el comienzo y el final

troll

Troll

Kevin yandle

Índice

I…………………..7

II………………….14

III…………………20

IIII……………….29

IIIII………………33

IIIIII……………..40

IIIIIII…………….46

IIIIIIII…………..48

IIIIIIIII………….53

Troll

Un hombre viviría en carne propia los horrores tras tocar una criatura supuestamente amigable. Esto crea una cadena de sucesos paranormales que poco a poco lo dejara loco, este mismo para poder liberarse del tormento que vive día a día. hará varios sacrificios que al final se harán en su contra… ¿crees que consiga liberarse del tormento de esta criatura?

I

Abrí los ojos y me encontraba en un pasillo de madera muy desgastado. Tanto que la madera estaba llena de grietas enormes y con unas cuantas raíces de árboles atravesándolas, el piso se encontraba tan mal. Que la mandadera que lo cubría estaba podrida y a cada paso que daba rechinaba.

Mientras seguía caminado en aquel pasillo que parecía no tener fin, me percate que atreves de aquellas grietas, varios ojos me veían fijamente, el miedo que tenía aumento a un más. Pero cuando escuche los lloriqueos de una persona detrás de mí, di la vuelta tembloroso solo para ver un pequeño niño con los ojos tapados y con las lágrimas derramándose sobre su camisa blanca, me acerque lo más lento posible pero el rechinido de la madera podrida alerto al niño y este se quitó las manos de la cara, cuando lo hiso el miedo me invadió por completo, aquel niño inocente tenía la cara de una señora de más de 70. Su rostro estaba completamente arrugado, sus ojos negros, tenía la mirada perdida, su boca que no tenía ni una expresión, el miedo de repente se convirtió en lastima por aquella señora que estaba frente a mis ojos, se veía tan infeliz, cuando trate de acariciar su cabello blanco y delgado. Las maderas que me rodeaban se rompieron en varios pedazos y varias manos largas y arrugas me tomaron del cuerpo y por más que trataba de liberarme no podía, pues todas me tomaban de un extremo, las manos me colocaron boca arriba para después caer varios litros de sangre en mi rostro.

Esta pesadilla fue una de mis últimas que tuve y si estoy escribiendo lo que están a punto de leer sea el que sea, quiero que sepan que lo hice por ellos. Por mi madre por mi padre y a mi hermano y a todas esas personas que les quite la vida, pido su perdón, ahora mismo estoy sufriendo mis pecados, pero quiero escribir todo esto para que sientan, para que piensen, para que lean. Todo lo que yo viví y que tenía que hacerlo. De lo contrario el vendría por mi…. Sé que fue mi error pero mi mayor error fue no haberte echo caso, ni mucho menos quererte… lo siento

II

Todo empezó una mañana, le prometí a mi madre que la acompañaría al mercado por unas cosas para cenar ese mismo día, yo no quería al principio pero no paso el suficiente tiempo con mi madre, así que le dije que sí. Tomamos unas cuantas taxis y al llegar al mercado le pregunte.

-¿qué vas a comprar madre?

-solo unas cuantas cosas, verduras, frijoles, pollo, arroz lo de siempre hijo

-¿solamente?

-no, pasare por un poco de hierbas curativas afuera del mercado

Mi madre es creyente de esas cosas de lo espiritual, el alma, de la suerte, de la magia, que hay vida del más allá, de las posiciones de objetos, el vudú, de los fantasmas, bueno todo lo que tenga que ver con la magia o cosas del más allá.

Y aunque yo no sea creyente de esas cosas prefiero no meterme con nada de eso, después de estar caminado unos cuantos pasillos por el mercado comprando lo que mi madre me había dicho, llegaríamos a la pollería. Donde el puesto sería un poco grotesco para mí. El mostrador estaría lleno de gallos sin cabeza y los pocos que si la tenían no tenían pico dejando ver un orificio oscuro, la mayoría de gallos se encontraban. Sin pellejo, sin pies, todo crudo y con un poco de sangre embarrada, en el interior de los gallos se podría ver las tripas, sesos, corazón, pulmones, intestinos, etc, como si los acabaran de matar, alado de esto había un frasco lleno de tipas de estos animales con moscos a su alrededor, unos cuantos gallos estaban sujetados de las patas gracias a un gancho, quedando boca bajos y con un letrero que decía.

-soy un pollo feliz

Era como un puesto cualquiera pero un poco más bizarro. El carnicero con un machete, unas tijeras y un chuchió muy afilados en sus manos y detrás de él. Los cuerpos de los cerdos sin cabeza, mi madre pediría una pechuga, yo solo vería como el carnicero sujetaría un pollo y mientras le quitaba lo cortaba, Mi madre bromearía con migo diciendo.