Un Recuerdo Del Pasado

Capítulo 2: Doctor

Quería morir, había vuelto a caer en una esquina sin salida, y quería gritar, pero de nada valdría, nadie me escucharía, me estaba volviendo loca con tantas paredes a mí alrededor, pero no podía darme por vencida, tenía que seguir luchando por encontrar una salida.

Pero… ¿y si este laberinto no tiene salida?

Tiene que tenerla, y no descansare hasta encontrarla.

Quiero volver a ver esas esmeraldas, y volver a probar esos labios.

¿Pero él también querrá lo mismo? No está aquí, no ha venido por mí.

¿Y si se olvidó?

¿Ya no me quiere?

¿No le intereso?

~

- Vamos Esmeralda, tenemos que ir a la librería del centro y luego iremos a comernos un rico helado – Verónica me miraba emocionada, mientras terminaba aun de guardas mis libros en la mochila.

- Sabes que no me siento muy bien.

Le recordé, sin embargo ella rodo los ojos  en forma de fastidio.

- El helado te hará bien lo prometo – podía jurar que la sonrisa del guasón se quedaba corta al lado de la de Verónica.

- Está bien.

Dicho esto, salimos del salón para dirigirnos a la salida del gran edificio. Me quede sin habla paré en seco y mis nervios comenzaron a aumentar.

- ¡Dios que adonis! – escuche decir a Verónica, sin embargo no reaccionaba.

- Y viene hacia nosotras, Esmeralda pellízcame.

- Hola

Su mirada se posó en mí, luego se acercó a mi mejilla para después dejar un beso de sus cálidos labios sobre ella.

Sabía que debía decir algo, Verónica no decía nada, y yo aún continuaba sin responderle el saludo al guapo chico parado justo al frente de mí, quien me dirigía una mirada relativamente embelesadora. No era mi culpa actuar esta manera, era complemente normal, no había visto más a Harry desde hace dos días, aunque no puedo negar que no había parado de pensar en él todo el fin de semana.

- Harry

Nada más pudo salir de mi boca, él sonrió y está vez si dirigió su mirada a Verónica, quien le sonrió de manera extravagante.

- Hola, disculpa que no te haya saludado – extendió su mano.

Verónica la tomó y aló de ella para acercarlo y besar su mejilla, un feo sentimiento se cruzó por mi pecho, y me sentí enojada.

- No hay problema – respondió ella.

- ¿Qué estás haciendo aquí? – una mezcla de nervios y molestia era visible en mi voz, Harry frunció el ceño pero luego sonrió.

¿Acaso no podía dejar de sonreír?

- Quise venir a invitarte a almorzar, ya sabes como en los viej…- se calló, sabía perfectamente que el comentario no era el adecuado, dado que si eso lo hacíamos cuando fuimos novios, es más que probable que no lo recuerdo, y eso me entristeció.

- Lo siento, pero debo acompañar a Verónica a comprar un libro – me apresuré a decir.

Aunque no me molestaba en lo absoluto Harry,  sólo que me sentía nerviosa estar junto a él.

- Esmeralda, no te preocupes le dije también  a Jacob que me acompañe, ve y disfruta un buen momento.

Me sorprendió grandemente la respuesta de  Verónica, ciertamente la Vero que yo conozco no aceptaría por nada del mundo que la dejara por alguien, ni mucho menos que la abandonara,

- Entonces… ¿Caso arreglado?

- Pero es que también me siento algo mareada, de verdad no me provoca comer – y no mentía, desde el desayuno había tenido fuertes dolores de cabeza.

- Está bien, si te noto algo pálida, te llevaré a tu casa – esa no fue una pregunta, esa fuera una confirmación.

- Adiós Esmeralda – Vero rápidamente besó mi mejilla – un placer Harry – besó también su mejilla y luego salió corriendo.

- Ven.

Tomó mi mano e hizo que caminara junto a él hasta llegar a un auto, este a diferencia de aquella noche era negro, y más grande, una camioneta completamente nueva, Harry al parecer tenía dinero para darse semejantes lujos, sin embargo no quería hablar sobre ello.

Subimos al auto en completo silencio, y empezó a conducir.



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En el texto hay: pasado oscuro, amor, pasadoysecuestro

Editado: 30.06.2018

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