.
— Yo creo que esto del aroma solo te sucede a ti, ella huele dulce normal.
— Lo que sugieres es ridículo — lo contradije y detuve mi andar desenfrenado para sentarme frente a él.
— No, no lo es. Ya has visto que Bianca Miller es la destinada de Niall Berge — objetó.
— Pero él es un lobo.
— Y ella es una vampira, yo creo que todos tenemos a alguien destinado, quizá esta chica es para ti.
— Eres un romántico sin remedio, eso no tiene sentido, no se ha visto nunca que un vampiro tenga una pareja destinada, eso la Diosa lo reservó para ustedes los lobos.
— Quizá hizo una excepción. Y no soy un romántico, soy un lobo, y me tomo muy seriamente los designios de Selene.
— Dejémoslo. ¿Nova todavía no llega? — pregunté intentando cambiar de tema.
— Avisó que no vendrá, hay no sé qué reunión a la que debe asistir.
— Sí, ya sé cuál, Xander la ha convocado, yo también iré y tú deberías.
— Nadie me ha invitado.
— Te estoy invitando yo.
— No sé si quiero involucrarme en asuntos de vampiros, Keran.
— Tampoco quiero hacerlo, pero tanto tú como yo tenemos mucha gente que depende de nosotros y si nos mantenemos al margen estarán más expuestos.
— ¿Has hablado con los altos mandos?
— Sí, incluso me ofrecieron hacerme cargo de Australia.
— ¿Y aceptaste?
— Claro que no, no quiero tanta responsabilidad sobre mis hombros, además, ¿imaginas el desastre que debe ser la región? Tomar el mando allí significaría estar en el ojo de la tormenta. Los que eran leales a Lachlan seguramente seguirán su misma línea de pensamiento, estaría rodeado de traidores.
— En eso coincido. Escucha, cambiando de tema, necesito que hagas algo.
— ¿Sí?
— Te he conseguido un espacio en la revista Noire Nuit.
— ¿Nuit Noire?
— Lo que sea, la periodista ha enviado una entrevista por mail, para ti.
— ¿Por qué para mí? ¿Qué tontería es esa?
— No lo sé, la editora parece tener un interés especial en ti. Como sea, es para promocionarnos, Keran, eres el accionista mayoritario y...
— No, no, escúchame. Los tres tenemos partes iguales, podrías haber respondido tú, todos te conocen.
— Como te dije, ella preguntó por ti — sonrió en una clara sugerencia de que yo debía conocer a la editora. — Simplemente responde.
Tomé mi móvil y busqué la revista. La editora era una vampira llamada Jolena. Recordaba haberla conocido, pero no era algo reciente, ¿qué podía querer conmigo?
— No tengo ganas, no se me dan bien esas cosas...
— Pide ayuda a tu linda humana, ella es buena escribiendo, he visto que tiene un blog.
— ¿Ah, sí?
— Sí, además está titulada en Literatura. Te mandaré por mail el link de su blog también.
— No sé si eso sea lo más conveniente, hace un momento hubiera destripado a Lucas por mirarla como lo hace.
— Con más razón debes explorar esos sentimientos, si es tu destinada lo sabrás.
— No sé, Arami. No entiendo cómo te mantienes positivo luego de tu experiencia.
— Creo que la diosa me dejó aquí para abrir los ojos a tontos como tú — bromeó.
***
Casandra
La noche pasó rápida y amenamente, aunque Lucas no paró de mofarse de mí por el comentario de Keran. Parecía estar seguro de que nuestro jefe tenía interés en mí, pero yo no lo creía. Después de todo, en los meses que llevaba trabajando aquí, nunca había demostrado nada.
No obstante, mi compañero parecía tener un don para predecir el futuro, porque estaba recogiendo mis cosas cuando apareció Keran en la puerta de mi habitación.
— Qué bueno que aún no te vas — sus palabras hicieron brincar mi corazón.
— Pero ya estoy saliendo — repliqué con toda la intención de escapar lo más rápido que pudiera.
— Necesito ayuda, te pagaré extra.
— Lo siento, mi horario ha terminado — discrepé.
— Esto es otra cosa, no te llevará tanto tiempo, necesito responder una entrevista de manera políticamente correcta, y he sabido que eres buena escribiendo.
— Tengo una licenciatura en literatura, pero... no sé si se aplique al caso — comenté.
— He visto que llevas un blog, y lo haces muy bien.
— ¿Has visto mi blog? — Aunque nunca había hablado en mis redes de lo que sucedía en la zona VIP, sí mencionaba el club y los tragos que preparábamos.
— Sí, por eso creo que puedes ayudarme, sabes hablar muy bien de Carpathians y esta entrevista tiene como finalidad la promoción del club entre los de mi especie. — Dudé un momento y él volvió a hablar: — No es tan larga, no te llevará mucho tiempo.
— Es que perderé el bus — objeté en un intento vano de huir de él.
— Descuida, yo te llevaré después — sonrió provocando mariposas en mi vientre, ya no me podía negar.
— De acuerdo — solté mis cosas y fui con Keran.
Los de su “especie”, había dicho. Cada vez que alguien mencionaba el tema, mi cerebro parecía hacer un cortocircuito. El trabajo era bueno, pero no creía poder acostumbrarme nunca a los comentarios de este tipo.