TrÍo

Un Encuentro Bajo la Lluvia

  Desde hace mucho tiempo, la chica del instituto ocupa gran parte de mis pensamientos. Sus ojos expresivos, su sonrisa contagiosa y su personalidad única me tienen enamorado en silencio. Es como si cada detalle de su vida estuviera tatuado en mi mente. Conozco sus gustos, sus sueños y sus miedos, y me siento como un espectador solitario de su mundo, oculto detrás de una pantalla virtual.

Para proteger mi secreto, me sumerjo en el anonimato de un nombre falso en las redes sociales. No puedo permitir que ella descubra el alcance de mi interés. Aunque la distancia entre nosotros es mínima en el instituto, en realidad, existe un abismo infranqueable. Soy solo un espectador oculto tras un avatar digital.

Sigo cada paso que da, cada publicación que comparte, pero sin atreverme a dar un paso adelante. ¿Cómo podría siquiera acercarme a ella y decirle que he estado observándola desde lejos, enamorado de cada faceta de su ser? Mis pensamientos me atormentan, y siento que la distancia entre nosotros se hace cada vez más inmensa.

Pero una tarde, mientras navego por las redes sociales, descubro un detalle que nunca antes había notado: la chica que tanto me atrae atraviesa problemas financieros. Sus publicaciones sugieren una realidad difícil, oculta tras una sonrisa valiente. ¿Cómo es posible que yo, que he estado siguiendo cada fragmento de su vida, no haya sido consciente de esta carga que lleva sobre sus hombros?

El descubrimiento de su situación me impacta profundamente. No puedo evitar sentir una mezcla de tristeza y empatía. Quisiera estar allí para ella, apoyarla y brindarle la ayuda que necesita, pero sé que no puedo revelar mi identidad.

Decido actuar discretamente desde las sombras, buscando formas de ayudarla sin que ella lo sepa. Aporto pequeñas donaciones a sus causas solidarias en línea, tratando de ser un apoyo anónimo que alivie un poco su carga. No puedo resolver todos sus problemas, pero al menos quiero contribuir a hacer su camino un poco más llevadero.

Cada día que pasa, mi amor por ella crece, pero también lo hace mi conflicto interno. Quiero ser más que un desconocido que la admira desde lejos, pero temo que mi presencia en su vida pueda causar más daño que bien. ¿Cómo podría explicarle que mi intención siempre fue genuina, incluso si comencé como un simple observador en línea?

La idea de acercarme a ella y revelar mi verdadera identidad me atormenta. Me pregunto si algún día el destino nos permitirá encontrarnos sin máscaras ni secretos. Pero hasta que llegue ese momento, seguiré amándola en silencio, esperando que algún día encuentre la manera de estar a su lado y ser la persona en quien pueda confiar plenamente.

Así, entre sombras y secretos, mi amor por ella sigue siendo un faro que guía mi camino. Me aferraré a la esperanza de que algún día, de alguna forma, nuestras vidas se entrelacen y pueda ofrecerle el apoyo y el amor que tanto anhela. Mientras tanto, seguiré observando desde la distancia, dispuesto a brindarle mi ayuda en silencio, siempre en busca de una oportunidad para revelar mi verdadero ser.

  Sigo el autobús en silencio, manteniendo una distancia prudente mientras mi preocupación por ella aumenta. Observo detenidamente cómo baja del autobús cerca de una solitaria tienda, justo cuando el cielo amenaza con la inminente llegada de la lluvia. Mi corazón late rápidamente mientras mi mente se llena de incertidumbre. ¿Qué motivos la han llevado a dirigirse a ese lugar específico?

Desde la seguridad de mi auto, la observo con detenimiento mientras se adentra en la tienda. La veo recorrer los estantes, examinando los productos con una mezcla de atención y ansiedad. Me preocupa profundamente notar su mirada perdida y su evidente nerviosismo. “¿Qué le estará ocurriendo?” me pregunto mientras la lluvia comienza a caer suavemente, creando un ambiente de tensión.

Decido abandonar la comodidad de mi vehículo y entrar en la tienda para acercarme a ella, para desentrañar los misterios que la atormentan. Mis pasos son sigilosos y cautelosos mientras me acerco lentamente a su posición. Puedo sentir la tensión en el aire, y sus acciones me dejan perplejo.

Entonces lo veo: extrae una pistola de su bolso y apunta directamente al empleado de la tienda. La sorpresa y el miedo se apoderan de mí, dejándome atónito. ¿Cómo es posible que alguien a quien he admirado y anhelado desde la distancia, esté a punto de cometer un acto tan desesperado?

El sonido ensordecedor de la lluvia golpeando el techo de la tienda se entrelaza con el estampido repentino de un disparo. El proyectil impacta en el hombro del empleado, y en ese instante veo el dolor reflejado en el rostro de ella, que ahora se mancha con la sangre derramada.

Sin pensar en las consecuencias, dejo a un lado mi propio temor y me acerco a ella. Mis manos se aferran a su muñeca en un gesto de apoyo y complicidad. Es el momento de enfrentar juntos las sombras y los secretos que nos rodean, de descubrir qué nos ha conducido a este punto y cómo podemos hallar la redención en medio de la oscuridad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.