Capítulo 9

Christian estaba tan exhausto que se durmió profundamente, había dormido poco el último tiempo y ahora que la había encontrado estaba un poco más tranquilo, eso hizo que pudiera descansar. Un ruido lo despierta, la luz del sol se colaba por la ventana, su mirada se dirigió a la mujer en la cama que amamantaba a su hijo, sentía que veía uno de sus cuadros de la Madona y el niño.

-Buenos días Christian, has podido descansar?

-Buenos días Alexia. Si he descansado muy bien, hacia muchos días que no podía dormir bien. Me pasaba las noches pensando dónde estabas y tenía horribles pesadillas.

Alexia acuesta al bebé en la cuna que ya está dormido y satisfecho. Se acercó a Christian y se sentó junto a el en el sillón. Se miran por un momento en silencio, hasta que Christian comienza a hablar.

-Alexia desde que te fuiste lo único que hice fue buscarte. Cuando volví ese día de Portland y te habías ido, sentí que moría. Mi padre me mostro tu celular y vi el mensaje. No se quién y por qué lo mando. Esa noche estuve en una reunión y luego fui al hotel a dormir, primero me duche y como era tarde para llamarte me fui a dormir. Al día siguiente vi que tenía llamadas pérdidas tuyas, el celular estaba en silencio, desde que supe que estabas embarazada nunca lo pongo en silencio. Trate de llamarte pero no me contestabas, pensé que estarías durmiendo y por eso no contestabas. Hasta que llegue a casa de mis padres y mi mundo se vino abajo.

-Cuando recibí ese mensaje y vi la foto, primero me quedé en shock, luego empecé a llamarte y saltaba el contestador. Era claro que no me querías hablar y que estabas ocupado. Todo lo que temí siempre se estaba haciendo realidad. En mi fuero interior sabía que todo esto no podía ser real, que vivía en un sueño. Esa noche lo entendí y preferí dejarte libre, dejar que fueras feliz con alguien que no sea un monstruo como yo. Tu te mereces alguien mejor que yo.

Alexia no pudo seguir hablando, rompió en llanto y se cubrió la cara con las manos. Christian la tomó y la sentó en su regazo, la abrazo muy fuerte, acariciándola y besando su cabeza.

-Mi amor, por favor no llores. Yo no podría vivir sin vos, sin tu amor. Desde que te fuiste vivo en una noche eterna, tu eres la luz de mi vida. Te necesito para poder respirar. Eres el amor de mi vida, el destino lo sabía y por eso te puso en mi camino. Por favor vuelve conmigo.

-Yo también te amo Christian más de lo que nunca pensé que pudiera amar a alguien. Eres todo lo que he soñado y más. Estas seguro que quieres pasar el resto de tu vida junto a mi?

-Si Alexia, ya te he dicho, no puedo vivir si no te tengo. Quiero que estés segura  que te amaré por el resto de mi vida, si muero es de amor por vos.

-Esta bien Christian volveré contigo, porque yo tampoco puedo vivir sin ti.

-Cuando el médico nos permita viajar volveremos. Ahora que te encontré buscaré a la persona que nos hizo esto y te juro que pagará todo el sufrimiento que pasamos los dos, haré caer todo el peso de la ley. Además tengo que agradecer al amigo de tu padre por haberte cuidado tan bien.

-Ray es como un tío para mi. El me cuido mucho, lo tengo que llamar para avisarle del nacimiento, con todo esto me olvide.

-No te preocupes Alexia, puedes llamarlo ahora y contarle. Estoy seguro que el te entenderá. Ya avise a mi familia que te encontré y que nuestro hijo ya nació. Es tan hermoso como vos y eso me gusta mucho.

Se quedaron abrazados un rato más, viendo como su hijo dormía tranquilo en la cuna. Ahora debían esperar tener el alta para poder volver a vivir juntos en su hogar. El tiempo dirá si serán realmente felices juntos. Encontrará Christian a la persona que mandó el mensaje y podrá demostrarle a Alexia que ella es el amor de su vida?