Creo que es de noche, lastimosamente no puedo ver el cielo, sólo hay un techo hecho de cemento, todo el lugar en frio, me sorprendo no haber muerto de hipotermia, aun agradezco haber usado suficientemente ropa ese día de la captura, aun llevo mi cubre todo conmigo.
Alcé la vista y un hombre que se encontraba por encima de los muros me sonrió, su sonrisa era maliciosa y el miedo creció en mí, maldije y me levanté del suelo para empezar a correr, y el hizo lo mismo pero sobre las filas de las paredes.
- Detente – Gritó
No le haría caso, no soy tan estúpida como para detenerme.
- Te traje algo de comer – esta vez sí me detuve, moría de hambre.
No podía ser tan fácil, a lo mejor era una trampa, asi que me giré pero seguí caminando hacia atrás.
- Muéstrame la comida – ordené.
Aquel hombre quien empezó a caminar rodó los ojos y saco de su chaqueta una bolsa con un emparedado, la lanzó y con mis manos temblorosas la tome en el aire.
- Come, estas muy flaca – se sentó en el muro.
No dije nada he hice lo que me ordeno, no porque realmente quisiera hacerle caso, el hambre era dueño de mis acciones en este momento.
El emparedado aún estaba cálido, al morder el primer trozo sentí haber tocado el cielo, era lo más rico que he probado en mi vida, salsa se regó por mi boca y no me importó, deseaba comer tanto que aun si me fueran dado la peor comida del mundo la fuese degustado de la misma manera. Eric era un inhumado, ¿acaso pensaba que podría vivir sólo de agua? Creo que ha visto suficientes películas de supervivencia.
- ¿Cómo te llamas? – quise saber.
- Josh – respondió secamente.
- ¿Me trajiste esto porque Eric te lo ordenó? – negó con la cabeza.
Asentí y miré el emparedado.
- Muchas gracias, no había comida por días y realmente siento que estoy muriendo.
No quería hablar con este tipo, pero decir lo mal que me siento a lo mejor sentirá pena por mí y me ayude a encontrar la salida, obviamente él sabe cuál es.
- ¿Estar aquí es abrumante no? – miró a los lados para luego soltar un suspiro, de esos que llevan carga consigo.
- No te lo puedes imaginar – seguí comiendo
- Créeme que si puedo – susurró, lo miré extrañada – sí, estuve aquí encerrado al igual que tu
Mi cara de sorpresa debió ser un poema, el soltó una risa sarcástica y continuo.
- Este estúpido laberinto lo creó mi padre para sus enemigo hace tiempo – tomo aire – hice muchas cosas malas y me castigo teniéndome aquí por un mes, bueno aunque el tiempo fuera sido más si no hubiese muerto, Eric necesitaba el lugar, para ti obviamente, y me sacó de aquí – mi corazón se detuvo – entonces el emparedado es muestra de mi gratitud por haberme sacado – sonrió, lo mire sin gracia.
- ¿Qué eres de Eric? – me dio curiosidad.
- Somos hermanos
- No sabía que Eric tenía un hermano – admití.
- No sabes muchas cosas de ese hijo de puta – se rio.
- ¿Qué hiciste para haber estado en este lugar? – pregunté.
- Tengo un extraño fetiche con las mujeres, digamos que me gusta el sexo obligado – sonrió con melancolía.
Tragué duro, creo saber a qué se refería, y el sistema de alerta se activó en todo mi cuerpo.
- Sí, es lo que piensas – rio – me gusta violar mujeres.
La forma en que lo dijo hizo que una lágrima se deslizara por una de mis mejillas, todo en mi empezó a temblar, estaba en una laberinto sola con un violador.
- ¿A cuántas mujeres haz violado? – traté de no sonar nerviosa, y seguir con la conversación.
- No lo sé unas ¿15? ¿20? He perdido la cuenta a decir verdad – dice sin importancia, sin carga y arrepentimiento alguno, una punzada de dolor se presentó en mi pecho, era un imbécil, un ser tan despreciable, creo que así tiene que ser toda la familia de Eric, ahora no lo culpaba, eso viene en la sangre.
- ¿Viniste a hacerme lo mismo? ¿Me quieres violar? – pregunté con dureza, el negó y una corriente de alivio inundó mi cuerpo.
- No, Eric me sacaría la mierda si hago eso, debo confesar que cuando te vi lo pensé – podía sentir como mi piel se había erizado – pero estas jodida, y no sería justo joder más de lo que estas – dicho esto se levantó para luego irse sin decir nada más y dejarme con la piel de gallina.