CAPITULO 13: ¿POR QUÉ ESTÁS AHÍ?

86

«¿Provincia de Anhui?»

Raon sacudió la cabeza.

«¡Eso está en alguna parte, quiero un mapa!».

Cale señaló al Jefe eunuco Wi, que extendió con cuidado sobre la mesa el mapa que había cogido del eunuco que estaba a su lado.

«Pekín es donde está ahora el palacio imperial».

El Jefe eunuco Wi señaló Pekín en el mapa y luego la provincia de Anhui.

«La provincia de Anhui ha sido bendecida durante mucho tiempo con grandes llanuras y tierras fértiles, por lo que la agricultura se ha desarrollado allí. Hay muchos grandes terratenientes, y es un lugar rico en comparación con el resto del país.»

«¡Wow!»

Raon preguntó con entusiasmo:

«¿Entonces la Familia Namgumg también es rica?».

La pregunta era tan inocente que el Jefe eunuco Wi no pudo evitar pensar que aquella misteriosa criatura era mona, ya fuera por las patas delanteras entrelazadas, las mejillas regordetas o la barriga prominente que no dejaba de llamarle la atención.

«Sí. Es la más rica de las Cinco Grandes Familias».

«¡Oh,Humano, el dice que la Familia Namgung es rica!».

Cale asintió con la cabeza, con una expresión preocupada al ver la mirada de Raon.

‘…No estás tratando de robar a la familia Namgung, ¿verdad?’

Apartó la mirada de Raon.

Debía tener cuidado al tratar con las Grandes Familias del Murim, ya que podían poner en peligro su vida.

«De todos modos, la ropa te queda muy bien».

El Jefe eunuco Wi habló con cautela, su deseo de hacer amistad con él parecía un poco.

«Todos están muy frescos».

Fue cuando…

«¡Jajajaja!»

La bulliciosa risa de alguien se oía desde la ventana abierta.

«¡Como era de esperar, Choi Han, tus habilidades de aturdimiento son excelentes! Jajaja! ¡Vamos!»

La mirada de Cale se desvió hacia la ventana.

La pequeña sala anexa a la casa de invitados.

Allí, Tunka corría hacia Choi Han con ambos puños cerrados. El que gritó ‘Vamos’ fue Tunka, pero como siempre, el que atacó fue Tunka.

¡Boom!

Fue Tunka quien recibió el golpe y cayó al suelo.

«…Ese también es un tipo muy confiable».

Respondió Cale tajantemente a las palabras del Jefe eunuco Wi.

«No lo creo. Parece que incluso el líder del Bosque Verde se inclinaría ante él».

«Mmm.»

El Jefe eunuco Wi no pudo replicar.

«Humano, ¿qué es el Bosque Verde?»

«Bandidos».

Explicó además de la pregunta de Raon.

«Hay bandidos normales, pero el Bosque Verde es un grupo de bandidos que han formado una organización. Normalmente pertenecen a una secta, ¿verdad, Jefe eunuco Wi?»

«Sí. Así es. Hay 72 facciones en el Bosques Verdes».

Tip~

Justo entonces, se oyó el sonido de una taza de té que se llenaba con un té ligeramente rojizo.

La mirada de Cale se desvió hacia Ron, que sostenía la tetera.

«Joven Maestro, pareces saber mucho».

Cale se sobresaltó.

«No, bueno, es que…»

«Estoy intrigado, por como sabes tanto».

Rápidamente evitó la mirada de Ron. En su lugar, jugueteó torpemente con sus largas mangas.

«Nunca me había puesto algo así».

Era cierto.

Cale ya tenía una complexión pequeña como Kim Rok Soo cuando tenía veinte años, así que le resultaba extraño llevar ropa con amplias mangas.

«Sin embargo, te ves bastante bien».

El Jefe eunuco Wi miró a Ron.

«He oído que lo elegiste tú, y tienes buen ojo».

Una sonrisa se dibujó en la comisura de los labios de Ron, y Cale tomó la palabra.

«¡Es cierto! ¡Ron siempre prepara mi ropa! Tiene un gusto excelente».

«Sí. Realmente te queda bien el azul».

Cale vestía en ese momento una prenda de seda azul índigo; no llevaba ningún bordado especial, pero su material por sí solo sugería que era considerablemente de la mejor calidad.

«¡Del mismo color que mis ojos!»

A Raon le gustó.

«Ya veo».

El Jefe eunuco Wi los miró con una sonrisa y luego habló.

«Entonces, ¿preparo un carruaje para que os lleve a la Provincia de Anhui?».

«No.»

Cale extendió su mano y tocó suavemente la cabeza calva de alguien.

«Llanuras Centrales, ¿conoces las coordenadas de la Provincia de Anhui?»

«¡Sí, las sé!»

Cale asintió satisfecho ante la enérgica respuesta, y luego se volvió hacia el Jefe eunuco Wi.