CAPITULO 3

-mi niña le has avisado a tus padres sobre el viaje, sé que ellos ya no te hablan mucho, pero al menos informales sí.

Tiene razón el padre Florencio. hace tiempo que ni hablo con ellos, pero al menos necesitan saberlo

-si padre lo voy a llamar no te preocupes sí.

-muy bien mi niña sabes que te deseamos muchas bendiciones, que la virgen santísima te guie te proteja en tu camino -la hermana tomo un medallón persignándome, depositando un besito en la frente

-más le valen que esos santos le cuiden a mí niña o si no, me dejo de llamarme padre y tiro todo por el retrete.

-padre Florencio que el señor tenga misericordia de usted y que tus pecados sean perdonados.

Jajajajaja no paro de dejar de reír de la reprimenda que le da la hermana Lili, así escuchando mi vuelo para áfrica destino Mozambique, un pueblo no tan alegado según mi informe, bueno a llegado el momento de despedirme.

-los amo mucho, en especiales ustedes dos los quiero, bueno ya me tengo que ir han anunciado mi vuelo, no se preocupen llamare a mis padres una vez llegue a áfrica y le diré si –me despido de cada uno dirigiéndome a la señorita recepcionista para dar mi carnet, pasaporte y otro documento, asimismo me da señales de seguir la puerta de en medio.

Una vez ya me encuentro a unos pasos para perder de vista a mis hermanos en la fe al padre Florencio y a la hermana Lili, le levanto mi mano despidiéndole, dándole una sonrisa de nostalgia.

Una vez en mi asiento espero a que todos tomen sus lugares, así la Mosa anunciando nuestro despeje, no estoy nerviosa siempre he viajado, pero hay un extraño presiento que algo sucederá o será que haya olvidado algo.

Llevo varias horas en vuelo y ya me estoy aburriendo, pero ni hablar todos sea por lo más necesitados

Unos de los privilegio de servir a dios es que los pagos de un pasaje de avión son baratos, de la clase vip  también son baratos con un noventa por ciento de descuento, y si estoy en un asiento vip. Sé que lo hacen por mi padre y su influencia que tiene.